Cradle to Cradle / el manifiesto y la utopía
Libros, reseñas y reflexiones
Ya he mencionado que el diseño para la innovación social es un cambio de paradigma. En esta y la siguiente entrada comparto tres libros que lo plantean. Por un lado, Cradle to Cradle (2002) y The Uplcycle (2012), sostienen que el mundo tiene un problema de diseño y no de escasez de recursos y que, de replantearse el diseño, podríamos reaprovechar los insumos de manera infinita, sin comprometer el crecimiento. Por otro, Less is More: How Degrowth will Save the World (2020) explica que el decrecimiento y el cambio hacia un modelo basado en el bienestar y no en el capital, es la solución a un mundo fininto al borde del colapso. Ambos planteamientos resultan interesantes e incluso eficientes en pequeñas escalas, sin embargo, no dejan de parecer utópicos cuando se les contrasta con la compleja la realidad.
Cradle to Cradle. Remaking the Way We Make Things (2002)
Michael Braungart y William McDonough
Inglés / español bajo el título “De la cuna a la cuna: Rediseñando la forma en que hacemos las cosas”
Libro escrito por el químico alemán Michael Braungart y el arquitecto estadounidense William McDonough como resultado de múltiples colaboraciones iniciadas, una década antes, con los denominados Principios de Hannover, redactados en 1992 para la Expo Hannover 2000*.
Su teoría principal, es que el mundo moderno ha sido mal diseñado, provocando que los recursos naturales extraídos y transformados en productos, terminen convertidos en la basura. A este proceso lineal lo describen como “de la cuna a la tumba” y proponen la transición a un nuevo modelo que vaya “de la cuna a la cuna”. Se trata de diseñar y fabricar productos, sistemas, edificios, cuyos materiales puedan regresar a la tierra o reaprovecharse de forma continua a lo largo del tiempo, sin perder su valor e incluso, incrementándolo.
El respeto a la diversidad desde el diseño implica considerar no sólo cómo se hace un producto, sino también cómo debe ser usado y por quién. En una concepción de la cuna a la cuna, podría tener muchos usos, y muchos usuarios, a lo largo del tiempo y del espacio.
Su visión se inspira en la naturaleza y en que en ésta no existen los residuos o la basura, y proponen diseñar tomando en cuenta dos tipos de nutrientes: biológicos y técnicos, siendo los primeros útiles para la tierra, biodegradables, y los segundos para la industria (como metales que ya se extrajeron y se podrían utilizar ilimitadamente).
Ven en el reciclaje una respuesta a un sistema mal diseñado, en donde numerosos materiales y productos que no fueron diseñados para reciclarse se “infraciclan”, es decir, pierden valor y calidad, además de representar un riesgo a la salud y contaminación. Por ejemplo, papel reciclado que requiere de procesos químicos de blanqueo y posteriormente libera toxinas en el ambiente; la mezcla de plástico PET que reduce su calidad mientras incrementa su toxicidad por los procesos; o textiles fabricados de PET que son tratados con productos tóxicos y posteriormente entran en contacto con la piel, afectando la salud de las personas y contaminan el ambiente.
Vemos un mundo con más abundancia que limitaciones. (…). ¿Qué pasaría si diseñáramos productos y sistemas que celebraran la abundancia de la creatividad, la cultura y la productividad? ¿Que fueran tan inteligentes y seguros que nuestra especie dejara una huella ecológica para el disfrute y no para la lamentación?
En este sentido, señalan que no se trata de ser eco-eficientes, hacerse gradualmente “menos malos”, o de minimizar los efectos negativos del mal diseño, sino de ser eco-efectivos y crear diseños que dejen una huella positiva. Buena parte del texto tiene ejemplos y reflexiones de su experiencia con los principios Cradle to Cradle: desde edificios de oficinas, plantas de producción (como la de Herman Miller), diseño de sillas (Steelcase), textiles, zapatos, entre otros. De acuerdo a los autores, la vida es un componente central del diseño, por lo que buscan eliminar productos tóxicos, la alimentación continua de los sistemas (nutrientes biológicos y técnicos) y la transformación de materiales en otros de mayor calidad y valor ambiental (el upcycling o supraciclaje).
Cradle to Cradle es considerado un manifiesto, una referencia obligada que pone sobre la mesa una nueva forma de hacer las cosas: rediseñar el mundo para tener un impacto ecológico positivo en lugar de negativo. Aunque a veces muy optimista y sobresimplificado, su fácil lectura brinda una perspectiva del contexto (hay que considerar que se publica en 2002) y propone una solución probada en pequeña escala que, según sus autores, puede hacer compatible el cuidado de la naturaleza y el crecimiento permanente.
Descarga la versión PDF del libro en español.
*The Hannover Principles: Design for Sustainability
Palabras clave: cradle to cradle, crecimiento, valor agregado, diseño, supraciclaje.
The Upcycle (2012)
Michael Braungart y William McDonough
Inglés
Este libro es una continuación, recordatorio y actualización de la propuesta planteada por el químico alemán Michael Braungart y el arquitecto estadounidense William McDonough en Cradle to Cradle (2002).
Su título, Upcycle, es un concepto usado en el primer libro que se refiere a reutilizar materiales sin que pierdan valor e incluso lo incrementen. El texto retoma las ideas, visión y principios de Cradle to Cradle, e incorpora una variedad de ejemplos y aprendizajes obtenidos a lo largo de 10 años de aplicación en empresas, organizaciones y gobiernos.
If human beings upcycle, they can all live productively on one planet. (…) after so much damage has been done, people don’t need to have less of a negative environmental footprint: They can have a positive footprint.
Los autores sostienen que, si se emplearan en gran escala las soluciones existentes, por ejemplo, para la generación de energía (solar, hidroeléctrica, eólica), el tratamiento de agua de drenajes o suelos de cultivo, la captación y uso de emisiones de carbono y gases de efecto invernadero, o la construcción, entre otros, sería posible restaurar el entorno sin necesidad de limitar el crecimiento.
Igualmente, llaman a innovar en materiales y productos, empezando por el análisis de los componentes de materiales empleados en la fabricación de productos (textiles, plásticos, maderas, alfombras, etc.) para eliminar o reemplazar aquellos que representen un riesgo a la salud o al ambiente. Por ejemplo, retardadores de flama, plomo en juguetes, o mercurio en focos fluorescentes. Consideran que ello podría traer otras ventajas como beneficios económicos, reducción de espacios de almacenaje (antes usados para sustancias peligrosas), disminución de trámites regulatorios por uso de sustancias tóxicas, o manejo de producto sin protección especial.
Otra reflexión interesante -presente desde el primer libro- es la crítica que hacen a las normas y regulaciones ambientales y el etiquetado, pues consideran que son en realidad una señal de que los productos son tóxicos y riesgosos y que, lejos de promover una industria sana, son una forma de hacerlas “menos malas”. Según su visión, dichas regulaciones no deberían existir, pues son solo una señal de que algo no ha sido bien diseñado. Sin embargo, en la realidad, esto es lo que evita malas (o peores) prácticas.
Good design, with intention, with the goal of upcycling in mind, makes things better over time: just, fair, healthy, safe, quality for all-at all economic levels, in even distant places (…) How “good” are you as a designer if the object you design causes harm, destroys the environment, or endangers children’s health?
Si bien ofrece numerosos ejemplos, la lectura es repetitiva para quienes han leído Cradle to Cradle. La autopromoción de la certificación y consultoría C2C puede ser excesiva y, como han señalado otras personas desde el primer libro, tiende a sobre-simplificar una realidad que es mucho, muchísimo más compleja. Con respecto a la relación circular (que no se menciona antes), el texto aclara que Cradle to Cradle no es un círculo, sino una espiral que celebra el crecimiento. Vale la pena mencionar que, en los años posteriores a la publicación de estos libros, el Cradle to Cradle Products Innovation Institute ha incorporado el uso del término circular.
Ahora bien, hasta el 2012 los autores muestran en sus libros la viabilidad del proyecto y el uso de la certificación C2C en fábricas, sillas, edificios, textiles, etc. En The Upcycle, mencionan un prometedor proyecto de construcción de 150 casas que parecía avanzar la utopía escalándola a una zona residencial. El proyecto se realizaría con la Fundación Make it Right en Nueva Orleans, que surgió para reconstruir una zona tras el impacto del huracán Katrina.
¿Qué fue lo que sucedió? A través de la Fundación, el proyecto involucró a reconocidos artistas, políticos, expertos y arquitectos que aplicaron los principios C2C en el diseño y construcción de 150 casas sostenibles, seguras, sanas y costo eficientes. Las primeras casas se entregaron en 2013 (un años después de la publicación de The Upcycle) y poco tiempo después, presentaron fugas, goteras, humedad y problemas estructurales. Para 2022 la mayoría estaban abandonadas, la Fundación había desaparecido bajo procesos de demandas, y solo 6 de las 109 casas terminadas estaban en condiciones aceptables (más info).
A reserva de conocer los detalles que ocasionaron el fracaso, es evidente la dificultad de transformar un sistema complejo con buenas intenciones, bajo la premisa del buen diseño, sin tomar en cuenta otras variables, y sus posibles efectos adversos o indeseados. Habrá que analizar qué tanto se sobre-simplificó esta solución y qué papel jugó el optimismo excesivo de los certificadores C2C en torno a la generación de cambios que quizás no pueden ni podrán ser posibles en escalas mayores.
En este sentido, hay que mencionar otros estudios recientes que han señalado a la visión C2C de ser más eco-eficiente que eco-efectiva, de ignorar otros efectos potenciales y de tener conflictos entre su teoría y su práctica (más info).
Si bien Braungart y McDonough han tenido mucha influencia e incidido positivamente en un sector de la sociedad, la industria y el gobierno, a 20 años del surgimiento de su propuesta, estudios y hechos como el de Nueva Orleans plantean muchas más dudas sobre su viabilidad. Rediseñar el mundo es urgente y necesario, sí, pero en caso de suceder, la realidad nos indica que será mucho más complejo, accidentado y destructivo de lo que sugieren los autores.
A quienes no hayan leído ninguno de los dos libros mi recomendación es quedarse con el primero y visitar el sitio para conocer más sobre el trabajo y certificaciones C2C.
Visita el Cradle to Cradle Products Innovation Institute y consulta el documento Made for Tomorrow: innovation for a positive future 2021 que presenta compañías y productos C2C (todas en Europa y Estados Unidos).
Palabras clave: diseño sostenible, economía circular, certificación, cradle to cradle, upcycle, supraciclaje, Make it Right Foundation.
Esta entrada forma parte de la serie Rutas del diseño y la innovación social / Libros, reseñas y reflexiones que consiste en una selección y reseña de publicaciones que reflexionan (en español) en torno al diseño para la innovación social y sus intersecciones. Su objetivo es recopilar contenido de interés y hacerlo más accesible para quienes quieren explorar otras formas de ser y hacer, y para quienes ya están en la ruta de un cambio de paradigma.