Crítica | Teatro
‘Himalaya’, La aventura del hombre
Himalaya, la última aventura teatral de Juan Fiori, es una artesanía que se destaca por su condición de intensa elaboración, su cuidadoso trabajo que evidencia múltiples capas de materiales y tiempo involucrados. Como un homenaje a ese otro homenaje que es The Life Aquatic with Steve Zissou, la obra emprende el ascenso para adentrarse en el micro-universo de los escaladores de montañas. Y, en el camino, se encuentra con una multiplicidad de pares de personajes agrupados por conflictos comunes.
El humor acompaña los variados aspectos retóricos de la puesta, desde el lenguaje hasta el vestuario (ver, por ejemplo, lo camp y excesivo en los alpinistas; o la adjetivación lumpen e infantil que marca a los sherpas). Las geniales actuaciones del inmenso grupo de protagonistas, en registro grotesco, aunadas a un texto pródigo en aventuras (formales y de contenido), logran despertar las carcajadas de la platea.
Si ya de por sí hay algo de adorable en la cajita de fórforos que es la sala Ladran Sancho, vivenciar allí una pieza como Himalaya hace sistema con todo un universo espiritual que, se podría decir, está en el aire. Tal vez en otro lenguaje resulte menor o irrelevante: no así en el teatro, ese arte de la convivencia, se podría decir, efímera pero significativa.
↑ En Ladran Sancho, los domingos a las 19.30 hs.
