A 40 años del 11

Reportaje sobre los 40 años del Golpe de Estado en Chile

11 septiembre 1973
11 min readDec 1, 2013

--

Una nueva placa para los caídos en dictadura

En un acto abierto a la comunidad fue renovada la placa conmemorativa de los caídos en manos de la dictadura militar, hace 40 años. El monumento, ubicado en las faldas del cerro frente a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la UdeC, fue restaurado por la Vocalía de Derechos Humanos, Solidaridad y Conflictos Sociales de la UdeC, la Agrupaciónde Ex Presos Políticos del MIR y la Corporación de Socorros Mutuos Bautista Van Schouwen Vassey.

Con fotografías colocadas en el pasto, las viudas y compañeras de los detenidos desaparecidos, recordaron a sus seres queridos colocando rosas en sus fotos.

Ya lo sé, ahora no hay descanso compañero

Distancias me separan, pasajeras. De momento sólo tengo mi alma llena

de palabras, inquietudes exiliadas, la esperanza me mantiene aquí ligada

¿Es mañana que regreso enfurecida a vengar muerto por muerto mi pueblo?

¡Porque habremos de juntar, el campo y la ciudad , amado compañero

y una sola patria al fin, habrá de construir la clase obrera!

Y mañana a trabajar, a unir, a organizar

la lucha continúa

¡Y en medio de la acción y las consignas nos volvemos a encontrar, amado mío!

Cuéntame dijiste la palabra clandestina, venciste los temores en la aldea

sembraste la unidad como una espiga

supiste de la sangre derramada

mostraste a los culpables claramente

no habrá piedra, ni mar que los proteja

ni cavernas, ni guarida perdonada

¡Y en medio de la acción y las consignas nos volvemos a encontrar, amado mío!

Los testimonios florecen casi inevitablemente, de los rincones más inesperados y variados, uno de ellos, el que puedes leer a continuación

Fresia Vega: “Los libros perdidos”

Durante los primeros días posteriores al Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, una serie de acontecimientos tuvieron lugar en todo Chile, y por supuesto, en la ciudad de Concepción. Situaciones que poco a poco comenzaban a dar luces de los tiempos que se avecinaban.

Uno de estos fue la quema de libros, en la que todos los textos relacionados al comunismo, marxismo o cualquier tópico que tuviese relación con la izquierda, vieron su muerte.La quema de libros, es un acto realizado en variados lugares alrededor del mundo, como fue aquella llevada a cabo por los nazis en 1933, época en que figuró una lista de hasta 5500 libros prohibidos.

Concepción no fue la excepción ante estos acontecimientos. A sólo días del Golpe de Estado, oficiales militares se presentaron en las librerías de la zona, en búsqueda de libros que debían desaparecer.

En esa época, Fresia Vega Bustos, dueña junto a su marido de la Librería Estudio, trabajaba junto a él cuando la dictadura golpeó las puertas de la librería. En ese tiempo el local se ubicaba en Aníbal Pinto, entre San Martín y O’Higgins, donde actualmente se encuentra Casa García.

“Unos días después del golpe llegaron unas personas a la librería, sin uniforme, sin nada, no tenía idea quiénes eran, y uno me pedía libros de cuarto básico de lenguaje, entonces los empezó a hojear, yo creyendo que los iba a comprar, y de repente llega a una página y la toma y la arranca. Sacó la hoja”

Sin hacer ninguna identificación previa y vestidos de civiles, los militares comenzaron a explorar la librería. “Empezaron a hacer rumitas de libros, y después cuando tenían bastante, un pasillo casi entero de libros, dijeron que todos esos libros se sacarían de las librerías”

https://soundcloud.com/catalina-antonieta-alvarez/fresia-vega-los-libros

Fresia recuerda que los militares revisaron exhaustivamente la librería, y que retiraban libros que, para ella, no tenían razón de ser retirados. Sin embargo, cuenta, para los militares, cualquier símbolo era suficiente para sacarlos.

https://soundcloud.com/catalina-antonieta-alvarez/fresia-vega-los-libros-1

Una de las pocas respuestas que le dieron a sobre los libros, fue la de un militar que le dijo que los libros serían utilizados para hacer “fonolitas”, unas antiguas piezas de construcción utilizadas en las “poblaciones callampa” chilenas, hechas a base de cartón cubierto con alquitrán, para hacerlas impermeables.

https://soundcloud.com/catalina-antonieta-alvarez/fresia-vega-los-libros-2

Además de la sorpresa por lo que estaba ocurriendo, a todos quienes estaban en la librería en ese momento los embargaba el miedo. Fresia también tenía miedo de preguntar más sobre el destino de los libros.

Cuando los militares se fueron, ella y su marido, Jorge Jiménez, comenzaron a preguntarse qué podían hacer con respecto a los libros perdidos “No sabíamos cómo justificar esa pérdida en la contabilidad”

https://soundcloud.com/catalina-antonieta-alvarez/fresia-vega-los-libros-3

Decir la verdad, no disfrazarla

A 40 años del 11 de septiembre de 1973, miles son aún los testimonios que quedan por recoger y recopilar en pos de reconstruir la historia aún fragmentada de aquella época. Después de cuatro décadas la herida no está cerrada porque la justicia para muchos no se ha existido. Lo cierto es que, mientras no exista, quedan vivos los recuerdos que no perdonan, ni olvidan.

Obligados por las circunstancias, muchos chilenos vivieron como extranjeros sin documentos en el mismo país que los había visto nacer. Exiliados en su propio país.

De noche y en silencio, guardando unas pocas pertenencias para que nadie lo note, una mujer se está cambiando de casa. Está sola con sus hijos porque su marido está trabajando. Una y otra vez se repite la misma historia, siempre de noche, para que los vecinos no se den cuenta.

Arranca porque le avisan que hay militares rondando, porque si le preguntan dónde está su esposo ella no lo sabe, pero ellos no lo entenderán. Huye para salvar su vida y la de sus niños.

Esta historia se repite para las mujeres que arrancaron de la dictadura, solas con sus hijos, con sus maridos en la clandestinidad. Irma Novoa, quien perteneció a la Juventudes Comunistas y cuyo marido era funcionario del PC. “Felizmente nunca nos tomaron presos porque dejábamos las casas cerradas y salíamos con los niños….”

El golpe la encontró en Talca, en una casa que había obtenido a través de la Corporación de la Vivienda (CORVI). Irma se resistía a perderla, hasta noviembre de 1973. “A mi marido lo andaban buscando y ni yo sabía donde estaba, pero eso no lo entendían ellos (los militares). Así que los compañeros me dijeron que me fuera a Concepción y me vine con la pura ropa puesta. Perdí la casa a puertas cerradas”

Su marido falleció a los 48 años de cáncer, enfermedad que ella relaciona directamente con los hechos ocurridos en dictadura. “Cuando tocaban la puerta, siempre creía que lo estaban buscando”

A 40 años

¿Hay avances significativos en torno a lo que fue la dictadura? ¿Cuál es la reflexión a 40 años?

Sin duda que el cierre del Penal Cordillera es una buena señal, aunque demasiado tardía. Tampoco hay que olvidar que quienes fueron trasladados de Cordillera, están ahora en Punta Peuco, lo que tampoco es una cárcel ordinaria.

El dolor sigue vivo en los corazones de las personas que no vieron nunca más a sus familiares o quienes fueron torturados, un hecho a veces increíble. ¿Será rencor, o es sólo dolor? “No es rencor, es justicia. Nosotros lo único que queremos es que se haga justicia con esa gente que desapareció, que mataron, que no se pudo defender” dice Irma.

“Yo creo que se puede llegar a una calma, no olvidar, porque es difícil olvidar a un ser querido pero que ellos digan donde están…¡y que reconozcan sus culpas! Decir la verdad, no disfrazarla”

Así como Fresia, muchas mujeres y muchos hombres tienen historias que aún permanecen enterradas en el pasado, que contar a la comunidad.

Es el caso de Gloria e Irma, dos mujeres cuyo testimonio puedes revisar en el siguiente video

http://www.youtube.com/watch?v=szEA7gfUPFw

Gloria Lorca, ex esposa de uno de los fundadores del MIR, Luciano Cruz e Irma Novoa, militante junto a su marido del PC, abren las puertas de sus recuerdos en recuerdo de los años de tragedia para Chile

Luego de escuchar estos testimonios, que representan un pequeño grano de arena en esta historia de dolor y sufrimiento, cabe espacio para reflexionar si acaso no es imposible diferenciar el golpe mismos de la dictadura posterior

Todavía existen en Chile, quienes defienden el Golpe de Estado pero no la dictadura posterior. Se esfuerzan en realizar una distinción entre ambos sucesos, intentando quizás, alivianar la culpa de quienes estuvieron involucrados en dichos acontecimientos.

En el nombre de la difícil situación en que se encontraba sumido el país, justifican el Golpe Militar perpetuado un 11 de septiembre de 1973. Me refiero a circunstancias de escasez y descontento que se desarrollaron por acción de algunos que siguen sin reconocerlo, con la intención de llevar las circunstancias al punto al que llegaron. Que la situación era insostenible, que la gente apoyaba el golpe.

Aquel día, se tomó por la fuerza el mando del país. Se eligió un camino distinto para guiar al país, o guiar las pasiones de unos pocos.

Al mirar hacia atrás, al recorrer los pasajes ocurridos en nuestra historia durante la dictadura ¿Cabe duda de que quienes perpetuaron el Golpe no tenían la intención de retornar a la democracia o entregar el mando?

No creo que quienes hayan estado detrás de aquel suceso, lo hayan hecho con el fin de derrocar a Allende y su gobierno, para llamar a nuevas elecciones. Que hayan querido sacar al ex presidente de su puesto y luego retornar a un estado de paz. Incluso hubiese sido ilógico; volver a la “normalidad” después de haber provocado la muerte de un presidente. Pero ya está más que demostrado que los responsables de la dictadura y del Golpe de Estado pensaban con aguda lógica. Lógica para hacer creer que las muertes eran a causa de enfrentamientos entre revolucionarios. Para decir que no se estaban violando los derechos humanos.

La interrupción violenta al gobierno de Salvador Allende tenía una planificación obvia. No se dirigió a los militares a perpetuar un atentado al Palacio de la Moneda para derrocar al presidente, que terminó muerto, y luego mirarse entre todos para decir: ¿Y ahora qué?

Esa pregunta no existió, lo que existió fue la seguidilla de acontecimientos post 11 de septiembre. Fue una dictadura, que algunos todavía no reconocen ni nombran como tal, casi como consecuencia natural de aquel atentado. Lo que sucedió después fue el reconocimiento de que habían conseguido el mando de Chile fácilmente, sin trabas ni enemigos.

Me atrevo a pensar que Augusto Pinochet creía que realmente era presidente, una vez en el puesto. Me atrevo a pensar que la muerte de Salvador Allende los hizo pensar “se acabó” pero también “éste era la punta del iceberg”. Me atrevo a pensar que antes de de aquel día, ya muchos de los responsables pensaban: “Arrebatamos el mando del país, lo tenemos, lo ejercemos, acabamos con el enemigo y si no hay quien nos detenga, entonces ¡No nos detenemos!”

Unidos en el recuerdo

A 40 años del Golpe de Estado, a mucho menos de la terrible dictadura que liderara Augusto Pinochet, hoy, en plena democracia, quienes fueron protagonistas de esta historia en el ámbito político y universitario, se reúnen para revivir el miedo y a la vez la valentía que los movió a cambiar la historia

Placa renovada en homenaje a Caupolicán Inostroza Lamas, estudiante fallecido en dictadura

Con una actividad de importante concurrencia se conmemoraron los 30 años de la refundación de la FEC, jornada que fue programada durante todo el día sábado y que finalizó el domingo. La iniciativa fue impulsada por un grupo de dirigentes estudiantiles de la época.

El en el evento tuvieron lugar expresiones artísticas de música y danza, además de un foro de conversación y el descubrimiento de placas recordatorias, destacándose la instalada a un costado de la Facultad de Humanidades y Arte, en conmemoración de la muerte de Caupolicán Inostroza.

Se hicieron parte de esta celebración, entre otros, el primer presidente de la FEC, Cristián “Crico” Cornejo, el senador del MAS, Alejandro Navarro, la ex ministra Paulina Veloso y su madre Felícitas Valenzuela, Premio Universidad de Concepción y destacada docente de esa casa de estudios. También estuvo presente María Acevedo Saez, hija de Sebastián Acevedo, quien se inmolara frente a la catedral de Concepción el 11 de noviembre de 1983, desesperado por la detención en manos de militares de sus hijos.

Javier Miranda, presidente de la FEC evaluó la actividad como “una jornada muy simpática de convivencia, de un compartir entre diferentes generaciones, sobre todo los compañeros y compañeras de la generación de los 80 se han reencontrado en la universidad en espacios propios del reencuentro, de la memoria, de la lucha también”

Galería de Imágenes del encuentro

Podcast: Revive el reportaje

Como última parte del reportaje, este podcast retoma y sintetiza los temas abordados anteriormente.

https://soundcloud.com/catalina-antonieta-alvarez/podcast-11-de-septiembre

Visita los post en la página de Periodismo UdeC:

http://periodismoudec.cl/reportajes/category/11-de-septiembre/

--

--