No todo se resuelve con el Club de las 5 am

Nicolás Ignacio Gómez Espejo
7 min readMay 2, 2023

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La historia del mago y los dados

Imagina a un joven mago 🧙 de 20 años transmitiendo en TikTok tiradas de dados todos los domingos.

Siempre hace lo mismo: enciende la cámara del celular, comienza a grabar, hace un chasquido de dedos 🫰 y luego lanza dos dados 🎲.

Lo interesante es que SIEMPRE saca dos 6 seguidos. Luego de dos años, nunca ha fallado.

En una entrevista, el joven menciona que todos los días se despierta a las 5 de la mañana (porque leyó el Club de las 5 am), hace 50 chasquidos de dedos para partir su día y lanza los dados durante 1 hora.

Se enojó un poco cuando el entrevistador le dijo que tenía suerte, ya que sintió que estaban desmereciendo su esfuerzo.

Además, el joven se defiende diciendo que es difícil que sea solo suerte, porque entrena mucho y es imposible que haya acertado durante todo este tiempo.

¿Qué crees de esta historia? ¿Fue suerte o esfuerzo? ¿Cambia algo si te dijera que el joven no es mago?

Seamos realistas. Mucha gente comenzaría a hacer chasquidos 🫰 como cávala antes de distintas acciones, para así asegurar el éxito.

Cualquiera que recuerde algo de estadísticas encontrará esta historia curiosa, falsa o quizás graciosa.

Sin embargo, muchas veces nos enfrentamos a historias de “éxito” que cumplen una mecánica parecida e incluso mucho más compleja (con más factores que un simple dado). Y sí que nos devoramos esas historias, ¿no?

¿Fue suerte o esfuerzo?

“No es suerte, es tu esfuerzo” dice una publicación en LinkedIn con miles de reacciones y comentarios.

Cuando nos cuentan historias de éxito, la persona en cuestión atribuye gran parte de sus hazañas al esfuerzo, a sus habilidades y a sus pocas horas de sueño.

Nos olvidamos de todas aquellas personas que siguieron exactamente los mismos pasos, se desvelaron la misma cantidad de noches y, aun así, no lo lograron (sesgo del superviviente).

Lo entiendo. Queremos ser capaces de forjar nuestro propio destino y ser merecedores de nuestros logros.

El problema es que muchas veces quitamos a la “suerte” de la ecuación, o mejor dicho, somos muy ingratos con ella. Por ejemplo, en los juegos, la culpamos cuando nos va mal, pero cuando las cosas nos salen bien, fue por nuestro mérito 😅.

Creo que la suerte, o mejor dicho, el “azar”, tiene un efecto más grande del que podemos imaginar. Hay un proverbio chino que representa muy bien esta idea:

«El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo».

Una vez que las cosas pasan, es fácil hacer ingeniería reversa y armar una historia que sea coherente con nuestras creencias y como vemos el mundo. Pero, ¿es esa historia cierta? ¿Qué tanto de los sucesos ocurrieron por el aleteo de una mariposa? ¿Qué tanto fue por tu propio aleteo? ¿Eras consciente de tu aleteo o simplemente pasó?

No tengo respuesta para estas preguntas. Sin embargo, pienso que el foco en “suerte vs. esfuerzo” es el equivocado. ¿Qué importa si tuve suerte o si fue mi esfuerzo?

A continuación elaboraré en otros enfoques que podemos darle a esta pregunta.

El mundo es más aleatorio de lo que imaginamos

Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes

Hay muchas situaciones en la vida real donde el resultado es aleatorio. Eso significa que, aunque hagas lo mismo mil veces, puedes obtener resultados diferentes (en contra de la frase anterior, atribuida a Einstein).

El proceso de búsqueda laboral, el éxito de un emprendimiento o encontrar clientes como freelance, son algunos ejemplos.

Alguien podría decirme: “OK, Nico, entonces voy a dejar de arreglar mi CV porque sea lo que sea que haga, quedaré en un trabajo por aleatoriedad”.

Mi respuesta es simple: decir que hay azar en las cosas es diferente a decir que te puedes quedar viendo televisión todo el día.

Para ganar un juego que tiene azar, tienes que jugar. La clave está en que hay acciones dentro del juego que te permiten tener más probabilidades de ganar.

Más oportunidades = Más suerte

Hasta ahora ya vimos que el debate de “suerte vs. esfuerzo” no tiene sentido, que el mundo es más aleatorio de lo que imaginamos y que esto no implica que podemos ser perezosos y esperar sentados por nuestra oportunidad.

Ahora me gustaría comentarte sobre un concepto llamado “Luck Surface Area” (“superficie de la suerte”) que lo he leído bastante el último año:

«Luck Surface Area» (LSA) es un término utilizado para describir la idea de que cuantas más oportunidades tenga una persona en la vida, más probable es que tenga suerte— ChatGTP 🤖

De esta forma, si somos capaces de crear más oportunidades para nosotros, vamos a aumentar la probabilidad de tener suerte, es decir, de que ocurran eventos fortuitos que nos beneficien.

¿Cómo podemos aumentar las oportunidades? ¿Cómo maximizamos la «Luck Surface Area»?

¿Cómo crear tu propia suerte?

Patrick McKenzie en el año 2013 tweetió:

One of my favorite metaphors: luck surface area = Doing * Telling. The more you have, the more opportunities find you

Las oportunidades van apareciendo a medida que hacemos cosas interesantes y le contamos al mundo sobre ellas.

Esto lo puedes hacer sin parecer un vendedor telefónico que quiere que te cambies de compañía de plan.

A continuación te daré dos ejemplos.

1) Ser estratégico en cómo te presentas

Si tienes que hablar en público, es una buena oportunidad para hacer un poco de marketing.

En mi caso, cada vez que doy una charla, digo algo como “programador independiente” y “especializado en plataformas de salud”.

Por ejemplo, en un evento previo a la JSConf Chile, tuve la oportunidad de hablar sobre “Valor vs. Referencia en JavaScript”.

Luego de la charla, un asistente me escribió por LinkedIn porque estaba interesado en que le hiciera una consultoría sobre Salud Digital. Fue la primera venta de ese servicio 🎉.

“Programador en salud” es una descripción genérica, pero mucho más específica que lo que usan otras personas en el rubro. Por eso creo que va quedando en la mente de las personas.

2) Participar en comunidades

La forma típica de buscar trabajo es entrar a un portal de empleo, filtrar los anuncios y luego enviar tu CV. ¿Sabías que hay muchas otras formas?

Una de ellas es participar en comunidades online. Puede ser un grupo de Discord, Slack, o incluso Facebook. Cuando participas en aquellos lugares, ayudas a personas y das tu opinión, la gente poco a poco comienza a conocerte.

Puedes quedar en la mente de las personas como “la que hace páginas web” y luego, ellas te recomendarán a ti. O incluso puede que te llegue alguna oportunidad laboral, o quien sabe, la suerte obra de maneras misteriosas.

Todo esto también puede ocurrir en eventos presenciales. Simplemente, hablar con desconocidos y ser curiosos en lo que ellos se dedican pueden abrirte nuevas oportunidades.

3) Conseguir clientes como freelancer

El 2021 presenté sobre cómo partir una carrera de freelancer en tecnología para la 9punto5.

Muchas personas esperaban que dijera algo como “anda a Fiverr o Upwork y busca clientes ahí”. Pero mi enfoque es totalmente distinto:

  1. Decidir qué vas a vender.
  2. Elegir a quién vas a venderle.
  3. Difundir con tus conocidos, amigos y familia.

Esos 3 puntos busca que vendas algo específico, a un cliente específico y que luego sean tus conocidos, amigos y familia quiénes te ayudan a difundir.

El qué y a quién son importantes. Imagina que haces software para el área de salud. El día de mañana, si un conocido tuyo habla con una enfermera que quiere hacer un software clínico, ¿a quién crees que van a recomendar?

Si vendes servicios de manera genérica, es más difícil que se acuerden de ti y que luego te recomienden.

Así que al ser específico en el qué y a quién, estás aumentando tu área de suerte.

Resumen y Palabras finales

En este artículo, vimos que el debate de “suerte vs. esfuerzo” no tiene sentido, que el mundo es más aleatorio de lo que imaginamos y que esto no implica que podemos ser perezosos y esperar sentados por nuestra oportunidad.

Luego seguimos con el concepto de “Luck Surface Area” (LSA), que significa que podemos hacer cosas para aumentar nuestra “área de suerte” y así tener más oportunidades favorables.

Finalizamos diciendo que las oportunidades van apareciendo a medida que hacemos cosas interesantes y le contamos al mundo sobre ellas (LSA = Doing * Telling), y vimos algunos ejemplos concretos de cómo hacerlo.

Cabe destacar que nada de esto asegura que logres el “éxito”. Lo importante es que hay que aprender a jugar el juego de la suerte y tirar los dados, ya que si no lo haces, (casi) nada pasará.

Referencias y lecturas recomendadas

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