Su aroma

María Jesús
1 min readDec 12, 2016

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Sus besos huelen a jazmín, su mirada a la tierra mojada cuando llueve. Sus abrazos al calor del sol, y su piel tiene el aroma de la ternura.

Te despiertas por la noche y lo ves dormir a tu lado, no puedes evitar tocarlo para comprobar que es real, que no es un sueño. Y a pesar de todo, de su tacto, de su olor, aún piensas que solo es fruto de tu imaginación, que tus sentidos te engañan.

Te recreas en cada momento, cada minuto a su lado, cada palabra susurrada, cada caricia recibida.

Sus palabras, cada palabra que sale de sus labios tiene un aroma distinto, dulce, agradable, en ocasiones divertido, y siempre, siempre tierno. Aroma como a pan recién horneado, como a galletas cocinadas por tu hijo pequeño, como si con cada sílaba mezclara los ingredientes de una tarta de cumpleaños.

Y su risa huele a miel, huele al campo en primavera, cuando las flores estallan en todos los colores de la paleta de un pintor. A fiesta, a poesía y a canciones de Cohen una tarde de tormenta.

Sus caricias huelen a un día de vacaciones de verano, a playa, a tu libro favorito bajo la sombrilla, a protector solar y cerveza bien fría.

Y se acaba el día, oscurece y se va. Pero te queda su olor.

Este relato es una colaboración para #Relatos Olores dentro de la iniciativa de @divagacionistas

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María Jesús

Ingeniera a ratos, aprendiz de todo. Intentando mantenerme en pie. Siempre a tu izquierda.