La belleza de contar historias

Oscar Alfonso Guerrero
2 min readJul 14, 2017

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Las personas que me conocen saben que soy particularmente anecdótico al momento de hablar. No me gustaría hablar sobre los elementos que hacen que una historia esté bien contada, pues no soy un storyteller estudiado. Mi opinión sobre las anécdotas y sus características es meramente un acto de intuición.

Storytelling is about two things; it’s about character and plot.
George Lucas

¿Qué es lo que me motiva a contar historias?

Para empezar, el rubro laboral en el que me encuentro. Diseñar experiencia de usuario implica contar una historia. Narrada a través de símbolos, palabras, colores, tamaños, posiciones, interacciones y de más, el diseño de experiencia de usuario me reta a escribir una historia memorable. Es por esto que paso varias horas de mi día, escribiendo, leyendo, pensando y retocando historias.

Hace meses fui a una conferencia de diseño, uno de los expertos que presentó ahí hablo de un término que no ha salido de mi cabeza desde entonces. Lo tituló wowness. Definió al wowness como la habilidad que tiene el diseñador para que su trabajo además de ser usable y funcional, produzca un sentimiento de asombro a sus usuarios.

Darle la oportunidad a un evento antes de que ocurra

Algunos me han catalogado como una persona sobre-entusiasta. Cualquier cosa es lo máximo en el mundo para mí. No es que sea falso o exagerado, si no es que le doy la oportunidad al futuro de ser verdaderamente grandioso. Que una máquina expendedora me de doble producto por accidente, al menos en ese instante, fue lo mejor que me pudo pasar.

La diferencia entre infantes y adultos más relevante para este tema es la habilidad que tienen los menores en sentir sorpresa. En mi opinión ese sentimiento de sorpresa, es de los más poderosos que puedes causar para obtener y guiar la atención. Como existen tantas personas que están tan metidas en la rutina que son incapaces de sorprenderse fácilmente.

Las buenas historias están en todos lados, todo depende de que tan bien las cuentes si serán recordadas o no. Recuerda que ir al supermercado a comprar la despensa puede convertirse en una aventurada historia si la vives con imaginación y la cuentas con entusiasmo.

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