Los espejismos del gobernador científico
IN ENGLISH: The Smoke and Mirrors of the Governor Scientist
Dicen que la ruta hacia el infierno está plagada de buenas intenciones. En el caso Ricardo “Ricky” Rosselló Nevares, la ruta a la La Fortaleza estuvo plagada de espejismos.
Allá para 2012, Ricky regresó a Puerto Rico para aportar su peritaje científico, según decía. En medio de señalamientos de que carecía de los méritos, que recibió trato preferencial, y de que su nominación fue nebulosa, Ricky fue nombrado catedrático auxiliar en el Recinto de Ciencias Médicas.
Más de uno cuestionó si su contratación era un mero paso para allanarle el camino a la gobernación. Año y medio después, Ricky renunció a la UPR sin haber establecido ni cátedra, ni laboratorio. En septiembre de 2015, Ricky anunció su candidatura para ser Gobernador de Puerto Rico.
El gobernador prometió transparencia y liderar utilizando su entrenamiento científico. Sin embargo, algunas de las primeras acciones de su administración fueron para desestabilizar dos de las instituciones científicas más importantes del país. A seis meses del comienzo de su cuatrienio, Ricky y la Legislatura quisieron descabezar y poner el Fideicomiso de Ciencia, Tecnología e Investigación, la organización sin fines de lucro encargada de promover el desarrollo económico de Puerto Rico mediante la ciencia y la tecnología, a la merced de intereses partidistas.
Casi al mismo tiempo, Ricky intentaba desmantelar el Instituto de Estadísticas, encargado de recopilar y producir las estadísticas de Puerto Rico. El gobernador destituyó a miembros de la junta de directores de Instituto de manera ilegal e buscó consolidar al Instituto bajo el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio. Peor aún, a principios de 2017 el entonces asesor de comunicaciones del gobernador le pidió al ex-director ejecutivo del Instituto, que mintiera sobre proyecciones económicas para hacer lucir bien a la administración.
Y entonces llegó el huracán María, que devastó al país y también acabó de una vez y por todas con el espejismo del gobernador científico. Ricky decidió ignorar los datos, porque eran inconvenientes. Por largos meses ignoró la verdad y el dolor del pueblo, pretendiendo que sólo habían muerto 64 personas.
Podemos trazar una línea directa entre María y la primavera boricua del verano de 2019 que vivimos (gracias Ana Teresa Toro). María comenzó a desmoronar la mayor ilusión de todas: que sólo el gobierno puede resolver nuestros problemas. María nos despabiló del “¡ay bendito!” y “pues, así son las cosas aquí.”
#RickyRenuncia le dio la vuelta al mundo. Por dos semanas consecutivas, y de las maneras más creativas, Puerto Rico le envió un mensaje contundente a Ricky y a los hombres — porque la mayoría han sido hombres — como él, miembros de una burguesía criolla con ínfulas de mesías: basta de saquear al país con impunidad.
Al filo de la medianoche, el 24 de julio de 2019, Ricky finalmente admitió que había llegado al final de su ruta con el anuncio de su renuncia. Los espejismos, que no son más que ilusiones ópticas que engañan a nuestros cerebros de manera pasajera, ya no deslumbraban a nadie. Puerto Rico dejó de creer en la mentira centenaria de que no tenemos potestad de exigir y crear cambio.