¿Qué es FOSTA/SESTA? Y por qué todos deberíamos saberlo.
Voy a intentar explicar, para la gente que no tiene idea, de qué se trata la legislación americana llamada FOSTA/SESTA, que ya entró en vigencia hace poco más de un año. Sé que hay relativamente bastante material sobre el tema para quienes quieren buscar, pero también he visto que no hay demasiada cosa en español, y también soy consciente de que el usuario promedio de Internet es bastante holgazán para investigar por su cuenta; incluso para usar el traductor de Google, que ha mejorado muchísimo en estos últimos años. También, entre el poco material que he visto en mi idioma, he visto que muchas veces se centra en elementos específicos afectados por esta ley, pero lo que quiero intentar es que entiendan por qué esto nos afecta a todos los usuarios de Internet, y por qué.
¿Qué es FOSTA/SESTA?
Vamos a empezar por lo básico: qué significa. FOSTA es la sigla de Fight Online Sex Trafficking Act, y SESTA es la de Stop Enabling Sex Traffickers Act. El propósito de esta ley aprobada por el presidente Donald Trump el 11 de abril de 2018, es el de combatir la trata de personas con fines de explotación sexual y su oferta en Internet. Hasta ahí suena todo muy bien. Entonces, ¿por qué tantas personas estamos en desacuerdo con dicha ley? Bueno, en primer lugar esta ley está redactada a partir de la premisa de que trabajo sexual y trata de personas son exactamente lo mismo, cuando en un caso existe el consentimiento y en el otro no. Y el problema es que en este caso FOSTA/SESTA no solamente no hace nada por combatir la trata, sino que en el camino también perjudica a todos aquellos que ejercemos algún tipo de trabajo sexual.
La censura
Este es el problema principal, y el motivo por el que estoy escribiendo este artículo que he estado pensando escribir desde hace casi un año, que fue cuando empezó todo. Pero a pesar de que haya pasado bastante tiempo, mucha gente no tiene ni la más mínima ida de qué es lo que está sucediendo con respecto a la censura.
¿Te ha pasado que, de un día para el otro, te cerraron la cuenta de Instagram , sin date explicación alguna? ¿De decir algo “controversial” y que Facebook te suspenda de publicar por una semana? Tal vez pensaste que alguien la reportó, como sí era común que sucediera hace unos años. Pues ahora no hace falta que nadie te reporte nada, sino que los algoritmos de las redes sociales hacen que determinados contenidos sean dados de baja automáticamente. Sobre todo si está relacionado de alguna manera al sexo, pero no exclusivamente estos temas son blanco de la censura en Internet. Ahora explicaremos por qué:
Se supone que bajo FOSTA/SESTA está prohibida la solicitación, facilitación y/o promoción del trabajo sexual dentro de los Estados Unidos. Que en realidad para las leyes americanas es solamente prostitución y pornografía y ambas cosas son ilegales, dependiendo del estado. Por ejemplo en Nevada sí es legal la prostitución en burdeles, pero FOSTA/SESTA tiene relevancia a nivel federal, o sea en todo el territorio nacional. Por lo tanto, cualquier sito web que de alguna manera haga alusión a la prostitución, estará cometiendo un delito federal. Y por supuesto, para ellos eso es el equivalente a trata de personas, aunque no lo sea. Anteriormente los sitios web y redes sociales estaban exentos de responsabilidad con respecto al contenido que publicaban sus usuarios, pero FOSTA/SESTA al entrar en vigencia deroga la sección 230 de la Ley de Comunicaciones y Decencia de 1996, que dice: “Ningún proveedor o usuario de un servicio informático interactivo debe ser tratado como el editor o el locutor de cualquier información proporcionada por otro proveedor de contenido de información”. Esto significa que ahora los sitios web (como por ejemplo, Facebook, o sitios de anuncios) sí son responsables de que sus usuarios infrinjan la ley, por lo que se ven obligados a poner normas aún más estrictas para evitar que los usuarios publiquen contenido inapropiado. Esto obviamente provoca que las redes sociales y cualquier sitio web tenga que monitorear exhaustivamente el contenido de sus usuarios para censurarlo. Y obviamente no importa en qué país nos encontremos, ya que sus sedes centrales se encuentran en Estados Unidos: nosotros solo las utilizamos remotamente, pero los términos de uso aplican a todos sus usuarios, independientemente del país.
Trabajo sexual NO es trata
Confundir trabajo sexual voluntario con trata es algo bastante peligroso, ya que al tomar medidas se termina perjudicando también a las trabajadoras sexuales que simplemente están intentando pagar sus cuentas, como cualquier otro trabajador. Ya de por sí las leyes prohibicionistas las empujan más y más a la clandestinidad, por lo que hacen que su trabajo sea cada vez menos seguro. Con la aparición de Internet muchas cosas se volvieron mucho más prácticas y seguras de hacer, y el trabajo sexual no es la excepción. A diferencia de la prostitución callejera, anunciarse de manera online les da otra seguridad a quien trabaja ya que tiene mejores herramientas para conocer a un cliente antes de verlo, filtrar a los clientes que pueden ser peligrosos, e intercambiar información con compañeras para tener una red de apoyo. Si eliminamos esto se está empujando a que estas personas salgan a trabajar “a ciegas”, ya que no van a dejar de ejercer su trabajo, ya sea por mera necesidad o porque sigue siendo la mejor opción para ellas, o ambas cosas. Ya tenemos unos cuantos ejemplos en la historia que nos ilustran que prohibir algo nunca es buena idea, ni soluciona un problema de raíz.
Esto ha provocado incluso más problemas para detectar las redes de trata, ya que la policía reclama no tener manera de seguir el rastro a las mafias si las plataformas de anuncios ya no existen. Entonces uno se pregunta si realmente esta ley busca lo que está proclamando, o no.
Sitios afectados
Los primeros sitios en caer fueron Backpage (página de avisos clasificados eróticos), y la sección de anuncios personales en Craigslist (anuncios clasificados en general). Luego muchos foros como Reddit también eliminaron tópicos de índole sexual por precaución. Y, por supuesto, todas las redes sociales con dominio estadounidense siguieron sus pasos, volviendo aun más estrictos sus términos de uso.
Esto en realidad no es nada nuevo: desde hace varios años plataformas como Facebook han dado de baja cuentas con contenido sexual. Desde aproximadamente el año 2011 yo tenía perfiles dedicados a temas como BDSM y trabajo sexual, y un día iba a ingresar a mi cuenta y me aparecía el mensaje de que había sido inhabilitada. Sin dar motivos, sin avisos previos, sin derecho a reclamo alguno. Claro que en ese entonces no había manera de comprobar nada, y ahora no solamente lo expresan de manera explícita sino que la ley los ampara. Cabe aclarar que muchas veces eran cuentas sin ninguna fotografía, ni nada que pudiera parecer inapropiado. El récord que tuve fue una cuenta de Facebook que me duró menos de 24 horas, y a la que no le había subido contenido alguno.
Muchas veces escuchamos hablar de personas cuyas cuentas o posts han sido dados de baja, y la mayoría de las veces tienden a adjudicárselo a otros usuarios que reportan algo que no les agrada. Y si bien es algo que también sucede, hoy en día no es necesario ya que los algoritmos de las redes sociales están diseñados para detectar palabras clave y dar de baja contenido que pueda infringir la ley. Como mencioné anteriormente, esto ocurre desde antes de FOSTA/SESTA, por lo que está más que claro que su principal fin no es combatir la trata sino censurar todo discurso que salga de la norma.
Ya sabemos que el término “Trabajo sexual” engloba a todos aquellos trabajos en los cuales se utilice el capital erótico; esto incluye a terapeutas y educadores sexuales, a los cuales las empresas de procesamiento de pagos online han dejado desamparados porque ya no trabajan con contenido relacionado a lo sexual. Entonces esto nos hace pensar que el “daño colateral” de esto tal vez sea también el motivo original de FOSTA/SESTA: censurar toda fuente de información y de trabajo independiente que se encuentre (o intente) fuera del “sistema”.
Algunas excepciones
También muchos de los que estén leyendo esto se pregunten por qué algunas personas publican contenido erótico y/o sexual sin ser silenciados. Los motivos pueden ser varios: uno de ellos es que el dominio principal de dicha plataforma esté alojado fuera de los Estados Unidos, donde la ley ya no tiene competencia y se rige por las normas del país en cuestión. Muchos sitios por ejemplo han recurrido al hosting en Suiza, por sus leyes estrictas en cuanto a la protección de la privacidad del usuario. También muchas personas han reemplazado el clásico Gmail por el servicio de correo encriptado Protonmail, ya que Google tampoco está a salvo: modelos y creadoras de contenido erótico se han encontrado con que muchas de sus fotos y videos desaparecieron de Google Drive de la noche a la mañana.
Al parecer tampoco se ven afectadas las productoras de la industria mainstream de la pornografía, como es el caso de Mindgeek (empresa propietaria de los sitios PornHub, RedTube y YouPorn y productoras como Brazzers). Estos sitios y los actores que allí trabajan tienen cuentas en diversas redes sociales sin problemas, e incluso operan con medios de pago electrónicos como PayPal, el cual siempre ha prohibido su uso para todo lo relacionado al trabajo sexual. Lo que nos lleva nuevamente a lo que mencionamos anteriormente: el problema son los trabajadores sexuales independientes.
Por otra parte, también tenemos a aquellos sitios donde no se oferta trabajo sexual, como desde donde les escribo, y otros sitios de notas. También está el caso de Fetlife, la red social dedicada al BDSM cuyos propietarios deciden asumir el riesgo, ya que es un territorio escabroso cuando no hay una línea definida entre lo que es consensuado y lo que no. La hay, por supuesto, pero visto desde fuera es difuso y ante la duda, muchos optan por censurarlo.
Lo mismo pasa con celebridades tales como las famosísimas hermanas Kardashian, y muchas más que tampoco parecen verse afectadas por la censura.
Dejando un precedente
Ya de por sí es bastante preocupante lo que viene sucediendo, sobre todo en mi caso como trabajadora sexual independiente estoy viviendo de cerca sus consecuencias. Constantemente nos quitan nuestras distintas fuentes de ingresos (como cuando cerró Firstchoice Pay, que si bien no hay relación comprobable, fue en los días en que FOSTA/SESTA se aprobó), y nos expulsan de las redes sociales, quitándonos así recursos para publicitarnos y trabajar (como cuando eliminaron mi cuenta de Vero, red que supuestamente era más permisiva con todo lo que fuera contenido erótico… siempre y cuando no cobremos por ello, por lo visto).
Entiendo que no les importe, de por sí las trabajadoras sexuales no les interesamos al público en general. Pero el motivo por el que me tomé el tiempo de escribir este artículo (y al que iré agregando más información a medida que la encuentre) es para generar conciencia de que estas cosas nos afectan a todos. Al menos por mi parte, considero que es bastante peligroso dejar que las plataformas sean responsables del contenido que publica un individuo particular, es como derrumbar una casa porque tiene un problema de insectos. Además de que se le está dando el poder de controlar y censurar arbitrariamente opiniones, y se sienta un precedente no muy agradable.
También se ven censurados contenidos de temática LGBT, protestas, ciertos asuntos de índole política y social… Casualmente son opiniones que tienden a ser disidentes al discurso normativo, en el ámbito que sea. Microsoft el año pasado comenzó a censurar palabras ofensivas en Xbox Live y también en Skype, y vagamente menciona que también podría censurar desnudos. No se sorprendan si están haciendo una videollamada con sus parejas (Yes, I know what I mean…) y desactivan su cuenta de Skype.
Problema de todos
Por estas cosas es necesario ver todo el panorama y entender que esto no solamente afecta a quienes trabajamos con nuestra sexualidad, sino a cualquier persona. Que no importa que pongas tu cuenta de Instagram en modo privado, ya que los algoritmos pueden detectar alguna palabra clave y te pueden dar de baja tu contenido. Lo mismo pasa con los mensajes privados, a excepción de Whatsapp, por ejemplo. Lo mismo con subir una foto sensual, por más que esté lo suficientemente cubierta. Puede pasar que cierto contenido pase los filtros, pero tampoco es garantía de que en ningún momento nos lo den de baja. También ocurre (como es el caso de Twitter e Instagram) que si bien no se dan de baja posts o cuentas, ocurre lo que se llama Shadowban. Esto significa que tu contenido sigue online, pero se limita su visibilidad. Muchas veces no aparece en la búsqueda de los hashtags, o en el feed principal, sino que se ve solamente ingresando al perfil del usuario. La censura es sutil ya que a la vista no parece haber nada raro, pero otros usuarios pueden no estar viendo tu contenido, lo que afecta enormemente el alcance; y en el caso de trabajar con las redes sociales, también la publicidad y por ende, los ingresos.
Muchas veces hablamos de libros como 1984 o Fahrenheit 451 y nos parece pintoresco, hasta incluso paranoico, el panorama distópico donde reinan la censura y el control, y donde nadie parece darse cuenta de lo que está sucediendo, o no le importa. E incluso mucha gente se ha conmovido últimamente con la serie The Handmaid’s Tale porque les parece horrible que las personas más conservadoras tengan pánico al sexo y decidan controlar lo que las mujeres hacen o no con su cuerpo. Bueno, creo que es hora de que nos demos cuenta de que la realidad supera a la ficción, y que no estamos tan lejos de esa distopía futurista de la que tanto nos gusta hablar en un bar con cervezas de por medio.
Por eso creo que es de vital importancia que nos demos cuenta del clima social y legal que existe en Internet hoy en día. Y no caer en prácticas que alimenten aún más al gigante de la censura, como reportar cuentas que no nos agraden. No hagamos eso, por favor. La cosas se cambian desde la educación, la comunicación y la información, como intento hacer desde esta nota. Nunca coartando la libertad de expresión, por más en desacuerdo que estemos con la opinión del otro. Las personas que impulsaron y siguen apoyando FOSTA/SESTA pretenden “protegernos” y a la vista están los resultados: han hecho nuestras vidas más complicadas. Y ya que parece haber llegado para quedarse, lo mejor es trabajar en alternativas para “volar fuera del radar” y estar informados.
