EL VIEJO, EL NIÑO Y EL BURRO
Había una vez un anciano que vivía con su nieto en un pequeño pueblo. Tenían un burro, que usaban para transportar cargas y viajar.
Un día, decidieron vender el burro en el mercado de la ciudad vecina. El anciano montó en el burro y el niño caminó a su lado. En el camino, pasaron por algunas personas que comentaron: “Mira a ese anciano egoísta. Montado cómodamente en el burro mientras el pobre niño tiene que caminar.”
Al oír esto, el anciano se sintió mal y decidió cambiar de lugar con el niño. Ahora, el niño montaba el burro y el anciano caminaba. Más adelante, encontraron otro grupo de personas que dijo: “¡Qué absurdo! El joven saludable montado en el burro mientras el pobre anciano tiene que caminar.”
Entonces, el anciano decidió que ambos deberían montar el burro. Pero, al pasar por otra aldea, la gente comentó: “Pobre burro, teniendo que llevar a dos pasajeros. ¡Qué crueldad!”
Finalmente, el anciano y el niño decidieron cargar el burro. Pasaron por un grupo de personas que se rió y dijo: “Mira a esos tontos. Cargando un burro que podría estar llevándolos a ellos.”
