Carne, pollo y sus males

Patricia Fitnessgurú
3 min readApr 19, 2017

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Por Vannesa Hidalgo- Bootcamp By PFG

Créditos: luciasarabia.files.wordpress.com

En la cultura argentina el consumo de carne es un hábito diario y aunque mucho se habla de las consecuencias que trae al organismo su ingesta sigue siendo común en nuestras dietas. Bien sea carnes rojas o blancas, es importante saber cuáles son daños colaterales que pueden ocasionar y si es cierto que estén vinculadas a enfermedades, muchas de ellas mortales.

Las carnes deben dividirse en dos grupos: rojas y blancas. La primera proveniente de mamíferos, por ejemplo vacuno. La segunda, proveniente de aves como pollo, pavo, conejo y partes magras del cerdo.

Estudios médicos han corroborado que las carnes rojas están directamente relacionadas con problemas cardiovasculares, pues la “carnitina” estimula la producción de un compuesto bioquímico en el organismo que promueve el colesterol y hace que se obstruya el torrente sanguíneo, generando cardiopatías y otras enfermedades similares.

La diabetes es una consecuencia directa de esto pues las grasas saturadas que trae consigo la carne descontrola los niveles de colesterol en el cuerpo.

Créditos: gcmag.org

Otra afección que genera el consumo indiscriminado de carne — y que pocos conocen — tiene que ver con la memoria. Y es que es la cocción de la carne a altas temperaturas hace que se acumule una proteína llamada Beta amiloidem que se aloja en el cerebro y genera deterioro de algunas funciones cerebrales.

Por su parte, las carnes blancas son mucho más digeribles que las rojas, aunque su consumo también debe ser vigilado. Este tipo de alimento tiene un bajo nivel de grasas saturadas y destaca por su aporte de Zinc y vitaminas del grupo B (B1, B3 y B12).

La vitamina B12 es especialmente importante ya que su forma natural solamente se encuentra en los alimentos de origen animal.

Caricatura publicada en el blog SOStenible.wordpress.com

Lo negativo sobre las carnes blancas es que tal y como pasa con las carnes rojas, muchas veces son expuestas a tratamientos químicos que supone un uso indiscriminado de antibióticos y conservantes que se alojan en el producto, incluso hasta después de su cocción, por lo que obviamente son consumidos por el humano que lo ingiera.

Las carnes, además de recibir ese “cóctel químico” también reciben ingredientes “cosméticos” para que luzcan más frescos y atractivos a la hora de ser comprados y esos químicos la mayoría de las veces son venenosos.

Todos los nutrientes que pueden estar presente en las carnes también los están en frutas, verduras, cereales y granos. Lo único que se debe hacer es una combinación adecuada de estos para lograr maximizar su potencia y así disminuir el consumo de carne. Su organismo se lo agradecerá.

Artículo de Bootcamp by PFG elaborado por Vannesa Hidalgo, editado por Natalia Quiroga Sáez y supervisado por Patricia Fitnessgurú.

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La entrada hacia un estilo de vida saludable y consciente de la mano de Patricia Fitnessgurú.