La mejor amiga de mi novia es un vampiro

Quike D-B
3 min readApr 6, 2017

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O una vampira, mejor dicho. Se llama Carmen, o al menos así es como le llama todo el mundo. Y vive entre nosotros como si nada. Pocos saben que es vampira, pero supongo que eso lo hace más aterrador. Y más real, porque evidentemente ningún vampiro va diciendo que lo es por ahí. Ninguna persona que murió hace trescientos años y que sigue aquí, que se puede ver y tocar y que no huele a muerto ni se descompone, va diciendo lo que es en realidad: un no muerto.

La historia de Carmen no me la sé, la verdad. Bueno, me sé la oficial, pero no la verdadera. Supuestamente tiene 24 años y es una chica normal. Pero no come. No bebe. No duerme. No sale en las fotos ni se refleja en los espejos. Tampoco tiene sombra, aunque es raro que la veas caminar al sol. Yo sólo la he visto de noche, todo hay que decirlo. Durante el día no sé lo que hará, porque creo que no trabaja. Aunque es verdad que no tiene que comer ni dormir ni nada de eso, imagino que tendrá que pagar el alquiler del piso en el que vive en el centro. Quizás, teniendo más de trescientos años, ya haya ahorrado lo suficiente.

Murió a los 24, por eso tiene esa edad perpetua. Fue hace tanto tiempo que no sé cómo se acuerda. Le mordió un vampiro, eso está claro, es la única forma de convertirse en vampiro, ¿no? O quizá murió y salió de su tumba convertida en vampira, sin que le mordiera ninguno. No sé, no estoy muy enterado. Y ella no me ha querido contar nada. Mi novia dice que tampoco sabe nada, aunque creo que me lo oculta porque Carmen se lo ha pedido.

A veces he escuchado a Julia (mi novia) llamarla Carmilla. No sé si es una forma cariñosa de llamarla o si es que es su nombre real. Me parece mucho más vampírico que Carmen, desde luego.

El tema de los colmillos es verdad, se los he visto cada noche en la que he estado con ella. Tiene unos colmillos largos y puntiagudos. La verdad es que, más que dar miedo, le dan un toque atractivo. Ella es totalmente pálida y fría, pero tiene los labios muy rojos (quizá por la barra de labios) y el efecto que hacen sus colmillos sobre sus labios es verdaderamente bueno, muy estético.

Pero no se trata de un tema estético, no. Es más bien una cuestión fisiológica. Es decir, si Carmen tiene los colmillos largos y afilados es porque los necesita para morder a sus víctimas y beber su sangre, que es de lo que se alimenta, lo que le hace permanecer “viva”. Cuando supe que era una vampira me entró pánico estar a su lado, pensando que podría morderme, pero Julia me tranquilizó.

Al parecer, Carmen tiene un donante de sangre personal, del que toma la sangre cuando lo necesita. Creo que es su novio, o algo así. No sé mucho de él, sólo que es el que le da su sangre para que ella tenga energía. De todas formas, creo que no necesita mucha sangre, y que con beber un poco una vez a la semana tiene suficiente. Él es enfermero y se saca la sangre en el hospital donde trabaja, lo de morder el cuello ya no se hace mucho.

Según me contó Carmen un día, hablándome de su vampirismo, no tiene necesidad o ansias por morder a nadie porque ha aprendido a controlarse, pero ese impulso interno permanece en ella, latente. Me dijo que, en ocasiones, especialmente cuando está teniendo momentos de pasión romántica, no puede evitar dar uso de sus colmillos, pero siempre de modo superficial, para no matar a la “víctima”. Y siempre tiene un frasquito con la vacuna de su veneno, por si se da el caso.

Ya no tengo miedo de Carmen, pues sé que es buena persona y que puedo confiar en ella. Además, me lo paso muy bien con ella y Julia, y también con Luis, el mejor amigo de ambas. Otro día hablaré sobre él. Es curioso que la mejor amiga de mi novia sea una vampira. Conocerla me ha ayudado a perder los prejuicios sobre este colectivo del que tanto se ha escrito y al que tanto se ha temido siempre. Carmen es buena chica, en serio. No juzguéis sin conocer.

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