#SistemaRiachuelo: ya construimos la mitad del primer túnel bajo el Río de la Plata

Pablo Bereciartua
5 min readFeb 8, 2019

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La obra más importante de saneamiento que se ha hecho en nuestro país en los últimos 70 años avanza a pasos agigantados. Ya llevamos construidos 6 de los 12 kilómetros proyectados del Emisario Submarino, es decir que está hecha la mitad del túnel que irá por debajo del Río de la Plata para volcar los desechos ya tratados de más de 4 millones de argentinos.

El Emisario Submarino es el túnel de 12 kilómetros que estamos construyendo bajo el lecho del Río de la Plata.

El Sistema Riachuelo no solo es la solución que esperan hace décadas los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires y 14 municipios de la Provincia, sino que también es la mayor obra de infraestructura que está co-financiando hoy el Banco Mundial en América Latina, con una inversión de 1.200 millones de dólares.

Su impacto ambiental y social es enorme: impedirá el vuelco de los líquidos cloacales -y también del agua de lluvia- de más de cuatro millones de habitantes sobre la margen izquierda del Riachuelo entre la Av. Gral Paz y el Río del La Plata. Una vez terminada la obra, todos esos vuelcos -que son la principal causa de contaminación del río- dejarán de arrojarse y comenzará así a darse el proceso real de limpieza de las aguas del Riachuelo en su último tramo. Pensemos que hoy el 90% de la contaminación del río se da por los residuos cloacales.

Hace 70 años que en la Argentina no se hacía una obra de la magnitud del Sistema Riachuelo.

Además, esta obra liberará en esa misma magnitud la capacidad de los sistemas de conducción de las redes cloacales que existen y de la planta de tratamiento en la zona sur, para que sea posible empezar a conectar a más vecinos del Área Metropolitana de Buenos Aires a este servicio básico, tan necesario para mejorar la salud pública y la calidad de vida de los argentinos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas sin servicios de agua y saneamiento tienen una expectativa diez años menor. Se trata entonces de una obra con un impacto histórico en términos ambientales y sociales. Es una solución integral a las limitaciones de capacidad y calidad de prestación del servicio de desagües cloacales que tiene gran parte del área metropolitana de Buenos Aires por el aumento vertiginoso de la población

¿Qué estamos haciendo?

Estamos construyendo alrededor de 40 km de túneles que juntan los efluentes cloacales de gran parte de la población del área metropolitana. Todos esos efluentes confluirán en la Planta de Dock Sud, donde serán pretratados y luego conducidos 12 km adentro del Río de la Plata, bien lejos de la costa, a través un túnel inmenso (al que conocemos como Emisario Submarino), 40 metros bajo el lecho del río. Hoy todos esos vuelcos van a la planta de tratamiento que está en Berazategui, por lo que, además, esta obra liberará la capacidad de esa planta para poder dar servicio a los otros 6 millones de habitantes del área metropolitana que hoy no tienen cloacas.

Esta obra beneficiará a 4.3 millones de vecinos de la Ciudad de Buenos Aires y 14 municipios de la Provincia.

La gran noticia es que ya hicimos la primera mitad del Emisario y la obra avanza como lo esperábamos. Estamos frente a una inversión muy importante: los túneles del Sistema Riachuelo son tan extensos como la suma de las líneas A, B, D y E de subtes de la ciudad de Buenos Aires. Incluso, la distancia que hay entre la costa y el lugar donde se depositan los efluentes cloacales ya tratados es la misma que hay, por ejemplo, del Obelisco a Lanús. Además, la capacidad de pretratamiento de la Planta es de 27 m3/seg de efluentes cloacales, lo que equivale a la cantidad que se puede juntar en 7 canchas de fútbol por día.

Se trata de una de las obras más importantes que se están llevando adelante en Argentina, con 3 tuneleras funcionando en simultáneo. Con la tunelera Elisa estamos haciendo el colector de más de 10 km que va por la margen izquierda del Riachuelo, y con la tunelera Valentina vamos a ampliar en 5 km el Colector Baja Costanera. A su vez, el Emisario de 12 km de largo que va por debajo del Río de la Plata lo estamos haciendo con la tunelera Beatriz.

La pregunta del millón: ¿por qué no se hizo antes?

Tal vez la mayor y más profunda reflexión que debe generar esta obra es política y surge de preguntarnos por qué hemos llegado a estas condiciones de contaminación y de pobreza estructural. ¿Por qué estas obras no fueron hechas antes?. La respuesta es también política. Se trata no sólo de obras de gran magnitud, sino que, al mismo tiempo, requieren varios años de inversión y, por lo tanto, no se terminan con los calendarios electorales.

Además, son obras subterráneas que -mientras se hacen- muchas veces generan incomodidad e impactos negativos en los vecinos. Y, más grave aún, cuando se terminan no se ven, por lo que siempre fueron consideradas obras con bajo rédito político.

Pero, por suerte, las cosas están empezando a cambiar. Cuando asumimos, el 80% de los efluentes cloacales se vertían sin tratamiento a nuestros arroyos, ríos y mares. Hoy, ya inauguramos 13 plantas de tratamiento y estamos haciendo otras 37 en todo el país. Estamos trabajando para duplicar la capacidad de tratamiento del país y mejorar así la vida de 10 millones de argentinos.

En estos tres años ya incorporamos 1,5 millones de personas a la red de cloacas y sabemos lo fundamental que es para la salud pública mejorar el acceso a un servicio básico tan importante. Por eso estamos haciendo las obras que los argentinos esperaban hace décadas y que venían sin hacerse. Este es el camino que elegimos y que seguiremos transitando, rumbo a una Argentina con mejores oportunidades para todos.

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