Uber, la app de los USD 50 mil millones que polemiza al mundo
La aplicación para móviles Uber fue creada en 2009 en la ciudad estadounidense de San Francisco. Sus ideólogos fueron Garrett Camp y Travis Kalanick (quien actualmente se desempeña como CEO de la marca). Desde aquel momento hasta hoy ha crecido exponencialmente: ya está disponible en 120 ciudades de 58 países, con un total de ocho millones de usuarios y un millón de autos disponibles en todo el mundo.
Su éxito se debe a que facilita el transporte en vehículos particulares dentro de las grandes ciudades. El usuario que descarga la app puede pedir un auto Uber que lo irá a buscar al lugar donde indique el GPS de su smartphone, desde el cual podrá chequear la ruta del recorrido, el perfil del chofer que lo conduce, la tarifa, entre otros datos útiles. El costo del viaje solamente puede pagarse con tarjeta de crédito.
Hasta aquí, el servicio parece impecable. Entonces, ¿qué hace esta app para despertar el odio de los taxistas en cada país en el que hace pie? Básicamente, los choferes y autos registrados en el servicio cumplen las regulaciones de Uber, pero escapan a las legislaciones locales ya que no son taxis. La empresa se muestra abierta a negociar con los gobiernos, pero hasta entonces ya ha sido prohibida en varios paises.
Los baches en el camino
En Alemania, luego de varias protestas, un tribunal en Frankfurt sentenció que Uber no cumplía con los permisos necesarios para funcionar en territorio alemán y fue prohibida en septiembre de 2014. En tanto, el servicio llegó a Madrid a fines del año pasado y los taxistas españoles han reaccionado con fuerza: el Poder Judicial ha determinado algunas normas legales que deben seguir los servicios de este tipo que, al ser incumplidas, pueden generar multas de entre 4.000 y 6.000 euros.
Uno de los casos que más resuena en este último tiempo es el de México. En el Distrito Federal, la herramienta cuenta ya con 300.000 usuarios. Con un antecedente el 10 de diciembre de 2014, el último 25 de mayo, los taxistas del DF decidieron cortar el tráfico en protesta de este tipo de aplicaciones. Las consecuencias fueron distintas a las esperadas: Uber regaló hasta dos viajes por usuario durante esa conflictiva jornada, acción que aumentó las descargas de la app en un 800%.
Asimismo, los usuarios mexicanos hicieron escuchar su voz en las redes sociales. Por ejemplo, en Twitter, el hashtag #UberSeQueda tuvo un pico de más de 60.000 tuits ese 25 de mayo y más de 123.000 tuits incluyen este hashtag. Su contracara, #UberSeVa, apenas superó los 3.000 tuits.
Otro de los puntos controversiales de la aplicación es la seguridad. La empresa afirma chequear los perfiles de los choferes con sumo cuidado y, de hecho, viene implementando medidas para aumentar la seguridad y tranquilizar a los usuarios. Sin embargo, la acusación por parte de una usuaria de haber sido violada por un conductor hizo que se prohibiera Uber en India.
Los desafíos
En la actualidad, Uber está valuada en US$50 mil millones, lo que la convierte en la startup privada más valorada del mundo. Sus objetivos financieros están dirigidos a ampliar sus mercados y, quizá, hacer alianzas con otras compañías.
Han invertido en la aplicación gigantes como Goldman Sachs (US$1.600 millones en enero de 2015) o Baidu (el “Google chino”, US$ 600 millones en diciembre de 2014). El mismo Google había aportado US$258 millones en agosto de 2013, antes de empezar a desarrollar su propia app de viajes urbanos.
“Tengo que enfocarme en hacer crecer este negocio para que sea el medio principal de transporte de las ciudades del futuro”, declaró Ryan Graves a la revista Quien. El nuevo director de Operaciones Globales de Uber se sumó al equipo en febrero de este año, es surfer, fotógrafo y licenciado en Economía por la Universidad de Miami. Sus metas: innovar y superar la oposición de los taxistas. ¿Lo conseguirá?
