SPARTA-CRÓNICA

Nicolás De Las Heras
16 min readOct 17, 2021

Para valientes por lo extenso pero en especial para aquellos ultreros que quizás puedan sacar algo positivo para algún día alcanzar los pies del Rey Leónidas.

Y EL PREVIO:

Creo que es importante contar en pinceladas como he llegado hasta aquí y como pienso afrontar la carrera.

Ante la suspensión del campeonato del Mundo de 24 horas de Rumanía, retomo mi inscripción a Spartathlon con la intención de llegar en buena forma. Ya a lo largo del año fui programando la cita de septiembre, bien fuese Rumanía o bien fuese Atenas por lo que llegaba con las piernas y el cuerpo sin lesiones y en buen estado. Los entrenamientos también diseñados poco a poco por lo que llegaba en un gran momento. No estoy como en el Europeo de 24 horas de 2018 donde hice 257 km, ya que entre la neumonía de abril 2019 y la edad que no perdona, he bajado un peldaño.

Para hacer mi previsión de tiempos, calculo que si uno vale 240 kms en 24 h pues aquí 24 h más una hora por cada mil metros de desnivel, así que me propongo 27 h. La verdad que yo tengo reciente 246,5 y creo que puedo tardar un poco menos así que 26 hubiese sido un buen cálculo pero yo no quería ser ambicioso, quería ante todo llegar a los pies de Leónidas.

Otro dato muy importante es que llevaba Asistente, no quería estar solo en esta aventura y quería compartirla con alguien cercano que representara a todo ,el entorno más cercano. @Ivan Gantes, amigo y compañero de Equipo se ofreció y aquí que nos presentamos. Gantes tiene experiencia como asistente y eso para mi será salir con la mayor de las garantías.

Ya por último decir que muchas personas piensan que como vengo del ultratrail el desnivel me beneficiará pero si he tenido buenos resultados en ultrafondo es debido a que no tengo cambios en el cardio lo cual me beneficia. No obstante mis tiradas largas y entrenamientos suelen ser en terrenos con desnivel porque así los disfruto más así que aquí será como uno de mis estrenos pero en versión extendida. Es decir que jugaré como en casa lo cual me hace sentir seguro.

Mi único “pero” para llegar a esta cita es la falta de sueño acumulada esta semana, hemos tenido guardia en la botica y me ha tocado dormir viernes, sábado y lunes que uno nun ye profesional de esto del correr. Para compensarlo he entrenado poquito para no desgastar demasiado este cuerpecillo y la noche previa la verdad que no he pegado ojo aunque si he descansado. No me como la cabeza con este tema, es lo que hay, así que pensando en cafés y Coca-Cola’s para la noche siguiente

Parte 1: ATENAS-CORINTO km 83 AL PIE DEL PARTENON

Atenas 7:00 AM viernes 24/09/2021, parte baja del Acrópolis y nos disponemos a tomar la salida con un día despejado aunque todavía está fresquito.

Suena la bocina y empezamos a correr hacia abajo, estoy avisado de que son bastantes kilómetros a favor y de que debo controlar mis ritmos. Voy por debajo de cinco minutos kilómetro pero sin pasarme mientras veo alejarse poco a poco al pelotón de cabeza, llevaré como unos 25 corredores por delante y en estos primeros kilómetros me adelantarán unos pocos más.

Un momento clave e importante fue en el km 11 cuando por miedo al tráfico desvío mi mirada hacia la derecha para ver como se van incorporando los coches y camiones a la autopista por la que vamos corriendo, tropiezo y me caigo de forma violenta golpeando con el codo y fuertemente con mi cuádriceps femoral izquierdo. Tremendo dolor, se para un corredor y me pregunta si estoy bien, me levanto y me cuesta correr pero enseguida empiezo a dar zancadas y le digo que sí que estoy bien que muchas gracias. Y empiezo a pensar: “Nico, la has cagado”, tantas horas y tantos kms para que una absurda caída acabe con mi sueño. Entonces pienso “no te preocupes”, “ocúpate” y me puse a correr. Todo en su sitio aunque estoy seguro que más adelante me puede molestar en la zancada o aparecer dolor.

Sigo avanzando a mi ritmo de 5:05–5:15 min/km y comiendo y bebiendo según lo programado mientras me acerco al km 43 Megara donde podré ver por primera vez a Gantes, me apetece saber cómo salió del caos de tráfico de Atenas.

Unos kms antes me alcanza Pablo Barnes y corremos juntos. Una tranquilidad para mí correr al lado de un atleta de tanta experiencia y que además está en un estado de forma fantástico pues viene de hacer una brillante CCC.

CP del km 43 Me encuentro con Gantes, me pasa geles y carbohidratos, todo ok. Además puedo saludar a @Juan María Jimenez Llorens y a @Giulio que van cubriendo la asistencia de @Ivan Penalba Lopez.

La idea es ir tomando carbohidratos 250 ml cada hora y un gel o barrita, además de agua cada media hora y así de momento vamos haciendo disciplinadamente.

Continuamos hacia el canal de Corinto km 79, tomamos ya la carretera de la costa que es espectacular pero como mucho sube y baja que nos exige concentración para regular los ritmos. A los pocos kilómetros veo que Pablo no va bien, hoy no será su día y le tocará hacer un plan B para llegar. Así que decido continuar solo, más bien como corro siempre. Empieza a apretar el calor y en cada CP cojo agua para beber un poco y echarme el resto por encima. Voy siguiendo las marcas del camino pues los que me preceden van muy lejos. Aparece @Marisa Lizak, la record Woman Usa de 48 h con 391 kms. Es una gran referencia para mí ya que es indiscutible que sabe marcar el ritmo durante muchos kilómetros así que la sigo aunque se me va escapando poco a poco pero la vuelvo a alcanzar cuando para a rellenar agua.

Llego al tercio de carrera, Corinto y a un par de kms del canal está el avituallamiento km 83. Paro un poquito a comer y beber y recargar geles etc. Ya van poco más de 7 horas de carrera, 20 minutos mejor que nuestras previsiones. El calor aprieta aunque de momento todo en orden. Entro en el CP el 19 pero al salir un espectador me dice que voy el 14. Da igual, toca seguir poco a poco para buscar un Top 10 soñado.

PARTE 2: CORINTO-NEMEA km 122

Aquí ya nos alejamos de la costa y el paisaje es bastante feo y aburrido, por suerte a los 5 km adelanto otro corredor y un poquito más adelante veo a mi amigo Fernando Soriano. Cuando la alcanzo le ánimo a intentar ir juntos pero me dice que tire. Nos deseamos suerte y sigo ruta.

Aquí hay unos kilómetros de falso llano hasta el kilómetro 100 y de ahí una subida larga hasta el kilómetro 123 donde tengo una bolsa de vida aunque en condiciones normales estará Gantes. La subida me sorprende porque es muy suave y agradecida lo cual me anima. Alterno posiciones de nuevo con la corredora americana y en este tramo también con un par de corredores más. Pero al llegar a la mitad me vuelvo a quedar solo y así con paciencia alcanzo la mitad de carrera Nemea en unas 11 horas y media.

Y estallan las alarmas, Gantes me dice que el coche falla y que probablemente no me pueda acompañar más en lo que queda de carrera. Creo que reaccionó bastante bien y le digo que si @Fernando Soriano va a correr en autosuficiencia, yo lo tengo que intentar.

Abrimos las bolsas y en ese momento me recordó las películas de Rambo cuando se carga de armamento, que si pásame la térmica, los manguitos, cinta porta dorsal, frontal, el de repuesto, que si media docena de geles etc, Todo ello repartido entre mi cinturón y Menos mal que me puse un pantalón con bolsillos, los llevaba llenos como si viniese de robar magdalenas, nos reímos por no llorar, abrazo y me piro. Me dicen que voy el 11, vamos!!!

PARTE 3: NEMEA-NESTANI km 172

Cuando pasan un par de kilómetros adelanté un corredor que le reconozco porque fue el cuarto en 2019 y por fin entro en el Top 10 pero no pasan ni 500 metros me adelanta como una bala la bicampeona de Spartathlon, la húngara @Maráz que al poco también adelanta a Lisak.

En este momento kilómetro aproximadamente 130 me dispongo a vivir en directo una lucha encarnizada entre ambas corredoras, la húngara tirando y la americana intentando enlazar. Nos metemos en una zona de viñedos por una pista ancha de tierra en una larga subida. En un CP que hay debajo de un puente cojo un isotónico, muchísimo gas y con sabor tropical. La verdad que me sienta como un tiro pero bueno, a lo mío. Empieza a anochecer y a llegar al alto saco por primera vez el móvil que llevaba en modo avión para llamar a la familia y tranquilizarles por si estaban al corriente de que ya no tendría ayuda. Hablo con Maite y le digo que voy bien, que al menos hasta el kilómetro 159, la base de la montaña, estoy seguro que voy a correr. También mando un audio a mi grupo de asistencia, Manu, Isaac, Peci para decirles lo mismo, que empieza la noche y aunque voy lógicamente cansado, tengo buenas sensaciones. Eso si, la pierna me duele en las bajadas.

Llego al CP 40 km 140.

El isotónico le ha jugado una mala pasada a mi estómago pero este control está en un bar y veo al fondo un WC al cual me dirijo rápidamente. En casa revisando los tiempos, en este control perdí únicamente tres minutos y medio por lo que os aconsejo que cuando necesitéis parar al baño, no os preocupéis que la pérdida de tiempo es muy escasa y os aseguro que merece la pena jajaja.

Al salir bebo un par de vasos de Coca-Cola y cojo una botella de agua y continúo otra vez solo. Al llegar al kilómetro 149 me encuentro de nuevo con Gantes lo cual me llevo una alegría tremenda, y me tiene otro caldo y me dice que me abrigue. Ya le explico que de momento voy bien. Me das varias indicaciones de cómo es el puerto, como algo y salgo de nuevo. Me he propuesto correr todo aunque sea a paso de tortuga. La verdad que me esperaba un puerto más tendido pero mantengo mi compromiso de correr.

A mitad de subida las cuestas se hacen más suaves y mando un audio a mis amigos del Ultrafondo español sabiendo que estarán muy pendientes de la carrera. Les mando un saludo y les digo que de momento aunque cansando, pienso seguir corriendo.

Por fin llego a la base de la montaña y solo me quedan 300 m de desnivel. Miro hacia arriba y me dispongo a caminar, a recordar viejos tiempos cuando hacia Trail. Hay mucho aire pero el recorrido está totalmente balizado y con luces rojas. Camino con paso firme y subo bastante cómodo.

Momento euforia al llegar a la cumbre y levantó los brazos, momento que quedó plasmado en una foto para el recuerdo. Me meto en la carpa pues hace mucho viento, bebo un poco me pongo el chubasquero y comienzo un descenso por un recorrido desconocido. Apenas son 1,5 km pero enseguida me doy cuenta que voy a sufrir muchísimo, es una pista ancha y bastante lisa pero muy pendiente y entre el cansancio de mis piernas y el dolor de mi cuádriceps, bajo más despacio de lo que subo lo cual me frustra bastante y empieza para mí el peor momento de la carrera, toca sufrir mentalmente y mucho. Enseguida noto calor y me quito el chubasquero, me lo ato a la cintura y sigo bajando como puedo. Lo peor es que cuando llegue al llano sé que tengo que intentar recuperar ritmos que hacía ya más de una hora y media no mantenía.

Paso un pequeño pueblo donde hay un control y me vuelvo a meter en la carretera totalmente en solitario y muy oscuro.

Tengo que destacar de esta carrera que el frontal lo lleve casi siempre con el haz de luz a tope debido a la soledad que sentía. Por fortuna vuelvo a coger unos ritmos decentes pero a base de mucho esfuerzo mental y entro en crisis.

Juro y perjuro que no me voy a rendir pero que no pienso volver a correr una carrera en mi vida. Ya estoy loco por llegar a Nestani km 172 y donde tengo otra bolsa vida. Veo el pueblo arriba y tengo que subir una cuesta de casi 1 km, lo que me faltaba!!!.

Entro en el control en posición 11 llevo 17 horas y 22 minutos, llevo 80 km para mejorar dos puestos, esto se está poniendo complicado ja ja ja ja. Pero ahí veo a Luca Videtic, corredor esloveno con el que ya competí en Italia. Está sentado y aparentemente rendido y pienso, voy a ponerme décimo. Pero en ese momento entra en el control Diana la corredora letona. Mientras hablo con Gantes le digo que voy a por Luca que sale delante y que me voy a intentar pegar a Diana, iluso de mí, poco a poco la corredora letona se fue escapando pasito a pasito y sin hacer ruido. Si queréis saber cómo hay que correr magistralmente Spartathlon, le deberías pedir un manual a Diana que en ese momento era Segunda en categoría femenina.

PARTE 4: NESTANI-ARDAMIS Km 210, empieza la bajada.

Pensaba que enseguida adelantaría al menos a Luca pero parece que ha revivido y se me escapa. Me vuelvo a quedar solo y me concentro en avanzar hasta el kilómetro 195 donde empieza la larga subida de 15 km. Empieza hacer frío y esta zona es muy aburrida. Cuando ya me había acostumbrado a la soledad veo una luz roja que avanza muy despacio, es Luca que se ha puesto a caminar y en este momento entro en el Top 10 de la carrera.

Al llegar al siguiente control voy mucho más animado e incluso me permito hacer la broma de levantar los brazos cuando pasó la alfombra. Otro caldo y a correr a por el kilómetro 195, último momento y escollo para llegar a Esparta. Más o menos continuó ritmos regulares y me presento en el 195 ya sabiendo que salvo un accidente o lesión voy a llegar corriendo hasta los pies de Leónidas y así se lo digo a Gantes por primera vez: vamos a llegar

Mientras, veo como se retira destrozado el actual campeón de la carrera y subcampeón del mundo Tamas Bodis. En este momento me doy cuenta de la verdadera dureza del Spartathlon, hasta los más grandes pueden doblar la rodilla.

Y CORRIENDO HASTA LOS PIES DE LEÓNIDAS (SPARTA) km 146,5

Hace mucho frío pero sigo con La térmica de manga corta los manguitos y encima la camiseta de tirantes. Los guantes puestos y el chubasquero a la cintura. Salgo con ritmo penitente pensando que me quedan 15 Kilómetros de subida y ya a partir de ahí todo en bajada hacia Esparta. Sobre el kilómetro 200 adelanto a la corredora húngara que no está pasando un buen momento, justo en plena subida empiezo a notar bastante frío.

Corono un puerto y comienzo una bajada pensando que ya se ha terminado el desnivel positivo pero ingenuo de mí la carretera vuelve a picar para arriba otros 5 km que se me hacen muy largos. La niebla y el frío empiezan a crear de nuevo dudas en mi mente.

Al final alcanzo el kilómetro 210 y me pongo el plumífero mientras tomo un caldo y como algo. Gantes me dice que la primera chica, Diana está con problemas se tuvo que abrigar a tope por culpa del frío, que hay 4 grados y la sensación térmica es incluso más baja como de 0°.

Le digo que voy bien, me quito el plumífero y salgo a correr pero empiezo a tiritar como un pollo, sigo corriendo y me preocupo porque sigo tiritando. Paro y me pongo el chubasquero que llevo en la cintura pero es tan fino que no noto nada. Me planteo dar la vuelta a coger más ropa pero decido continuar y por suerte enseguida cojo temperatura, encuentro ritmo y empiezo la bajada y en este momento ya me veo imparable.

Van ya 22 horas aproximadamente y quedan un par de horas para amanecer, ya lo estoy deseando. 14 km hasta el próximo control donde podré encontrarme con Gantes. Voy a buen ritmo pero un CP si y otro no, paro a coger agua. Ya desde el kilómetro uno adquirí el compromiso de comer y beber durante toda la carrera y aunque ya queda poco, no pienso fallar. Este campo es innegociable.

Llego al control de Monument km 124 y allí veré por última vez a Gantes. Cambio el frontal por otro más ligero para poder guardarlo en el cinturón cuando amanezca, me quito los manguitos y descargo todo el material innecesario y me dirijo hacia meta a un ritmo digno.

En el km 230 amanece y al pasar un CP me gritan : “Congratulations Espartano”. Y entonces es cuando me doy cuenta de la magnitud de lo que realmente estoy haciendo. Llego a la conclusión de que a Filípides o le engañaron o le pusieron una espada en el cuello.

La carretera es hacia abajo, brilla el sol pero está fresco, un día perfecto para correr, eso eso si, ojalá no estuviese tan cansado.

Cuando quedan 10 kms miro por primera vez hacia atrás por si hay que defender la posición pero por suerte no veo a nadie.

A 4 km de meta me cruzo con el coche de Iván Penalba a Juan María Jiménez y Giulio y me animan y felicitan.

Entro en Esparta y a 2 kms de meta hay un CP, el último. Voy solo por lo que ahora sí que voy a disfrutar de mi llegada, vaya que si lo voy a disfrutar.

En este momento me llevo una gran sorpresa, una moto de policía se me pone detrás de escolta y a su vez al menos 12 o 15 de bicicletas con niños hablando y riendo y me van a escoltar hasta la meta.

Y entonces un manantial de emociones caen sobre mí y me derrumbo y rompo a llorar, probablemente de agradecimiento a la vida, orgulloso de todo el esfuerzo y sacrificio para rematar esta gran aventura, no se, llegar a los pies de Leónidas es como un homenaje y rememorar toda mi vida, tanto en lo deportivo como en lo personal.

Recta de meta, 1 km y ahí está Gantes para grabarme y para celebrarlo juntos, toda aquella meta y la estatua de Leónidas para mi solo con toda la intensidad, no es el momento de guardar emociones.

Y por los altavoces: “De las Heras Monforte España”, un sueño.

Y por fin, después de 25 h y 41 minutos estoy delante del Rey Leónidas, rememorando a Filipides hace 2511 años cuando el Atleta entre los Atletas nos marcó el camino y quien sabe si una forma de vida. Y mientras besaba los pies de Leónidas todos los recuerdos de una vida pasaron por mi cabeza.

Octavo de la General, séptimo masculino, dos españoles entre los 7 primeros me hace sentir orgulloso y veo recompensado tantísimo esfuerzo. Bajar la anterior mejor marca española en 2 horas ( aunque ahora está en poder de Penalba) es una alegría pero mayor fue cuando me dijeron que había sido el corredor más rápido de la Historia en mi rango de edad.

Como datos de material, corrí con un pantalón Nike, la camiseta de tirantes de Joma de mi club Bikila Asturias-Asociación Atlética Avilesina. los calcetines de trail de Hoko, mi gorra mítica de Raidlight y mis zapatillas Hoka Carbon X2 las cuales ya son una prolongación de mi cuerpo.

Y la alimentación consistía en 250 ml de carbohidratos cada hora y una pastilla de sal y 250 ml de agua cada media. Un gel, barrita o plátano cada hora, intentando meter lo más posible sobre todo al principio que el cuerpo lo tolera mejor. También tomé geles de mermelada, unos brownies de chocolate que como muy bien, caldo, coca-cola y hasta el isotónico tropical que desde esta semana tengo como laxante en la botica jajajajaj.

Gracias a todos los que me habéis animado y ayudado a llegar hasta aquí, vosotros también besasteis los pies de Leónidas

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