“Ifigenia” es la novela venezolana que todos deberíamos leer ahora mismo

Mike Narvaez
3 min readJul 24, 2019

Nos muestra una historia de amor y desamor en una sociedad influenciada por la corrupción y el estatus social

La novela de María Teresa De La Parra fue adaptada a la televisión (Foto: Internet)

Ifigenia es una de las novelas más importantes de la literatura venezolana y sin embargo, pareciera haberse perdido en el tiempo. La historia escrita por Teresa De La Parra, publicada en 1924, se centra en María Eugenia, una joven de padres millonarios nacida y criada en Europa, hasta que sus padres mueren.

Tras la muerte de sus progenitores, la joven se ve forzada a regresar a Venezuela para vivir con su abuela y compartir con el resto de su familia, quienes incluyen sus tíos y sus primas. Desde el momento que pisa por primera vez el país, la historia convierte a Venezuela en un exótico, hermoso y caótico contraste para María Eugenia. A través de sus ojos, vemos un país donde los ricos gozan de los más grandes lujos que se puedan conseguir, mientras que los pobres no tienen acceso a ciertas necesidades básicas.

La familia de María Eugenia no es pobre, pero no alcanza a tener el nivel de lujos a los que ella, o Ifigenia — la novela les dice luego porque escoge ese nombre — está acostumbrada. Al verse envuelta en este círculo de aburrimiento, decide escribir sus experiencias en un diario secreto y de allí nace la novela.

Debido a que la historia es contada desde el punto de vista de la protagonista, solamente vemos el desarrollo de los distintos personajes desde su perspectiva. La novela no es una historia de amor, aunque tiene elementos de amor y desamor, es más bien una historia de conformismo y de cómo las mujeres de aquella sociedad escogían a sus parejas por obtener un estatus social, habiendo dejado a un lado los deseos del corazón.

La novela nos muestra una sociedad dividida: ricos por un lado y pobres por otro. Vemos también que la corrupción es una protagonista silenciosa en la historia y que los personajes más adinerados son aquellos con grandes contactos gubernamentales.

Vale recordad que al momento de la publicación, el relato tuvo un impacto tan fuerte en la sociedad venezolana y en el mundo literario, que el dictador de Venezuela en aquel momento, Juan Vicente Gómez, quien no sabia leer o escribir, forzó a la autora a abandonar Venezuela.

Como venezolano, leer esta historia es darse cuenta que la sociedad venezolana ha cambiado muy poco: por un lado, la corrupción gubernamental sigue siendo una constante, y la pobreza y la desigualdad son cada vez más evidentes.

Lo más importante, sin embargo, al menos, para mi, son las siguientes palabras que María Eugenia escribe en su diario, las cuales podrían resonar en el corazón de todos aquellos que escriben para vivir o escriben para soñar:

“Cuando estoy encerrada en mi cuarto, no leo; ¡escribo todo aquello que se me antoja, porque el papel, este blanco luminoso papel, me guarda con amor todo cuando le digo y nunca, jamás, se escandaliza, ni me regaña, ni se pone las manos abiertas sobre los oídos!..”

--

--

Mike Narvaez

Journalist and content writer with a passion for literature (Eng). Periodista y redactor de contenido con una pasión por la literatura (Esp).