Turismo, áreas protegidas y biodiversidad: ¿qué pueden aportar los ODS?

ANÁLISIS — ENFOQUE PNUD

PNUD Chile
9 min readMar 23, 2017
Foto: Pixabay, bajo licencia CC0.

2017 es el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. Así lo designó la Asamblea General de las Naciones Unidas, reflejando el convencimiento de que el turismo ─las instalaciones que lo hacen posible, su práctica, los actores públicos y privados que intervienen en él─ puede favorecer simultáneamente a las vertientes económica, social y medioambiental del desarrollo. Tal reto es de gran relevancia en el caso de las áreas protegidas, que resguardan un patrimonio natural y cultural especialmente frágil desde el punto de vista ambiental y donde es necesario que las implicaciones económicas y sociales del desarrollo turístico sean complementarias con los objetivos de conservación de tales espacios y los refuercen.

La Agenda de Desarrollo 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ─suscritos por 193 Estados en septiembre de 2015─ permiten abordar el desarrollo desde un enfoque transversal e integral y, a la vez, calibrar cómo y de qué manera el turismo sostenible en áreas protegidas puede contribuir a que el desarrollo en Chile se alinee cada vez más con los parámetros de la sostenibilidad. Ésta es, asimismo, la idea fuerza que sustenta al Día Mundial de la Biodiversidad 2017.

PNUD Chile, 2017, en base a datos de CONAF y Subsecretaría de Turismo.

En este contexto, el PNUD, en conjunto con actores clave en la gestión de las áreas protegidas ─tales como la Corporación Nacional Forestal, el Ministerio del Medio Ambiente o el Servicio Nacional de Turismo, así como con entidades del sector privado─ se encuentra apoyando a la Subsecretaría de Turismo en torno a la implementación del Plan de Acción de Turismo Sustentable en Áreas Protegidas del Estado. El potencial es claro: las cifras muestran que casi 2,7 millones de personas visitaron las áreas protegidas del Estado en 2015 (CONAF), y que una gran mayoría de quienes visitan Chile desde el extranjero lo hacen por su riqueza natural (el 51% — Subsecretaría de Turismo, 2015).

Dado el potencial que ofrece para Chile el turismo en áreas protegidas y en el marco del inicio del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, destacamos a continuación algunos aspectos que, desde la perspectiva y el enfoque del PNUD, el trabajo integrado en este ámbito puede impulsar:

1. El turismo puede promover una infraestructura más inclusiva e innovadora alineada con la accesibilidad universal y que, a la vez, beneficie a la conservación

Un lugar que no es cómodo y agradable para sus habitantes tampoco lo será para el turismo. El turismo sostenible supone la oportunidad de potenciar el desarrollo de infraestructura e instalaciones modernas, integradas en el paisaje y que faciliten un uso y disfrute inclusivo y universal, garantizando la igualdad de acceso a los atractivos turísticos para todas y todos, especialmente para aquellos quienes poseen capacidades diferentes, así como promoviendo la regeneración de zonas y espacios degradados y del patrimonio cultural y natural que contienen. En el caso concreto de las áreas protegidas, el turismo puede promover el desarrollo de sistemas de concesiones turísticas como mecanismos para incrementar el financiamiento de las propias áreas y alinear su manejo con un desarrollo sustentable y equitativo, permitiendo que la conservación sea más viable en el largo plazo. Ello, además, puede ampliar la oferta de servicios y la experiencia que las áreas protegidas proveen al visitante sin suponer costos adicionales para los servicios públicos, aumentando el valor económico que generan las áreas protegidas y potenciando el círculo virtuoso entre visitación y conservación.

2. La actividad turística puede constituir una potente herramienta para fomentar el desarrollo comunitario, reducir las desigualdades y potenciar un desarrollo económico inclusivo

A nivel mundial, el turismo genera 1 de cada 11 puestos de trabajo (Organización Mundial del Turismo, 2015). En Chile, el sector del turismo equivale al 3,2% del producto nacional bruto (Gobierno de Chile, 2010). Un desarrollo turístico que promueva oportunidades laborales decentes y de calidad puede significar un gran aporte para las comunidades aledañas a las áreas protegidas. El ODS 8, no en vano, así lo subraya: “Para 2030, elaborar y poner en práctica políticas encaminadas a promover un turismo sostenible que cree puestos de trabajo y promueva la cultura y los productos locales”. En ese sentido, si es capaz de involucrar a las comunidades que habitan los territorios cercanos a las áreas protegidas y generar alianzas entre ellas y otros actores relevantes ─por ejemplo, a través de los sistemas de concesiones─, el turismo puede contribuir de modo claro al desarrollo y al empoderamiento económico rural. Así, podría convertirse en un freno a las tendencias migratorias hacia las ciudades que están teniendo lugar en Chile en las últimas décadas ─asociadas al fenómeno del envejecimiento rural─ y generar oportunidades prósperas en el plano local, cuyos beneficios se distribuyan de manera justa entre los actores que participan de ellas y se evite la concentración en uno o unos pocos actores. Ello puede contribuir a atenuar los desequilibrios territoriales que se dan a escala nacional y potenciar el desarrollo regional, revalorizando los medios de vida tradicionales y las culturas autóctonas.

PNUD Chile, 2017, en base a datos de la Organización Mundial del Turismo y el Gobierno de Chile.

3. El turismo puede contribuir al uso sostenible de los ecosistemas terrestres y marinos

Los paisajes majestuosos y prístinos que las áreas protegidas chilenas albergan son la razón de la visita de la mayoría de los turistas que vienen a Chile ─cerca del 51% de los extranjeros (Subsecretaría de Turismo, 2016)─, por lo que su protección es esencial. Al mismo tiempo, el 79,1% del territorio nacional está afectado en alguna medida por la degradación de tierras y 12 millones de personas pueden sufrir potencialmente sus consecuencias (CONAF, 2015). Un modelo turístico sostenible puede jugar un rol relevante respecto a la biodiversidad si consigue impulsar fórmulas que permitan reforzar recíprocamente visitación y conservación, potenciando la concientización ciudadana en torno a las áreas protegidas y promoviendo la integración de actividades de protección y restauración de la fauna y flora nativas en la oferta de los establecimientos turísticos. Por otro lado, sin unos ecosistemas marinos saludables, el funcionamiento del turismo marítimo y de playa ─las modalidades con mayor peso a nivel global─ se vería amenazado. Es por ello que el turismo debe y puede gatillar acciones que permitan conservar y preservar los ecosistemas marinos, aliándose con rubros como la investigación científica o la explotación pesquera, reforzándose mutuamente, e integrándose en planes de manejo de zonas costeras integrados.

El sector turístico puede ser clave en el abordaje del cambio climático

El turismo resulta afectado en una medida desproporcionada por el calentamiento global. Chile reúne 7 de los 9 criterios de vulnerabilidad ante el cambio climático definidos por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, lo que lo convierte en especialmente susceptible a su valioso patrimonio natural. En ese contexto, el cambio climático supone para el sector turístico la oportunidad de integrar en su actividad acciones de mitigación que le aporten un valor añadido, promoviendo emprendimientos que empleen energías renovables basadas en las especificidades de la oferta local y fomenten el uso de medios de transporte limpios.

PNUD Chile, 2017, en base a datos del Consejo Nacional de Producción Limpia, la Subsecretaría de Turismo y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

4. El turismo puede favorecer la transformación hacia patrones de producción y consumo más sostenibles propuestos en la Agenda 2030

Debido a las especificidades de las áreas protegidas, y en conexión con lo anterior, se hace necesaria la adopción de prácticas turísticas que minimicen su impacto y que promuevan el uso eficiente de los recursos y la eficiencia energética. Los Acuerdos de Producción Limpia o la Distinción en Turismo Sustentable ─más conocida como Sello S─ son iniciativas que, en Chile, están buscando reforzar este argumento y se alinean con una de las metas del ODS 12: “Elaborar y aplicar instrumentos que permitan supervisar el impacto del desarrollo sostenible con miras a lograr un turismo sostenible”, que hagan posible proponer y monitorear medidas de prevención, mitigación y restauración de las amenazas que el turismo podría suponer para la conservación de las áreas protegidas del Estado. Por lo tanto, la necesidad de que el Estado fiscalice enérgicamente tales instrumentos para asegurar su efectividad cobra especial relevancia.

5. La actividad turística ofrece potencial para avanzar hacia la igualdad de género

Según datos de ONU Mujeres y la Organización Mundial del Turismo, el trabajo femenino en el sector se concentra en los empleos más precarios, peor pagados y de baja cualificación, en actividades relativas a la cocina, la limpieza y al hospedaje y con salarios entre un 10% y 15% más bajos que los de los hombres. Precisamente porque contrarrestar tales hechos constituye un gran desafío, el sector turístico es a la vez hoy en día un escenario idóneo para reflejar un cambio hacia la igualdad de género en lo relativo a la generación de oportunidades y al empoderamiento económico, cultural y social de las mujeres. En ese sentido, el informe que provee los datos anteriormente mencionados, recomienda a los Estados que prioricen la promulgación de políticas orientadas a fomentar el emprendimiento de las mujeres y con ello los liderazgos y empoderamiento femeninos, que apunten a asegurar condiciones laborales equitativas para hombres y mujeres y que promuevan la participación de la mujer en instancias de formación y capacitación en torno a las actividades turísticas, generando más y mejores opciones productivas, visión comercial y mejores oportunidades económicas. Al mismo tiempo, se aconseja que dichas políticas incentiven y respalden la responsabilidad social del sector privado, así como la necesidad de que éste aplique regulaciones para aplicar criterios favorables a la igualdad de género en su actividad.

¿Qué está haciendo el PNUD junto con la Subsecretaría de Turismo?

Desde hace algunos meses y hasta 2018, la Subsecretaría de Turismo y el PNUD Chile están trabajando en torno al proyecto Puesta en Valor para el Turismo Sustentable en Áreas Protegidas del Estado. La iniciativa se centra en implementar parte del Plan de Acción de Turismo Sustentable en Áreas Protegidas del Estado, elaborado en 2014, cuyo objetivo es articular a nivel institucional la promoción del turismo en las áreas protegidas de Chile de manera sustentable y planificada, con el fin de optimizar los beneficios que dicha actividad puede reportar a las áreas protegidas a nivel medioambiental, así como a las comunidades locales y en el ámbito regional a nivel económico y sociocultural.

En el proyecto, además de la Subsecretaria de Turismo y el PNUD, están participando diversos actores relevantes en el ámbito: instituciones públicas ─el Ministerio del Medio Ambiente, el Ministerio de Bienes Nacionales, el Servicio Nacional de Turismo, el Servicio Nacional de Pesca, la Corporación Nacional Forestal, la Corporación de Fomento Productivo ─, iniciativas gremiales, privadas y público-privadas ─Transforma Turismo, Fedetur, Así Conserva Chile─ y la academia ─Universidad Andrés Bello─.

¿Qué logros se pretenden conseguir?

  • Fortalecer las capacidades institucionales y las alianzas a nivel local, regional y nacional entre los diversos sectores, ministerios y actores relevantes para planificar el desarrollo de un turismo sustentable en las áreas protegidas del Estado. Para tal fin se realizaron en 2016 diversos encuentros como los Diálogos sobre Accesibilidad Universal o el conversatorio intersectorial sobre turismo sustentable realizado en agosto del pasado año, y recientemente tuvo lugar un Seminario de Infraestructura pública habilitante en Áreas Protegidas del Estado.
  • Elaborar guías, manuales y herramientas para impulsar la implementación del Plan de Acción, como, por ejemplo, guías técnicas sobre las concesiones turísticas en áreas protegidas o sobre la infraestructura pública habilitante necesaria, o una aplicación para celular sobre los servicios turísticos que ofrecen las áreas protegidas ─lanzada en abril de 2017─.
  • Diversificar las experiencias que las áreas protegidas ofrecen a las y los turistas y fomentar la innovación en dicho ámbito. En ese sentido, durante 2016, con la colaboración de expertos internacionales, se realizó una Evaluación de Experiencia del Visitante en tres áreas protegidas de pilotaje, y durante 2017 se realizarán las puestas en valor de cuatro áreas protegidas.

Por Sergio García i Rodríguez, PNUD Chile | sergio.garcia@undp.org

Síguenos en: www.twitter.com/PNUDChile y facebook.com/PNUD.CHILE

--

--

PNUD Chile

Apoyamos al país y sus habitantes para impulsar un desarrollo cada vez más sostenible, inclusivo y equitativo — www.cl.undp.org