Ariguanabo TV
10 min readOct 23, 2018

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TESORO reconoce esfuerzo, dedicación y cumplimiento del deber. Arnaldo González Padrón

Por Orestes Martí

El pasado sábado 20 de octubre del presente año 2018, la masonería cubana tuvo la pérdida del Ilustre Hno Arnaldo Amado González Padrón pasado GM de la Gran Logia de Cuba, de AL y AM (Antiguos Libres y Aceptados Masones), una persona con una trayectoria muy grande en esa institución, que en su nota lo califica de “guía y faro de su Logia Luz de Ariguanabo”.

Amigo personal, en nuestra juventud participamos activamente en la Asociación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad (AJEF)en San Antonio de los Baños; hace unos años -afectado ya en su salud-, tuve la oportunidad de entrevistarlo; mantenía su claridad de pensamiento y inquebrantable fe en los seres humanos.

Fuera de cámara, recordamos muchos pasajes vividos en el acontecer ariguanabense y fuera de él. Especial recordación: La creación de la Cátedra Transdisciplinaria de Estudios Históricos de la Masonería en Cuba, que en su momento publicamos así:

Arnaldo A. González Padrón, Gran Maestro de la Masonería Cubana

Palabras pronunciadas por el Muy Respetable Gran Maestro de la Masonería de Cuba, Arnaldo González Padrón.

Creo interpretar el sentir de los Masones cubanos cuando digo que hoy nos sentimos profundamente emocionados, al reunimos para fundar la Cátedra Transdisciplinaria de Estudios Históricos de la Masonería en Cuba. Nos emociona la trascendencia del significado académico en sí mismo; y de manera muy especial, porque el Doctor Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad, y desde hoy: Presidente de Honor de esta Cátedra, sugirió que el Acto de fundación se realizara en la Basílica Menor del Convento de San Francisco, el mismo edificio donde hace 240 años tuvo lugar la primera sesión masónica, de la que se tenga noticia, en la Isla de Cuba.

La Cátedra Vicente Antonio de Castro y Bermúdez, se prestigia con el significativo aporte intelectual que representa que en esta composición triangular de Instituciones fundacionales, se unan la Casa del Altos Estudios Don Fernando Ortiz. de la Universidad de La Habana y la Oficina del Historiador de la Ciudad, dos Instituciones que con verdadero tesón se dedican al estudio y salvaguarda del pensamiento y la espiritualidad cubana; y con ellas la Gran Logia de Cuba que agradece, por lo que su apoyo representa para revitalizar los estudios de la Historia de la Masonería en Cuba, que tantas veces se funde con el torrente de la historia de la nación.

Nuestra gratitud al Doctor Eusebio Leal, que como su prestigioso antecesor, Emilio Roig de Leuchsering, siempre ha destacado la actuación de los Masones en el desarrollo histórico y cultural de la nación cubana. Al aceptar ser cofundador de este nuevo empeño. Leal reitera su vocación de caballero de la espiritualidad cubana y su amplia comprensión de la historia de la nación y la responsabilidad que todos tenemos en legarla a las futuras generaciones.

Por otra parte, la Cátedra Transdisciplinaria de Estudios Históricos de la Masonería Cubana “Vicente Antonio de Castro v Bermúdez”, es en mucho, el sueño de un hombre que cree firmemente en el valor de las ideas. Un hombre, que cuando ninguno de los que estamos presentes esta tarde en este recinto pertenezca al mundo físico, todavía la nación cubana le estará agradecida por su aporte intelectual: el Doctor Eduardo Torres Cuevas. Los Masones cubanos valoran en toda su extensión su labor de más de treinta años investigando la historia de nuestra Institución. Esperamos que a partir de hoy nunca vuelva a sentirse solo en su empeño de estudiar la historia de la Masonería como parte indisoluble del desarrollo de la Nación cubana. El ejemplo del Dr. Torres Cuevas será un estímulo para otros investigadores.

Hasta este momento la Historia de la Masonería ha parecido ser asunto exclusivo de los Masones. Esta Cátedra será la satisfacción de muchos historiadores, que pertenecieron a nuestra Institución, como fueron: Aurelio Almeida, Aurelio Miranda, Enrique Gay-Calvó, Manuel Isidro Méndez, Francisco Ponte Domínguez, Roger Fernández Callejas y Emilio Jorge Reyna, entre otros muchos, y cuyos trabajos seguramente resultarán fuente indispensable para los futuros investigadores.

La Gran Logia de Cuba pondrá todo su empeño en el éxito de la Cátedra Vicente Antonio de Castro y Bermúdez, y pone a su disposición los resultados de los 54 años de trabajo de la sección de Historia de la Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos. La Gran Logia promoverá poner a disposición de los investigadores fuentes primarias necesarias para su labor.

Facilitará las relaciones con otras Grandes Logias para coordinar estudios. Trabajaremos de conjunto para realizar eventos nacionales e internacionales y proveerá de hombres a la Cátedra en la medida que ellos sean útiles a sus fines académicos.

Estamos seguros que con el esfuerzo coordinado de las tres instituciones fundadoras, lograremos formar un triángulo equilátero de tanta fuerza como aquel que un día, un grupo de Masones, colocaron en nuestra Bandera Nacional.

Muchas gracias.

La ceremonia de presentación se realizó en la sala de conciertos del Convento de San Francisco de Asís, para dar a conocer públicamente los objetivos y el programa de trabajo previstos. Presidieron el acto el MRGM Arnaldo González Padrón; I:. H:. José M. Collera Vento, Gran Secretario; I:. H:. Dr. Eduardo Torres Cuevas, Director. de la Casa de Altos Estudios “Don Fernando Ortiz”; Eduardo Vázquez, Presidente de la Comisión de Cultura de la Gran Logia de Cuba y Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de la Habana. El acto fue presentado por el V:. H:. Ariel Pérez Lago, Gran Orador de la Gran Logia de Cuba.

Intervención del Dr. Eduardo Torres Cuevas
Intervención del Dr. Eduardo Torres Cuevas
El Dr. Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de la Habana, hizo el resumen
Asistentes al acto
Arnaldo A. González Padrón, Gran Maestro de la Masonería Cubana 2003–2006

Informe del GM Arnaldo González Padrón, a la Alta Cámara de la Gran Logia de Cuba de A. L. y A. M.

A los Venerables Hermanos Miembros de la Alta Cámara.

A todos mis Hermanos Masones:

Como es conocido, el Gran Maestro está obligado, por imperativo de la ley masónica, a presentar un Informe en cada Sesión Anual. No así en la Sesión Semestral, que es la que en esta ocasión celebramos. Pero una circunstancia muy singular y muy especial, y a la vez muy enaltecedora para la Masonería de Cuba, hace que ineludiblemente deba presentar este Mensaje, que trata sobre la reciente creación de la Cátedra Transdisciplinaria de Estudios Históricos de la Masonería Cubana, Vicente Antonio de Castro y Bermúdez. Y no es un mensaje sólo para informar a la Cámara, no. Es un mensaje para ser debatido y en consecuencia aprobado o no, tal como corresponde hacer a la Alta Cámara con los actos del Gran Maestro.

La Verdad de la Masonería; su Historia y trascendencia; sus valores espirituales y éticos; su útil presencia, aún sin proponérselo, en la vida de las sociedades, y de manera muy señalada, en el desarrollo de la nacionalidad, la independencia, la cultura, y en general la vida de la Patria Cubana; se han puesto de manifiesto de manera categórica, no sólo para el reconocimiento y el recuento, sino procurando consecuencias que se derivan del beneficio social del estudio, la investigación, el conocimiento, y la aplicación de los valores firmemente creados y desarrollados por la Institución Masónica.

Explicaré, con la brevedad a que obliga una realidad tan especial y hasta puedo decir inesperada, sobre el origen, la composición, el alcance, la utilidad, y los fines, de la referida Cátedra.

En el origen de esta Cátedra de estudios históricos está el quehacer intelectual de un Investigador serio, muy honesto y profesional, que desde los años de su juventud y las primicias de su carrera de Historiador, enarboló la pluma sobre principios de fidelidad a la verdad histórica, y en épocas en que la Masonería se concentraba en las Logias y la sociedad parecía haber olvidado y desconocido a la Institución Masónica, él buscó espacios y publicó libros que mostraron de manera muy clara, ejemplarizante y sobre todo enaltecedora para la Institución, su presencia e influencia en la formación de la nacionalidad cubana y en la conquista de la independencia; me refiero al Doctor en Ciencias Históricas Eduardo Torres Cuevas, quien además cruzó reiteradamente el Atlántico, para ir a beber en España, en el Centro de Estudios Históricos de la Masonería en Europa, la savia de una historia y una cultura masónicas cuyo conocimiento y enseñanza él ha contribuído a lograr y sostener

La Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz, de la Universidad de La Habana, ha decidido crear, conjuntamente con la Oficina del Historiador de la Ciudad, la Cátedra de Estudios Históricos de la Masonería Cubana, que lleva el nombre Ilustre del V. H. Vicente Antonio de Castro y Bermúdez. Su creación fundamentada sobre bases enaltecedoras para la Masonería de Cuba, encontró en la propia Institución, a través de sus figuras rectoras, la posición y la acción que hemos considerado consecuente y constructiva para un importantísimo proyecto de incalculable alcance histórico.

Es obvia su utilidad para la Masonería y para el medio social, y estará en dependencia naturalmente del logro de los fines que se propone la Cátedra, con un horizonte muy amplio de propósitos, y compuesta en su estructura de dirección por una Junta de Gobierno integrada por Profesionales altamente calificados y de la que forman parte destacadas personalidades de la Masonería.

La Cátedra fue inaugurada el día 18 de Julio del presente año 2003, en la Basílica Menor de San Francisco de Asís, mediante un bello, instructivo y muy emotivo Acto, en el que hicieron uso de la palabra el Director de la Cátedra, el Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, y el Historiador de la Ciudad; este último con un impresionante discurso masónico que incursionó en lo histórico, en lo filosófico, en lo doctrinal y hasta en lo esotérico y místico de la Francmasonería. Concluyó el Acto con una presentación artística concebida como “Los Grandes Músicos Cubanos Masones” en la creación de una sensibilidad estética cubana.

Cuando allí se leyó el documento que fundamenta la creación de la Cátedra, por parte de una Alta Casa de Estudios, que forma parte del más alto centro docente del país, la Universidad de La Habana, y se escuchó el texto que expresa cómo la Masonería cubana ha estado presente desde los orígenes del proceso de definición y búsqueda de la nacionalidad cubana; se afirma que la Institución Masónica en Cuba constituye una de las instituciones de mayor sistemática interrelación con el devenir histórico cubano; que su bibliografía es un tesoro de la cultura cubana; y que sin el conocimiento de la historia, acciones e ideas de la Masonería cubana no sería posible la comprensión de numerosos aspectos de la historia nacional cubana, e incluso latinoamericana; cuando expresa y escuchamos que numerosos aspectos de la evolución de las ideas éticas, filosóficas, científicas, sociales y políticas que nutrieron el pensamiento cubano están relacionadas con la Masonería y los Masones; cuando se dice que es necesario estudiar la Masonería para entender contenidos y acciones trascendentes en el pensamiento y en la vida social de Cuba; cuando, en fin, de manera oficial y pública se hicieron estos pronunciamientos contenidos en un histórico documento, fuimos testigos y protagonistas de un acontecimiento excepcional, pues ha sido este el más elevado reconocimiento hecho a la Masonería de Cuba después de la Declaración del Primer Congreso Nacional de Historia, realizado hace más de seis décadas, cuando la declaró la Institución que más elementos ha aportado a la Libertad, la Independencia, la Cultura y el Progreso de Cuba.

No puede la Alta Cámara, el más alto cuerpo legislativo de la Masonería de Cuba, dejar de conocer, tratar y fijar posiciones, respecto a una realidad que significa muchísimo para nuestra Institución y abre insospechados horizontes para la práctica sistemática de la investigación histórica y la capacitación altamente calificada de Masones y profanos, mediante cursos universitarios de postgrado, así como simposios internacionales, edición de anuarios, creación de una biblioteca, y muchos otros avances derivados de bien concebidos proyectos.

La Masonería, por sí misma, no procura más que el logro de los fines filosóficos que persigue; no busca reconocimientos ni espacios estériles; pero el trabajo sabio, serio y sostenido, de distintas generaciones de Masones en disímiles circunstancias, y la fuerza que emana de su moral, de su práctica útil y ejemplar, y del beneficio que significa su accionar, son una gran fuerza de reserva para las sociedades y la Humanidad, que no puede ser ignorada, relegada o desconocida.

La digna y sabia posición adoptada por los Masones cubanos ha tenido un resultado. Mucho han dicho los Masones cubanos, y lo han dicho con muchísima razón, que la Institución debe ocupar, y el mundo necesita que ocupemos, el lugar que realmente corresponde a la Masonería en el medio social. Pero no sólo lo han dicho, sino que lo han procurado dignamente, y lo estamos logrando, sin que lo aspiremos para nuestro propio beneficio, sino para el bien común.

Considero un momento muy importante de mi vida, poder transmitir a mis Hermanos este Mensaje, que marca un momento singular en la vida de nuestra Institución.

Muchas gracias, mis Queridos Hermanos.

Arnaldo A. González Padrón

Gran Maestro

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