20. El invierno en Lisboa

En breve
1 min readApr 20, 2017

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Las primeras veces que me obligaron a coger vacaciones durante el mes de febrero, maldije mi suerte, proferí a diestro y siniestro todo tipo de juramentos y le desee las mil y una torturas del infierno al causante de tan trágica desdicha.

Aún así -obstinada que es una- decidí mantener los planes, coger el coche, a mi acompañante (más bien al revés) y recorrer media Europa, desde Madrid hasta Amsterdam, tal y como tenía previsto hacer en las vacaciones de verano.

Resultó ser un viaje maravilloso, con el único inconveniente de las limitadas horas de luz. Pude conseguir hoteles de cinco estrellas a precio de ganga, olvidarme de las reservas y cenar en cualquier restaurante escogiendo la mejor mesa , así como disfrutar del verdadero pulso de las ciudades europeas, cubiertas por un bonito y resbaladizo manto de nieve.

Todo ello alejada de las habituales hordas de turistas veraniegas (por cierto, se me acaba de ocurrir un post sobre los turistas).

Desde entonces, mis verdaderas vacaciones ya no son las de la playa, sino las otras: las vacaciones de invierno.

Las últimas han tenido como escenario Lisboa.

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En breve

Algunas reflexiones sobre los pequeños acontecimientos de la vida diaria. Por Angélica García, periodista