¿Es hora de una nueva visión en el management?

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Por mucho tiempo el management y las ciencias administrativas ha sido la suma de unos silos independientes tratando de unir temas diversos sin mayores hilos conductores y salpicando un poquito de cada tema. Creo que es hora de una nueva visión en el management.

Hay un tema que para mí ha sido una constante y es que liderazgo se toma como una materia más y no como el hilo conductor de todo el management.

En algún momento, las ciencias administrativas se enamoraron de una hoja de cálculo en Excel. Una de mis frases favoritas es que en Excel se ha escrito más ficción que en todo Word y tengo que decir que me consta. Todas las valoraciones de empresas están construidas sobre grandes modelos económicos de sinergias y optimizaciones, lo cual realmente nunca entregan en la realidad ningún beneficio adicional, fuera de los honorarios masivos para quienes hicieron los cálculos.

He estado leyendo mucho de los economistas austriacos y su manera de entender la economía como un proceso social. De igual manera las lecturas de Richard Thaler, Dan Ariely, Daniel Kahneman y Amos Tsversky. Estas lecturas están enmarcadas bajo el paraguas de las ciencias del comportamiento económico (behavioural economics). La conclusión de ellos va mucho más allá de lo que vi y aprendí en la universidad, pues tiene muy poco de modelos matemáticos y gráficos de equilibrio, lo que dicen es que es realmente la economía es un derivado del comportamiento humano.

Como dice Mark Spitznagel trader seguidor de la economía austriaca y autor del libro The Dao of Capital, los economistas y administrativos se enamoraron de la física e intentaron imitarla y se olvidaron de que hay un grupo de humanos por detrás con toda su emocionalidad y aparente irracionalidad.

Lee esta noticia del último trade de Spitznagel

Subestimando el cerebro

Cuando uno entiende un poco de las neurociencias, empieza uno a entender que el ser humano es una máquina mucho más complicada de lo que se presumía. No solo somos un consciente racional, de hecho, nuestras decisiones las toma nuestro inconsciente o meta-consciente un par de segundos antes de que nuestro consciente las confirme. A este efecto lo llama mi profesor el Dr. Nestor Braidot, el efecto priming.

No hay modelo matemático que pueda replicar la manera en que el cerebro funciona, aunque la inteligencia artificial logre imitarlo, no está conectada a una consciencia superior como si lo estamos nosotros. Los modelos matemáticos fallan, no es sino mirar a los ganadores del nobel y creadores de la fórmula de valoración de opciones Black-Scholes, quienes quebraron su propio fondo LTCM en 1998 generando una crisis mundial, antecesora de la crisis de 2008. También se pueden mirar las variaciones masivas en todos los modelos epidemiológicos que se han presentado en esta crisis. Los expertos han resultado tan poco útiles, que aún no definen si un tapabocas es bueno o no. A ese nivel hemos llegado. Todos los modelos han fallado.

Entonces quizás es hora de que las ciencias administrativas se alejen un poco de las fórmulas con letras griegas, que suenan muy científicas pero que no logran expresar la realidad y se acerquen a temas mucho más cercanos al ser humano. A quien critique que algo sin un modelo matemático por detrás no tiene valor, le recuerdo que la física aún no ha podido unir de manera clara las teorías con modelos físicos subatómicos (Modelo Estándar) y el de los grandes objetos celestiales de Newton.

Más allá del Excel

Quizás es hora de bajar la hoja de cálculo de Excel del pedestal y tener una visión mucho más integral de las personas que trabajan en las empresas, esas que llamamos humanos.

Siempre fui criticado profesionalmente por que las cifras no eran mi pasión y porque entendía la emocionalidad del ser humano diferente a la versión seca que se vende en las ciencias administrativas. Hasta intente acogerme a ese modelo en algunas ocasiones, cambiando aspectos de mi personalidad con resultados desastrosos. No me gustó lo que me volví, y me tuve que apartar de esos modelos mentales. Las cifras tienen su rol, obviamente, pero son parte de algo más macro y quien no lo entienda así, está gravemente equivocado.

La administración se quedó con los modelos de gestión de personas de Elton Mayo y Abraham Maslow en los años 60s, pero no avanzó mucho más allá de eso. No hubo un desarrollo filosófico mucho más allá que estas propuestas que tuvieron serios problemas metodológicos.

Tampoco soy fan de las filosofías de psicología positiva que tanto han hecho ruido por estos días, pues las encuentro vacías y con falta de un nivel crítico y auto crítico, rayando en el wishfull thinking, o pensamiento deseoso. Los libros tipo El Secreto, aunque tiene conceptos válidos y simpáticos no son ningún manual administrativo o de generación de riqueza.

En mi experiencia personal, he encontrado que hay cantidades de factores que dan muchas luces para un liderazgo efectivo, pero no tienen ningún espacio en ningún pensum de una carrera administrativa o un MBA. Las comparto pues me han parecido muy importantes y que dan una información demasiado útil para cualquier persona en un rol administrativo o gerencial, son parte de una nueva visión del management:

Filosofía estoica

Marco Aurelio, Séneca y Epicteto. Estos son nombres de filósofos de la rama Estoica. Su doctrina filosófica estaba basada en el dominio y control de los hechos, cosas y pasiones que perturban la vida, valiéndose de la valentía y la razón del carácter personal. Su objetivo era alcanzar la felicidad y la sabiduría prescindiendo de los bienes materiales. Los estoicos proclamaron que se puede alcanzar la libertad y la tranquilidad tan solo siendo ajeno a las comodidades materiales, la fortuna externa y dedicándose a una vida guiada por los principios de la razón y la virtud (tal es la idea de la imperturbabilidad o ataraxia). [1]

Mantenerse en calma cuando el mundo está en tormenta es una virtud en la toma de decisiones. Los problemas que se enfrentaba el emperador romano Marco Aurelio, un antiguo esclavo como Epicteto o Séneca quien era enemigo político de personajes de la talla de Nerón y Calígula. De manera que uno se da cuenta de que sus problemas no son nuevos ni únicos, son problemas comunes de la humanidad en todas sus eras.

Budismo

De mis lecturas sobre el budismo he encontrado conceptos claros e interesantes. Las 4 verdades nobles son claras e innegables. Las explico de manera resumida:

• Sufrimiento: el solo hecho de vivir, ya conlleva sufrir. Nacer, crecer, envejecer, perder, no tener lo que se quiere. Todo es sufrimiento.
• El origen del sufrimiento: El sufrimiento surge por nuestros deseos. Entre más deseemos, más sufrimos.
• El fin del sufrimiento: Erradicar los deseos. Al erradicar estos deseos se deja de sufrir.
• Seguir el óctuple noble sendero: No haga, piense o hable barbaridades. No se meta en negocios turbios.

Estos son conceptos claros que dan luces a una vida correcta y ética. No hay que entrar en dogmas, los conceptos son claros, fáciles y en muchos casos obvios. Una vida justa y recta trae grandes resultados.

No buscar la felicidad, es un concepto demasiado inalcanzable y está plagado de expectativas. La búsqueda de la felicidad es costosa, consume esfuerzo y puede ser fatigante, en cambio el contentamiento es un concepto de búsqueda de balance y equilibrio con lo que hay dentro de uno y sus posibilidades reales lo que me lleva al próximo concepto.

Aceptología

La aceptología es la ciencia de aceptar lo que está pasando en el mundo, es entender que el control es una ilusión y que ir en contra de lo que pasa en la vida es un desgaste energético sin muchos frutos. Él manifestó de aceptologia del filósofo colombiano Gerardo Schmedling es una manera práctica de vivir la vida. No es renunciar a vivir, es vivir sin ir en contra de lo que pasa en el universo aceptando lo que viene y manejando las situaciones. Es aceptar nuestro rol dentro del universo, dejamos de luchar contra lo que no podemos controlar y renunciamos a ello. Esto nos trae una vida en paz y sin sufrimiento sin depender de los demás. Cambiamos nosotros, no esperamos que el mundo cambie y se ajuste a nuestros deseos.

Religión

Todas las religiones tienen unos códigos éticos que tienen mucho valor. Fuera de todo el ropaje ritualista y sectario, todas tienen códigos de comportamiento deseado que son en muchos casos muy válidos y rescatables. La mayoría se cruzan en la regla de oro: No hagas a los otros lo que no quieres que te hagan a ti.

Este concepto está en todas las religiones monoteístas, sale en el antiguo testamento (Levítico 19:18), fue atribuido a el rabino Hillel el sabio, quien dijo que esa frase resumía toda la Tora, el resto era interpretación. Jesús parafraseó la misma frase (Mateo 7:12 y Lucas 6:31) y aparece en el Hadit islámico, los recuentos orales y escritos de la vida de Mahoma.

También aparece en el Mahabharata y los Upanishads hinduistas, en los sutras jainistas y así como por todos los escritos del budismo.

Un concepto tan antiguo y universal, es la piedra angular de cualquier relación humana y por ende de la administración de personas.

Ni una mención a este concepto clave encontré en mi carrera o maestría, quizás porque les parecía obvio o tan poco atractivo, que por mirar teorías psicológicas modernas, flujos de caja descontados o las tasas para calcular el WACC se les pasó por delante de los ojos el concepto más importante que han producido todas las religiones del mundo y quizás el concepto más importante de la humanidad, que termina siendo la clave de tratar a los demás, por ende base de las ciencias administrativas.

Psicología Transpersonal

Por último, hago referencia a la psicología transpersonal. Ese es el título que le han dado a lo que no entendemos, a ese más allá.

Carl Jung fue el primer psicólogo moderno en plantearlo como una teoría desde la academia, con gran acogida científica, con sus conceptos de sincronismo y el inconsciente colectivo, ese gran campo de información compuesto por los que están, los que ya no están y los que aún no han llegado. Nada de esto es nuevo, los antiguos ya lo sabían. Solo andamos reconstruyendo lo que perdimos durante las eras pasadas, que no es para nada incompatible con los descubrimientos actuales de la física.

Todas mis experiencias personales me muestran que el campo tiene mucha información valiosa, de muy difícil interpretación. Hay múltiples caminos de interpretación, algunos con mayor reputación que otros, pero en términos generales, con una gran capacidad informativa. También hay que decir que es un campo lleno de charlatanes y timadores, por lo que es fundamental caer en buenas manos; recomendadas.

La psicología transpersonal puede explicar, sanar y resolver lo que no se puede por la vía convencional. Hay sanaciones que requieren regresiones, invocaciones y negociaciones en otros planos y dimensiones.

Uno de los personajes que más me ha aportado a este conocimiento es Bert Hellinger, quien con sus constelaciones familiares y empresariales encontró una manera de representar conflictos transgeneracionales y resolverlos. Me consta su efectividad y su manera de llegar al fondo de las cosas, que ninguna técnica o diagnóstico empresarial podría lograr. Su entendimiento de la estructura familiar y como funciona correcta e incorrectamente, es perfectamente exportable al mundo organizacional. Finalmente, ambos son micro sociedades, fractales de una sociedad mayor. También siento que debo mencionar la respiración holotrópica de Stanislav Grof.

Tiempo de nuevos paradigmas

De manera que considero, que el comportamiento humano va mucho más allá que lo que alcanzamos a entender, y que el foco de la economía y ciencias administrativas de quedarse en la tabla de Excel, o en el plan de negocios estratégico, implica estar cerrado a mayor información y a los múltiples escenarios posibles. Quizás es hora de que ese pensum entienda un poco más las dimensiones del ser humano, antes de intentar prescribir metodologías de control seudocientíficas. No se necesitan nuevas teorías de la administración, se necesita más filosofía, más conocimiento humano y contactar con las fuentes transpersonales que pueden ayudar en la misión empresarial para que esta se cumpla de una manera balanceada y que funcione para todos los stakeholders participantes.

El que utilice estas herramientas será un mejor tomador de decisiones y por ende un mejor líder. Quizás la academia en algún momento la entienda en vez de buscar un nuevo sistema Taylorista digitalizado.

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