Bitcoin no es una burbuja. 2ª Parte: Burbujas Del Mississippi y South Sea

Javier Saviñon
11 min readJun 6, 2019

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Ir a la primera parte: Falacia de correlacion: Bitcoin no es una burbuja. 1ª parte: Tulpomania

“Le Désespéré 2019”, Pascal Boyart

En la 1ª parte analizamos los acontecimientos históricos de la Tulipomania, dando ver así que todo lo que se cuenta acerca de esta son una serie de mitos que quedaron en el imaginario popular.

Al ser inválido comparar Bitcoin con algo que nunca sucedió, aún quedan dos alzas de precios que si causaron estragos en la economía de sus países y que, además, sucedieron simultáneamente: La burbuja de la Compañía de Mississippi, en Francia y la burbuja de la Compañía de los mares del sur, en Inglaterra.

Un jugador escoses llega a Francia

John Law

La trágica historia de la ruina financiera de Francia en el siglo XVIII, la escribiría un escoses, su nombre: John Law. Nació en una familia acomodada, hijo de un banquero, quien despertaría su interés por la economía. Al morir su padre Law recibió una gran herencia, dejo la banca, y siendo un gran estadista, comenzó multiplicar su fortuna en las casas de apuestas.

En una ocasión, Law se batió a un duelo a muerte del cual salió victorioso, pero por esto mismo fue condenado a muerte, lo que lo obligó a escapar de Inglaterra y pasar 14 años por los casinos de toda Europa. Se dice que era tan bueno que fue considerado persona “no grata” en Venecia y Génova. Fue en una de estas noches donde conocería al Duque de Orleans, con el que entablaría una gran amistad que, eventualmente, lo llevaría al poder.

Duque de Oreleans, Felipe II

Law sabía que “La Guerra de Sucesión Española” había dejado estragos a Francia, así que a través del Duque de Orleans, le presento una propuesta para sacar al país de la crisis al Rey Luis XIV: Crear un banco privado para abaratar el crédito y estimular la economía francesa. El Rey no aceptó por que Law era protestante y él era católico, así que John se se llevó y presentó sus propuestas económicas a varios reinos más de Europa.

En 1705, Law publicaría anónimamente sus recetas económicas en un libro titulado “Dinero y comercio: con una propuesta para suministrar dinero a la nación” en el cual culparía a la falta de oferta monetaria como causa de la crisis. Desde su fecha de publicación, llevó su libro a Escocia, Inglaterra e Italia, pero ninguno acepto imponerlas. En 1715 muere Louis XIV y el Duque de Orleans queda como regente de Francia lo cual hizo volver a Law, y finalmente, en 1716 se convertiría en el presidente del Banque Générale Privée, por un plazo de 20 años. Law tomó ventaja y se suscribió el 25% de las acciones del banco.

“Ningún otro banco nacional en la historia ha sido dominado por un solo hombre” — Earl J. Hamilton, The “Political Economy of France at the Time of John Law”

Prendiendo la impresora a todo vapor

Medalla alemana de John Law imprimiendo dinero, 1720

El presidente del Banque Générale Privée tenía una ardua tarea: Sacar a Francia de la bancarrota, repagar la enorme deuda y estimular la economía, y para ello, la solución parecía sencilla: Crear más dinero.

Law estaba sorprendido con un banco que estudiamos en el artículo anterior, “El Banco de Ámsterdam”, el cual había dado prosperidad a Holanda. Para ese entonces ya habían pasado más de 100 de años desde su creación y ya estaba empezando a dar indicios de no respetar el coeficiente de reserva del 100%, aumentando así el crédito disponible en la economía emitiendo más cheques de depósitos del que le permitían sus reservas de metales preciosos.

“En la medida en que prestan, agregan dinero, lo que aporta beneficios al país al implementar más personas y extender el comercio; Se agregan al dinero que se prestará, por lo que es más fácil pedirlo prestado y, con menos uso, y ninguno sufre por ello, o está preocupado por el peligro, su crédito es bueno” — John Law, “Money and Trade Considered With A Proposal For Supplying The Nation With Money”

Law no era ningún tonto, sabía que no podía imprimir dinero así nada más, ya que los precios se elevarían causando estragos entre la clase más baja del reino:

Aumentar [devaluar] el dinero en Francia es imponer un Impuesto sobre el Pueblo, que es inmediatamente pagado, y que se siente menos que un Impuesto ya establecido. . . Este impuesto pesa más sobre la gente pobre.John Law

Si conocía que la causa (única) de la inflación es el aumento en la oferta de dinero, ¿cómo estimularía la economía de Francia sin causar un aumento de precios? Law pensó en dinero respaldado por tierras, pero después robo una mejor idea del banco de Inglaterra: Dinero respaldado por acciones de empresa privilegiadas del reino (como la Compañía de Mississippi y China) y los títulos de deuda gubernamental. Fue esta garantía la que le permitió al presidente del Banque Generale emitir el dinero que el creyese conveniente. Law creía que este nuevo dinero era a prueba de inflación, ya que estaba respaldado por capital, mano de obra, activos y tributaciones en conjunto, por lo que sería ideal, no solo para acelerar la economía francesa, también para liberar al gobierno de sus obligaciones.

Billete del Banque Royale por Diez Libras al portador

El banco no es el único ni la más grande de mis ideas: produciré un trabajo que sorprenderá a Europa por los cambios que generará a favor de Francia, cambios que serán mayores que los producidos por el descubrimiento de las Indias. — John Law

Para lograr esta hazaña, Law comenzaría a toda marcha: en 1717 los billetes del Banque Generale fueron declarados moneda decurso legal, lo que los llevo al país a familiarizarse con estos como una manera más sencilla de transportar valor, frente al oro o la plata. En Agosto de ese mismo año lanzaría a la venta 200,000 acciones de la Compañía de Mississippi a 150 libras cada una, que, únicamente se podían comprar con “billets d’etat”, un tipo de bono con 7% de interés lanzado en durante la guerra. Con esto lograron una restructuración de la deuda con un solo tenedor, a cambio del monopolio del comercio en las colonias francesas de América. Una jugada brillante (al parecer). Más tarde, en 1719 el Banque Generale se convertiría en el “Banque Royale”, el Banco Central de Francia. Con esto dio fin a los 33 meses de disciplina monetaria y echaría andar a todo motor la imprenta de dinero.

Balance de la Compañia de Mississippi

De la impresora a la bancarrota

Apenas unos meses después, decidió unir a la Compañía China y a la Compañía de Mississippi en una sola y decidió recaudar capital lanzando más acciones al mercado: 50,000 a un precio de 500 libras. Al momento de la venta, el precio de las acciones aumento a un precio de 650 libras, precio que fue inflado por los billetes emitidos por John Law, que compraba acciones al por mayor: 19 millones en Enero, 20 millones en Febrero, 71.9 millones en Abril y 50 millones en junio. Entre más subía el precio, la gente más se interesaba y compraba acciones con los títulos de deuda del Estado francés.

Balance del Banque Royale

En julio de 1719 la compañía necesitaba más capital para conseguir el derecho de explotación de minas, por lo que sacó otra ronda de acciones por 1000 libras cada una. Estas solo podían ser compradas si tenías 4 acciones de la ronda anterior, que además, se podían comprar a crédito. Por supuesto, Law seguía imprimiendo más dinero para comprar acciones para volverlas más atractivas al ascender la ganancia de capital de los tenedores. Entre tanto, al poco tiempo la Compañía de Mississippi alcanzo la valoración de 5000 libras por acción lo que enloqueció al púbico, el cual siguió comprando. Eventualmente, y debido al auge, la compañía refinanció la deuda a un interés del 3%, aliviando la carga del reino y haciendo carburar la economía, sin embargo esto no duraría por mucho.

Alegoria de la Burbubuja de Mississippi

“Tanto las clases altas como las clases bajas tenía una perspectiva única de riqueza sin límites. Gente de toda edad y sexo, especulaba con los títulos de la compañía del Mississippi” — Charles Mackay

En 1720, el mercado francés comenzaba a sospechar por el repentino auge y algunos comenzaron a vender sus acciones, pero cuando esto pasaba, se anunciaban nuevos privilegios para la Compañía de Mississippi. Por su parte, para evitar la inflación, ya que la oferta de billetes del Banque Royale ya alcanzaba el billón de libras, se había prohibido por decreto tener oro o plata, llegando incluso a confiscar los metales preciosos de los ciudadanos casa por casa. A partir de ahora todas las transacciones solo serían legales con los billetes de John Law.

Todo comenzó a desmoronarse cuando se supo que la masa monetaria impresa por el Banque Royale, que empezó en 1716 con apenas un capital de 3.3 millones de libras, era de ¡2.1 billones de libras en circulación! Esto teniendo como respaldo solamente 28 millones en oro y 21 millones en plata. Las alarmas se encenderían entre los más listos.

Ya ni hablar de la Compañía de Mississippi, que prometió sacarle provecho a las riquezas de América y China, apenas y producía dinero. La mayor parte de sus escasas ganancias venían de la deuda que le reestructuro al Estado. A pesar de que Law sabia esto, siguió emitiendo acciones y comprándolas con dinero impreso, hasta que llegaron a un precio de 9000 por acción, lo que equivalente a una rentabilidad 1900%, en Junio de 1720, cuando todo empezó a desplomarse.

Intento todo para evitar la caída, hasta que días después fue puesto bajo arresto domiciliario por el regente de Francia. Meses después, en Diciembre, el sistema de John Law fue eliminado, llevándose ¾ de las ganancias durante el boom, dejando a Francia en la miseria.

Alegoria de la Burbubuja de Mississippi

Lo más triste de este suceso es que no solo afecto a los tenedores de acciones (que era la mayor parte de la población) evaporando sus ganancias, pues los efectos de la inflación se hicieron notar en todo el reino, arruinando, como Law predijo, a la gente menos afortunada.

Indice de precios de Paris bajo el sistema de John Law

“Aquí yace el escocés célebre,

Calculador sin igual

Quien por reglas del álgebra

Llevó a Francia en el hospital”

—Epitafio de John Law

South Sea Company: Lo mismo paro más barato

Alegoria de la Burbuja de South Sea Company

Parecerá mentira, pero en este caso a la realidad supera la ficción, ya que la burbuja del Mississippi en Francia, y la burbuja de South Sea en Inglaterra pasaron al mismo tiempo y fueron causadas de la misma manera, casi al compás.

Balances del Banco de Inglaterra y South Sea Company

Como dijimos, Law se inspiró en el Banco de Inglaterra para crear la compañía del Mississippi, copia de South Sea, que tambien tenía un monopolio del comercio por parte de la corona inglesa, solo que estos tratos los tenían el sur de América con la corona española, como su nombre lo dice. De hecho el mismo Banco de Inglaterra fue creado tambien para refinanciar a la corona después de la Guerra de Sucesión Española.

Banco de Inglaterra

Todo operaba de la misma forma: la compañía emitía acciones que solo podían ser compradas con los títulos de deuda que tenían en jaque al reino. El banco de Inglaterra recompraba acciones de South Sea para que las acciones subieran como la espuma con dinero recién impreso y así, lograr que los acreedores cambiaran sus títulos por las acciones. South Sea refinanciaba a la corona a un interés más bajo y todos ganamos. Así hasta la extenuación. Irónicamente, cuando nadie esperaba el crash de ninguna de estas empresas, en una ocasión a South Sea le llamaron “La Compañía del Mississippi inglesa” porque John Law supero por mucho y más rápido a la primera.

¿Cómo la compañía de Mississipi supero a South Sea, si esta se creó primero?

Accion de South Sea Company

Pongámoslo simple; Law le puso asteroides al esquema. Mississippi en su punto más alto alcanzo una rentabilidad del 1300%, en cambio South Sea solo el 900%. Lo cierto es que el Banco de Inglaterra era disciplinado, jamás emitió más masa monetaria del valor de su capital, en cambio el Banque Royale agoto la tinta. De hecho, al final de la burbuja, el Banco de Inglaterra y South Sea estaban compitiendo por la ultima refinanciación de la corona. South Sea ganó relegando al Banco de Inglaterra impidiendo que se imprimiera más dinero para rescatar a la misma y prolongar la burbuja como hizo Law, que junto a la Compañía de Mississippi y al Banque Royale. El último y más importante diferenciador fue la política de moneda de curso legal: Inglaterra no prohibió el uso de metales preciosos, por lo cual sus ciudadanos pudieron refugiarse en el oro y la plata y así, salir mejor parados que los franceses, pero eso no impidió que un porcentaje significativo se fuera a la ruina, como el célebre Isaac Newton.

“Puedo calcular el movimiento de los cuerpos celestes, pero no la locura de la gente” — Isaac Newton

¿Es Bitcoin la burbuja del Mississipi o la de South Sea?

Si llegaste hasta aquí tú mismo te darás cuenta que ambas cosas no tienen comparación alguna. Las compañías que estudiamos en respectivas burbujas prometían riquezas sin fin de América, ya sea por la explotación de metales preciosos que nunca se logró y el comercio marítimo entre España e Inglaterra, que nunca se extendió más allá de un galeón al año por parte de South Sea. Bitcoin no promete nada de lo que ya es: Un activo intangible de fácil transacción, con seguridad criptográfica y que puede ser utilizado como reserva de valor, pues nadie puede aumentar su oferta. Ningún banco está detrás de este para inflar su precio y sacar un beneficio más allá de la especulación. Es de hecho, un activo anti bancario (en su forma tradicional) y por consecuencia un “activo anti burbujas”, debido a su inelasticidad monetaria.

¿Por qué Bitcoin es un activo anti burbujas?

Una duda que será resuelta en el próximo capítulo.

3ª Parte:

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Javier Saviñon

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