Los métodos de tortura más crueles de la historia. Primera Parte.

Rodrigo Crespo
8 min readJun 1, 2016

A lo largo de la historia la humanidad ha desarrollado diversas formas de lastimar a otros seres humanos por diversas razones: para obtener información, castigarlos por un delito o por simple y llano sadismo. Les contaremos sobre algunos de los métodos de tortura más crueles de la historia: desde herramientas para castigar a los mentirosos hasta procedimientos para provocar la muerte de la forma más dolorosa posible.

La mayoría de estos métodos datan desde los primeros años de la Edad Media, aunque algunos comenzaron desde la antigua Grecia, pero sin lugar a dudas fue durante la Inquisición Española que algunos de los más terroríficos fueron desarrollados.

El toro de Falaris

La tortura nos ha acompañado desde tiempos remotos y uno de los peores métodos proviene de la antigua Grecia: se introducía a una persona dentro de un enorme toro de bronce que sólo tenía orificios en los ojos y la nariz y se cerraba. El verdadero terror comenzaba después. Se colocaba un fuego debajo del toro y este calentaba tanto el metal que adquiría un color rojo. La víctima era lentamente rostizada hasta su muerte. Los gritos de la víctima mientras agonizaba simulaba los bramidos del toro, haciendo de esto un evento que seguro nos erizaría la piel.

Empalamiento

Muchos conocemos este violento método de tortura gracias a la cinta Drácula de Francis Ford Coppola basada en el libro homónimo de Bram Stoker. Si no lo conocen, este procedimiento es bastante sencillo y mucho más económico que un toro gigante de bronce. Las víctimas eran obligadas a sentarse en un palo grueso y afilado.

Después el palo era levantado verticalmente y se dejaba ahí a la víctima que lentamente descendía sobre éste por la fuerza de su propio peso. Si piensan que al menos era rápido, no lo era: las personas empaladas podían estar vivas durante tres días.

Constantemente la estaca salía por el esternón para que la punta de la estaca se colocara debajo de la barbilla y así el cuerpo detuviera su descenso, dejando esta tétrica decoración por más tiempo. Muchas leyendas se han creado sobre Vlad Tepes, una de las más populares es que disfrutaba ver a los empalados mientras comía.

Crucifixión

Probablemente el método de tortura y ejecución más conocido en la historia gracias a el cristianismo, pero ha tenido muchas variantes a lo largo de la historia. Aunque no se sabe exactamente dónde se originó, la palabra proviene del griego y se tiene documentado que era un método muy usado durante el Imperio Romano.

Aunque la cruz podía ser de diferentes formas el castigo era muy similar: se colocaba a la persona en la cruz, se le amarraba de manos y pies –en muchos casos se les clavaba– y eran dejados en la cruz desnudos hasta su muerte. Además de la tortura física, este método era también una de las humillaciones más duras en la antigüedad, pues las víctimas eran dejadas desnudas en las calles días después de su deceso.

Al igual que el empalamiento, las víctimas podían vivir desde unas cuantas horas hasta varios días después. Las causas de muerte generalmente eran por una ruptura cardíaca, falla en el corazón, shock hipovolémico, asfixia, arritmia y una embolia pulmonar.

Si esto no fuera suficientemente terrorífico, esto lo hará: este método es utilizado actualmente en varios países. En los Emiratos Árabes Unidos y en Sudán es un método legal de castigo. Durante la primera década de este siglo varias personas fueron crucificadas en Arabia Saudita, aunque en muchos casos se decapitó previamente a las víctimas. En Burma también se realizaron ejecuciones por crucifixión y, de acuerdo al Comité de Derechos del Niño, el Estado Islámico ha crucificado a varios niños en los últimos años.

La tortura de la rata

Sabes que esto terminará mal cuando estos roedores están implicados en un método de tortura y va más allá de ponerte en una mesa con ratas. El castigo empezaba cuando amarraban a las víctimas y las colocaban dentro de una caja con una abertura en alguno de los lados, aunque en la mayoría de los casos sólo eran colocados sobre una mesa.

Después se dejaban ratas hambrientas sobre el cuerpo de la víctima, pero la tortura psicológica no era suficiente. Se calentaba la caja o el contenedor en el que eran puestas las ratas así que estas por instinto buscaban una ruta de escape. Así que el lugar más “blandito” para rascar y hacer un hoyo era la piel de la víctima.

Las ratas podían tardar hasta horas haciendo hoyos en el cuerpo de la víctima –generalmente eran colocadas en el estómago– resultando en uno de los métodos de tortura y ejecución más sádicos y dolorosos de la historia.

Se cree que este método de tortura fue utilizado en el siglo XX durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile y las dictaduras argentinas de segunda mitad del siglo.

La pera de la angustia

Esta herramienta de tortura también conocida como la pera del ahogo fue utilizada durante la Edad Media, la mejor época para estar vivo si eras un sádico. El aparato tenía tiene este nombre debido a que su cuerpo metálico tiene forma de pera y funcionaba así: era introducido en alguno de los orificios de la víctima y el torturador giraba el tornillo del aparato para que la pera se abriera.

El castigo era utilizado tanto para hombres como mujeres. En el caso de los hombres era introducido en el ano si su “delito” era ser homosexual. En el caso de mas mujeres la pera se introducía en la vagina cuando eran condenadas por prostitución o por facilitar abortos. También era insertado en la boca tanto en mujeres como hombres acusados de mentir y de blasfemar.

Aunque era raro que la pera de la angustia provocara la muerte, sí lograba rasgar la piel o expandir al máximo los orificios para mutilar a la víctima. Pero en muchos casos era sólo el principio de la tortura, después de la pera seguían otros instrumentos y métodos de tortura.

El burro español

La Inquisición Española fue la responsable de implementar algunos de los métodos de tortura más sádicos, pero ninguno tan brutal como el burro español. Las víctimas eran sentabas desnudas con las piernas abiertas sobre un bloque de madera en forma triangular que se parecía a un burro, en algunas ocasiones el bloque tenía puntas metálicas afiladas para causar un mayor daño físico.

Pero la tortura apenas comenzaba: una vez sentados en el burro español y amarrados de manos, se les colocaban pesos en las piernas para que la víctima no cayera y que la cuña del aparato aumentara la agonía. En muchas ocasiones terminaba rebanando completamente su cuerpo debido al exceso de peso que se añadía.

La cuna de Judas

También conocido como la silla de Judas, este método de tortura también fue creado por los españoles durante el siglo XVI. Podríamos decidir que la cuna de Judas es la terrible mezcla entre el empalamiento y el burro español: las víctimas eran amarradas desnudas y el torturador los bajaba con las cuerdas sobre un triángulo de madera que insertaba en la vagina de las mujeres y el ano de los hombres.

Los verdugos podían decidir que tan doloroso y rápido sería el sufrimiento de la víctima: con las cuerdas podían insertar en repetidas ocasiones a la víctima o agregar pesos a las piernas para que una vez empalados se rasgaran los músculos del orificio.

Si el empalamiento no provocaba la muerte o alguien sobrevivía a este método de tortura no era por mucho tiempo. Se cree que la silla de Judas raras veces era lavada, por lo que era un gran foco de infección y las víctimas también podían morir por esta razón.

El potro

Se cree que este fue uno de los métodos más dolorosos de tortura durante la Edad Media y a primera vista no lo parece, pues era sólo una mesa con cuerdas y dos troncos, pero funcionaba así: se acostaba a la víctima y se amarraban sus brazos en la parte superior y sus piernas en la sección inferior y los verdugos poco a poco tensaban las cuerdas.

La víctima era estirada hasta llegar al punto en el que, de tanto tensar las cuerdas, los cartílagos y ligamentos de cada una de sus extremidades tronaban, dislocando los huesos. Pero para evitar cualquier sospecha de que la víctima podía no estar desmembrada, los torturadores seguían tensando las cuerdas hasta que, literalmente, las extremidades se separaban del cuerpo.

Este método de tortura fue utilizado en algunos personajes históricos como Guy Fawkes (Remember, remember, the fifth of November) y William Wallace (Freedom!). En el Reino Unido fue prohibido en 1628.

La rueda

Este fue uno de los métodos más utilizados durante la Edad Media y también era conocido como la Rueda de Catherine, pero existe desde la antigüedad y todavía fue utilizado en Alemania durante el siglo XIX.

La tortura consistía en amarrar a la víctima en los radios de una rueda colocada horizontalmente, y mientras esta giraba lentamente, el torturador iba rompiendo los huesos en diferentes secciones de las extremidades con un martillo de hierro.

Después de que el verdugo hacia su trabajo, la víctima era dejada en la rueda para que muriera de deshidratación o era colocado en una estaca alta para que las aves carroñeras devoraran su cuerpo mientras seguía respirando. En algunos casos había misericordia: se le ordenaba al ejecutor darle un golpe fatal con el martillo en el pecho y estómago para terminar con su agonía.

Originally published at www.clicknecesario.com on June 1, 2016.

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