¿Vos sos de un colegio público? ¡Qué asco boludo!
¡Qué lamentable! Qué lamentable que cuando se habla de un colegio público en Paraguay solo tenemos cosas negativas que decir. Qué lamentable que cuando éramos chicos y estábamos en el colegio no nos juntábamos con otros chicos por el solo hecho de que entraban en uno público. O cuando nos íbamos a un intercolegial y solo aceptábamos las invitaciones del ASA, Inter o San Ignacio de Loyola. Qué lamentable que nuestros padres hayan tenido que gastar millones de guaraníes para tener una educación que nos brinde un futuro ya que las instituciones educativas nacionales o públicas nos brindarían una mediocre educación.
Y crecimos con ese pensamiento. Ya de grandes, cuando alguien te decía que era de un colegio público, te daba lástima y automáticamente pensabas en “qué mala suerte que sus padres no tenían dinero para brindarles una mejor oportunidad”. Y así crecimos. Cuando pasé de un colegio que costaba millones de guaraníes al mes a uno que solo costaba 400.000 Gs al mes, me deprimí. Supe que mi familia ya no estaba bien económicamente y tenía un gran miedo de que en algún momento decidan enviarme a uno público. ¡Temor! ¿Qué va a pensar la gente? ¿Mis amigos chetitos?
Y nunca olvidar cuando nos amenazaban en enviarnos a un colegio público si no pasábamos todas las materias. Y además te decían que la hija de la empleada iba a ser tu compañera.
¿Fui un estúpido por tener ese pensamiento? Pero si yo solo era un niño. ¿Qué pasó?
Nunca me voy a olvidar, cuando ya era un adulto, y estaba trabajando en una agencia de viajes, tenía que encargarme de vender paquetes a Disney, recorrer todos los colegios para conseguir ventas y así ganar mi comisión, le dije a mi jefa “vamos al Dante Alighieri (último colegio donde estuve), que ahí conozco a mucha gente” y ella me respondió “ni en pedo, ese colegio de pobres NO!” y automáticamente me sentí mal, me sentí inferior. ¿Qué le vamos a hacer? ¿Tendrá razón?
El problema que tenemos es mucho mayor del que pensamos. Empieza desde lo más básico. Darle la importancia que se debe a la educación pública. Y eso no depende de nosotros. Depende de un cambio general que se debe realizar. Desde contar con los mejores maestros a nivel nacional con los mejores sueldos entre todos los funcionarios públicos hasta infraestructura. Y obviamente la lista es enorme.
Imagináte que un maestro gane un sueldo a nivel político. Unos cuantos miles de dólares. Pero que se lo merezca. Que sea el mejor profesor que uno pueda llegar a tener. Que tenga ganas de enseñar y que inspire. No es imposible.
El cambio no es solo sacar a la actual Ministra de Educación. Es cambiar el sistema. Es hacerle sentir a la gente que nuestra educación es mucho mejor que cualquier colegio privado pueda ofrecer. Porque ahí tenemos a los mejores. Porque si entraste a un colegio público significa que estás preparado para avanzar en la vida, formar tu propia empresa y/o conseguir el mejor trabajo en tu rubro.
¿Y saben qué? Esto va a hacer cambiar el futuro del país. Porque estamos hartos de contar con políticos con pobre educación que lo único que consiguen es seguir teniendo un país ignorante.
¿Pensás que en Estados Unidos, los padres piensan inicialmente en enviarle a sus chicos a colegios privados? Claro que no. La educación privada en el primer mundo es un lujo que solo los más poderosos tienen acceso. ¿Será que les importa? No, porque la educación pública en el primer mundo es excelente. No perfecta, pero buena.
Hace 6 meses que estoy en Estados Unidos, y todos me preguntan sobre la educación de Paraguay. A todos contesté que lastimosamente en Paraguay tuve que entrar a un colegio privado porque la educación pública es mediocre y hasta peligrosa. No me podían creer.
Este problema no va solo por el hecho de que las instituciones se están derrumbando, lo cual es enormemente preocupante. Va desde la raíz.
Y quién sabe. Capaz pronto, ese pensamiento se haya eliminado de todos y podamos estar orgullosos de haber entrado en un colegio público. Nos falta mucho, pero se puede.
