Breve Historia de la Aduana en Nuevo Laredo

Manuel Ceballos
5 min readJan 27, 2023
Aduana de Nuevo Laredo en la década de 1920. Colección: Archivo General del Municipio de Nuevo Laredo.

Celebrada la paz entre México y Estados Unidos en 1848, el Tratado de Guadalupe-Hidalgo estableció la nueva frontera que definiría el nuevo espacio de encuentro entre las dos naciones. El proceso de escisión territorial no tuvo una repercusión fuerte en la vida cotidiana de las nuevas comunidades fronterizas, sin embargo la modificación de la actividad política y jurídica en ambas partes de la frontera obligó a la población a adoptar las nuevas disposiciones en materia de intercambio comercial.

Fue así como el gobierno nacional en turno implementó en esta frontera las restricciones comerciales y un sistema arancelario rígido en conjunto con el Contrarresguardo Aduanal. No obstante, el desgaste económico de la posguerra en conjunto con las medidas implementadas por el gobierno llevaron a la población a manifestarse en contra de estas disposiciones.

En respuesta a esta situación, en septiembre de 1851 cerca de la villa de Camargo, Tamaulipas, se firmó el Plan de la Loba por José María Carvajal, el cual demandaba el alza de las prohibiciones, la baja de derechos, la introducción libre de víveres y una aduana fronteriza.

Seguidamente, el gobernador de Nuevo León y Coahuila, y jefe militar de Tamaulipas, Santiago Vidaurri, se dispuso a organizar un gobierno regional con el propósito establecer una autonomía en respuesta a los gobiernos centralistas. Por lo que buscó echar mano de los recursos correspondientes al gobierno federal para sustentar su plan, entre ellos, el control de aduanas fronterizas. Así para 1855, Vidaurri mandó establecer una línea de puestos fronterizos a lo largo de la frontera y un arancel para el control y fiscalización de los recursos que transitaban por esta zona.

Santiago Vidaurri, gobernador de Nuevo León y Coahuila.
Santiago Vidaurri

Por consiguiente, el 26 de agosto de ese mismo año, se estableció la primera aduana en Nuevo Laredo — aunque acatando las disposiciones de un gobierno regional — nombrando Administrador de la Aduana a Antonio Tamez y como Oficial 1º Contador a Antonio Villarreal a quienes se les confirió la autoridad para designar al personal que estuviera encargado del resguardo de esta.

Posteriormente en 1858, se estableció en la frontera norte un espacio para la introducción, almacenaje, consumo y reembarque de las mercancías sin que se les aplicara un impuesto por importación o exportación. Este espacio de exención arancelaria comúnmente denominado la Zona Libre, fue ratificado tres años después por el gobierno federal que encabezaba Benito Juárez y fungió como un área para hacer frente a los costos de los bienes en la otra parte de la frontera.

Por otro lado, a finales de 1871 el consulado americano en Matamoros instaló una agencia comercial para el control y el reconocimiento de los recursos que se introducían a los Estados Unidos. Aunque a mediados del siglo XIX las actividades comerciales en Nuevo Laredo eran incipientes, el volumen de exportación de ganado, oro, plata y pieles a través de esta frontera era considerable.

Postal de la Antigua Estación de Ferrocarril en Nuevo Laredo (c. 1920). Colección: Archivo General del Municipio de Nuevo Laredo.

Diez años después, esta actividad comercial sería impulsada por uno de los proyectos nacionales más ambiciosos de finales del siglo XIX: el ferrocarril. La llegada del Ferrocarril Nacional Mexicano en 1881 que conectaba a Nuevo Laredo con el interior de la República, así como el Ferrocarril Internacional a San Antonio, Texas, facilitaron el movimiento de nuevas mercancías y personas por lo que tanto el desarrollo económico como demográfico tuvieron un impacto positivo en la villa. Por consiguiente, en 1887 se inauguró el edificio destinado para la Aduana, estando presente el Administrador Pedro Arguelles. La intensa actividad comercial que se llevó a cabo a partir de este proceso colocó a Nuevo Laredo como el tercer puerto con mayor importancia en la República por lo que en 1891 el Congreso del estado de Tamaulipas otorgó a Nuevo Laredo la categoría de ciudad.

Postal coloreada del edificio de la Aduana de Nuevo Laredo. Colección: Archivo General del Municipio de Nuevo Laredo.

A principios del siglo XX, la legislación en materia de aduanas se tornó más compleja, los requisitos de despacho y los trámites se hacían mayores a causa del incremento en el volumen de las importaciones y exportaciones por lo que a partir de la Ley del 19 de febrero de 1900, se estableció con el nombre de “Dirección general de Aduanas” una oficina dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para la inspección de todas las Aduanas de la República, de la Gendarmería Fiscal y de los servicios conexos.

Personal del Resguardo Aduanal a principios del siglo XX. Colección: Archivo General del Municipio de Nuevo Laredo.

Como consecuencia de este aumento, en 1918 el gobierno federal encabezado por Venustiano Carranza, decretó una medida para la agilización y la regulación de los trámites en materia de importación y exportación. Dicha medida confería la autorización legal a personas físicas de llevar a cabo para industriales y comerciantes los procesos y trámites aduaneros correspondientes. Consecuentemente, en Nuevo Laredo surgieron a partir de este decreto las primeras compañías dedicadas al préstamo de servicios aduaneros y agentes aduanales entre ellos Roberto Zúñiga, Macedonio S. Tamez, Plutarco Leal y Antonio Moreno.

A pesar de que en 1905 la Zona Libre fue derogada por decreto presidencial, como consecuencia de las presiones de la población a causa de los altos costos del abastecimiento de las mercancías importadas, se reestableció un perímetro libre en 1926, decreto del presidente Emilio Portes Gil, para la introducción y uso de los bienes importados libres de impuestos. En Nuevo Laredo, por razones geográficas, el límite del perímetro se fijó en el kilómetro 26 de la carretera nacional donde se estableció la garita.

Patios de la Aduana en Nuevo Laredo en la década de 1940. Colección: Archivo General del Municipio de Nuevo Laredo.

El contexto internacional de los años cuarenta y el estallido de la Segunda Guerra Mundial pronto ejercería una demanda de recursos, por lo que la frontera norte atestiguó un incremento exponencial del flujo de mercancías y trabajadores destinados para la industria bélica. A partir de la segunda mitad del siglo XX, el proceso de terciarización y la instalación de maquiladoras en Nuevo Laredo impulsaron la diversificación económica, posicionando a Nuevo Laredo como un punto estratégico para las operaciones comerciales en la frontera norte.

Dicha posición geográfica de Nuevo Laredo, así como la profesionalización de la población para los procesos y trámites de la Aduana, han consolidado a Nuevo Laredo como uno de los puertos fronterizos más importantes de la República, siendo hoy en día el puerto con mayor tránsito de mercancías a nivel nacional e incluso en el panorama latinoamericano.

Vista panorámica de los Puentes Internacionales “I” y “II” que conectan a Nuevo Laredo, Tamaulipas con Laredo, Texas.

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