Crítica | Teatro

Ir poniendo en orden todo lo pendiente

Sobre ‘Hay que sacar a pasear al perro’

Paratexto Mag
2 min readAug 8, 2017

Con una estructura narrativa aparentemente simple (minimalismo sucio: un padre traductor, premiado, necesita una corbata para la ceremonia de entrega de estatuillas; un hijo que no despierta ningún interés, que orbita al rededor de la parquedad, y el encuentro con una ex pareja), Hay que sacar a pasear al perro esconde en sus formas (como el sueño, como los productos del trabajo) el secreto de su encanto: tres personajes a punto de explotar, hablando entre dientes, con las mandíbulas apenas abiertas: tres fuerzas de la naturaleza que colisionan de resentimiento, hinchados de secretos, que no se pueden ni ver. Y, como una corriente eléctrica a través de todos, el desamor, el abandono que, dicen, se trasmite por vía paterna.

Con actuaciones viscerales que parecen hechas para convocar terrores, la pieza se expande en la horizontalidad de la sala: entre salidas y entradas, voces detrás de las paredes, con mobiliario extinto para la libre circulación del puro relato: saber que, fuera de las palabras, nada de todo este dolor existe. Hay dos tiempos lumínicos muy marcados: aquel en el que la diversidad, la repetición traumática de las siluetas de protagonistas y objetos se multiplica en las paredes (la eterna vuelta de lo mismo, en su aspecto de no-imagen, de sombra), primero, y luego un hiroshima solar y musical, inesperado y sobre el final, que cambia completamente las percepciones sobre la obra y hace de la puesta de Sendón (director debutante) una pieza plástica, un poema visual.

/// En el Club de Teatro Defensores de Bravard, los sábados a las 21 hs. Entradas a $ 150. Agosto del 2017.

Reservas: http://www.alternativateatral.com/obra41459-hay-que-sacar-a-pasear-al-perro

--

--