Es urgente abrir espacios a la escritura, en todos los niveles de la educación

Mario Elorza Flores / Postextos
2 min readJun 9, 2024

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Desde básica a doctorados, en la enseñanza media, en pregrados y postgrados, en todas las asignaturas, todo el tiempo, hay que abrir espacios a la escritura. Y es urgente porque hemos perdido la capacidad de registro más elemental de la comunicación (escribir). Vamos de regreso a tiempos prehistóricos cuando todo era oral.

Hoy “hablar” se reduce a la jerga internet, spanglish, abreviaturas, emojis, neologismos y memes: hay que (re)habilitar la capacidad de escribir.

No hablo de abrir asignaturas y talleres de lenguaje: hablo de propiciar la escritura al interior de todas las asignaturas, incluso en las más alejadas del lenguaje como matemáticas, álgebra, geometría o cálculo. También en biología, química, en artes visuales y música, hasta en la gimnasia… Y por supuesto donde se convive más con el lenguaje como administración, negocios, historia y otras.

“Obliguemos la escritura” (suena duro decirlo así pero es para entender la idea). Si un estudiante por ejemplo quiere preguntar algo… pidámosle que lo escriba; si terminamos un ejercicio hagamos que interpreten lo aprendido en (sus) palabras; después de un juego didáctico reflexionémoslo en palabras.

No es necesario hacer un ensayo literario cada vez, basta con textos breves, frases o una palabra, pero siempre plasmada en papel, mentimeter u otra herramienta con palabras. Esa es la idea: reconectar las mentes con la palabra escrita.

La palabra escrita es más obligante, más exigente y cognoscente que la palabra hablada. Tal como sucedería con la voz si pudiéramos grabárnosla todo el tiempo. Hacer visibles las palabras en un papel nos hace más conscientes de lo que decimos.

No importan los errores de ortografía, sintaxis o puntuación (eso iría mejorando con el uso, junto con la capacidad de lectura: antes reconectemos con las palabras). Ni tampoco es necesario hacer evaluaciones sumativas o formativas: solo leer lo escrito y obligar escribir siempre.

Comenzamos de niños jugando con palabras (quién no recuerda por ejemplo esos bellos ejercicios tipo “mi mamá me cuida y me ama”) pero dejamos de escribir, salvo cuando nos solicitaban hacer una “composición” tarea para la casa. El resto fue casi todo oral (más ahora que el Chat GPT escribe lo que pidas). Hacemos mínimos esfuerzos por escribir, alejándonos de las palabras como si éstas apestaran o nos complicaran la vida, cuando es todo lo contrario.

El paso siguiente: sistematizar esta idea y fijar parámetros de MEDICIÓN antes/después. Y facilitar el proceso entregando libretas corporativas con una breve inducción. Después llevar la idea a las empresas y oficinas. La escritura es un excelente método de auto enseñanza y auto superación.

Si le encuentras “peros” a esta idea (hay mucho que afinar) pon tu opinión por escrito y ya estarás contribuyendo al rescate de las palabras.

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