Lic. Vanesa Bikart* — Dirección de Innovación de Tecnología Educativa de la Provincia de Buenos Aires
Escribo en estas líneas para contar mi experiencia como docente en una escuela Secundaria con cerca de 900 alumnos. En el año 2015 inicié el Proyecto “Uso Responsable en las Redes Sociales” impulsado por el interés de un pequeño grupo de alumnos. Comenzamos a trabajar Ciberbullying, Sexting y Grooming y mi conocimiento fue enriquecido por la investigación y por la colaboración de los propios alumnos. Todo lo que pude aprender fue posible al dejar ser parte a los alumnos como partícipes de un proyecto, con un rol de tutores, que el equipo de gestión siempre escuchó y apoyó. Con ellos, conversando, pude conocer y acercarme a las Redes Sociales que los adolescentes usan y comprender que hay una brecha entre lo que los ellos usan y conocen y el universo de los adultos.
Pasaron los años y se fueron sumando nuevos alumnos, el proyecto se fortaleció y pudimos dar charlas y talleres en los cursos de la Institución. Lo más interesante es que uno de los alumnos, hoy, es egresado y estudiante de medicina y aún así este mes proyectamos y concretamos un Proyecto para realizar Talleres en algunos cursos.
Pensando en esta propuesta tan interesante “Orson80” y sumándome a los efectos que puede causar una noticia falsa, no dudé en reflexionar en los efectos que produce el anonimato en las Redes. Hoy en día los jóvenes acuden a una herramienta que les permite ocultarse ante los ojos del mundo virtual. Pueden ser quienes quieren, escribir todo lo que quieran sin medir las consecuencias, stalkear a quien quieran y obviamente criticar y trollear.
Claro, este mundo cibernético les da algo que la vida real no, la posibilidad del anonimato. Las herramientas para entrar al perfil de una persona que tan mal les cae y criticar sus fotos y publicaciones. La posibilidad de que la otra persona no sepa quién es. Pero a veces, pueden publicar mensajes sobre lo que otro publicó y al ser anónimo ¿cuánto de real y mentira hay detrás de cada publicación?. Si bien es una realidad para todos, me dedico a hablar de los adolescentes, porque es el objetivo del Proyecto Institucional, observando estas redes veo que los deja permanecer invisibles, con un poder de agresión que no es el mismo en la vida real.
Este es uno de mis objetivos, objetivo compartido entre los alumnos y la Institución: las redes sociales; un mundo virtual de indirectas, chistes, pensamientos profundos y todo lo que pase por la cabeza de los usuarios. Un mundo donde es más fácil crear una historia por algo visto o leído que preguntar si está sucediendo en verdad. Particularmente puedo reflexionar conversando con ellos, los alumnos; por ellos puedo asegurar que estoy en conocimiento de cada Red Social utilizada, que no son las mismas que utilizamos los adultos, ni tampoco es lo mismo lo que vemos en las que sí estamos.
Dar la posibilidad, de que los alumnos tengan un rol de “alumno tutor”, propicia un aprendizaje significativo, colaborativo y comunitario en la Institución. Sabemos lo que sucede en las Redes porque están ellos para contarlo y esto fue posible propiciando el diálogo entre los jóvenes y los adultos. Como profesora puedo asegurarles que nunca lleve adelante un “Proyecto” tan enriquecedor, que me permite acompañarlos y lo más interesante darme el gusto de aprender de ellos.
*Vanesa Bikart es Licenciada en Informática Educativa y docente de nivel secundario y terciario en Olavarría, Provincia de Buenos Aires. También se desempeña como Facilitadora de Educación Digital en la Dirección de Innovación de Tecnología Educativa de la Provincia de Buenos Aires.