El baile, un arte colectivo

“La sociedad considera que la danza es demasiado afeminada para un hombre”

Revista Sensualité
9 min readMay 15, 2018

El baile es un arte y en él hay sitio tanto para hombres como para mujeres. Independientemente del estilo. El hombre es una figura importante, pero no solo para ser portador de la mujer, si no para ser protagonista junto a ella. Y no por ello debe ser homosexual como la gran mayoría piensa. Cada estilo de baile tiene una técnica, más o menos “afeminada”, pero no deja de ser una forma de bailar. Es decir que este deporte no influye ni mucho menos en una condición sexual. Curiosamente son los hombres lo que empezaron con este arte… ¿Por qué razón fueron discriminados?

“Todo el mundo baila, porque el baile es movimiento”, afirma Vicente Ferragud, bailarín profesional de danza española y clásico’’

¿El baile significa lo mismo para los hombres que para las mujeres?

El baile es baile, en este maravilloso arte no hay diferenciación de razas, de géneros, de religión o de sexualidad. “El baile es un todo por el todo”, confiesa Aitor Matres y denuncia que si se mancha de estereotipos se estropea la esencia de lo natural y de la belleza que transmite.

Tanto hombres como mujeres sienten el baile de la misma forma, todos buscan expresar lo que sienten a través de él. Porque la danza es comunicar con el cuerpo lo que no se puede expresar con las palabras. Vicente Ferragud es un gran artista de la danza española, para él bailar es su vida y no es capaz de visualizarse en otro trabajo que no sea éste. De hecho, según nos cuenta, para él no es un trabajo, es un arte que disfruta a cada segundo porque la danza es su forma de vida. El artista asegura que con la danza muestra toda esa esencia, todo ese sentimiento que lleva dentro, y eso es lo que lo hace precioso. Tener la oportunidad de romper esa cuarta pared con la gente mediante la danza expresando cómo eres tú, con tu estilo propio y tu propia personalidad, sin engaños ni falsedad.

“En el siglo XVIII se utilizaban máscaras para destacar la expresión corporal de los bailarines”, recalca Laura Cortés, bailarina de ballet»

Del mismo modo Laura Cortés, bailarina de ballet desde los 3 años, considera que bailar es una fusión de arte y deporte, lleno de sentimientos y en el que expresamos nuestro estado de ánimo, nuestra personalidad y nuestro ser. Desde su punto de vista, ésta es la única forma de hacer buena danza, pues si no transmites verdaderos sentimientos, tan solo estás ejecutando un par de pasos que cualquiera puede realizar. Vicente Ferragud y Aitor Matres coinciden con la bailarina, destacando que los verdaderos bailarines siempre alcanzan. un punto Stanislavski, que significa llegar a sentir de forma real, a base de recuerdos, de sensaciones y de vivencias, consiguiendo ponerse en la piel del personaje que están haciendo y transmitir miles de sensaciones al público.

“La danza no es un deporte fácil, sobre todo en ciertas disciplinas como el ballet”, declara Ana Abad, profesora de Historia de la Danza.

En cuanto al estado físico del bailarín o bailarina, la profesora de Historia de la Danza en la UCAM, Ana Abad, nos habla sobre las diferencias que existen: “La danza no es un deporte fácil, sobre todo en ciertas disciplinas como el ballet. Las niñas sufren desorden alimenticio, que a ellos, sin embargo, no les afecta tanto”. En ellas lo que más se nota es el desarrollo del pecho. Al realizar ejercicios tan concretos, acentúan mucho la espalda y los músculos del pectoral. Asimismo, al estar tan trabajada esta zona, el músculo se pone por encima de la grasa del pecho por lo que impide que éste se desarrolle completamente. En cuanto a los hombres, son anchos de hombros pero en las piernas, a pesar de tener el músculo fuerte, tienden a crear una forma de triángulo invertido. En definitiva, cada cuerpo es un mundo pero por lo general, practicar este deporte desarrolla distintas partes de él que de otra forma no es posible conseguir.

“El baile es una pasión que llevas arraigada en tu cuerpo y contra la que no hay que luchar”, destaca Vicente Ferragud.

Estudiar danza es una vocación: ¿bailas o trabajas?

“Solemos empezar a bailar si nuestros padres deciden apuntarnos. Después somos nosotros los que elegimos continuar o dejarlo”, comenta Laura. Del mismo modo, Vicente Ferragud considera que el baile es una pasión que llevas arraigada en tu cuerpo y contra la que no hay que luchar, sino que hay que desarrollarla. Sin embargo, reconoce que todo aquel que entre en el mundo de la danza debe estar muy preparado mentalmente para el gran trabajo que supone avanzar. Además, Aitor Matres admite que nada es fácil y que dentro del mundo artístico muchísimo menos porque siempre hay que reivindicar las ganas y demostrar que se vale para eso. “Tienes que estar todo el rato convenciéndote de que eres bailarín”, apunta Aitor.

Además, Vicente afirma: “No me vería en ningún otro trabajo, porque esté como bailarín o como profesor, para mí el baile es mi forma de vida y lo necesito, no me podría ver en otro trabajo porque para mí no estaría ofreciendo lo que yo soy”.

“Cuando eres pequeña debes prescindir de ir a cumpleaños por ir a clase de danza. Aprendes a priorizar y a madurar más rápido”, asegura la bailarina.

Bailar es un trabajo como cualquier otro, a pesar de que socialmente no esté considerado como tal. Todos los bailarines necesitan una gran fuerza mental y física para soportar todo el trabajo que supone adentrarse en este mundo. Pero una de las claves más importante para conseguirlo es tener pasión por lo que se hace. Y esto es igual, tanto para hombres como para mujeres, porque como ya hemos dicho “el baile es el baile y no tiene distinción”.

“Somos nuestro propio enemigo porque nos hundimos y machacamos a nosotros mismos cuando todo va mal”, recalca Vicente.

Aprender a ser profesional:

La carrera de danza está compuesta por tres partes. En primer lugar, es necesario cursar 4 años de elemental donde se tocan todas las ramas de la danza. En segundo lugar, 6 años más de profesional y posteriormente, quien lo desee, puede cursar el superior, que es como una carrera universitaria. Todo esto se hace en el conservatorio ya que, según nos cuenta Vicente, no fue hasta el año pasado cuando se consiguió que la danza fuera una carrera universitaria. De igual modo, sigue sin tener el mismo derecho que otras a pertenecer al ámbito universitario, a pesar de estar convalidada como carrera.

“Por los años de estudio y trabajo que conlleva ser bailarín profesional considero que es una carrera como cualquier otra”, señala Vicente Ferragud

Además, es una profesión desconocida ya que la gente no considera que sea un trabajo con el que puedes ganarte la vida. “No saben cuál es el proceso que tenemos que pasar para llegar a bailar en una compañía, cuantos años de formación para conseguir un trabajo”, acentúa el bailarín.

Por otro lado, es necesario mucha fuerza mental para poder llevar las críticas. “Somos nuestro propio enemigo porque nos hundimos y machacamos a nosotros mismos cuando todo va mal”, subraya Vicente, “aunque es muy gratificante ver cómo tu entorno está orgulloso de tu trabajo”. En definitiva, una lucha constante por escuchar un “me ha encantado verte” o “gracias por hacerme sonreír y olvidarme del resto”, porque ese es el sentido de la danza, transmitir.

“Me he sentido discriminada y menospreciada. En el mundo de la danza hay mucha rivalidad y competitividad”, subraya Laura Cortés

En cuanto a las ofertas de trabajo, según nos cuenta Laura, desde que son bien pequeños observan si un niño tiene talento, y si es posible que llegue lejos, lo cogen enseguida ya que estamos muy carentes de figuras masculinas. “En España hay bailarines pero los que son buenos de verdad se van fuera del país”.

Finalmente, cabe destacar que no hay un tipo de baile específico para cada género. Hemos posicionado al hombre en un determinado estilo. Por ejemplo, en el ballet, la mujer es la figura principal y el hombre en segundo rango pero en el hip hop el hombre es el que predomina. “Tanto el hombre como la mujer tienen un papel importante en la danza, nos complementamos los unos a los otros”, destaca Laura.

Fútbol y ballet unidos por un nombre: Claudio López:

Claudio López es un joven de 23 años que ha dedicado toda su vida a la danza y al fútbol. Él conoce lo que es la discriminación social por haber elegido bailar siendo hombre, pero vivir estas circunstancias lo han hecho ser más grande y luchar por sus sueños. A su vez, es capitán de fútbol del equipo y esto le ha ayudado a que las personas más allegadas a su vida entiendan que son dos deportes que pueden estar totalmente relacionados.

¿Que significa para usted la danza?

TODO

¿Desde cuándo baila?

Desde los 4 años

¿Cree que en la historia ha habido algún tipo de discriminación hacia el hombre en la danza?

Dentro de la danza considero que no existe la discriminación de género, de hecho en este arte se le da mucha importancia al hombre. Sin embargo, fuera de este mundo hay mucha porque te tachan de homosexual por bailar ballet clásico, por ejemplo. La sociedad considera que el baile es demasiado afeminado para un hombre.

¿Puede contar su experiencia personal en la danza?

Bailo desde los 4 años pero también he jugado al fútbol durante toda mi vida, de hecho soy el capitán de mi equipo. Desde pequeño he vivido experiencias en las que se consideraba poco correcto que bailara, pero debido a esta situación, me he acostumbrado a estos pensamientos. Aunque debo reconocer que en la actualidad, esto está disminuyendo conforme avanza la sociedad y la cultura. De hecho, cuando yo iba al colegio un profesor le dijo a mi madre que tenía condiciones para bailar y su primera reacción fue decir que no, que su hijo lo que iba a hacer era jugar al fútbol.

¿Por qué cree que la sociedad pone esas etiquetas a los hombres que bailan?

Por ignorancia y porque en España no estamos acostumbrados a que el hombre salga a otros deportes que no sea el fútbol. Depende también del estilo porque en los bailes latinos, el hombre desprende una gran masculinidad. Sin embargo, en el clásico es todo lo contrario, pero a ese pensamiento se llega por ignorancia y desconocimiento. Hay un factor muy importante en este aspecto y es la sensibilidad, porque cuando desarrollas artes como el teatro o la danza clásica desarrollar una sensibilidad muy grande y, a partir de ahí es donde se crea el concepto de homosexualidad.

¿Qué le diría a los hombres que no se han podido desarrollar en la danza por miedo a las críticas?

Hoy en día es diferente porque ahora hay muchísimos hombres que hacen danza, inclusive. jugadores de rugby son bailarines. Y si hablamos de gente famosa, podemos mencionar a Arnold Schwarzenegger que ha salido en televisión dando clases de danza. Pienso que hoy en día es muy diferente, muchos atletas de alto rendimiento se meten a clases de ballet para entrenar. No podría afirmar que ya no existe discriminación hacia los hombres pero sí puedo asegurar que si existe es menor proporción que en otras épocas.

¿Le gustaría que hubiera más chicos en las clases de danza?

Me encantaría porque la figura del hombre enriquece al baile.

¿Qué le diría a los chicos que no se lanzan a bailar por miedo?

Que se lancen porque hay muchísimas oportunidades. Ahora el baile ha entrado más en la sociedad y necesitamos bailarines que luchen para que la danza se haga el hueco que se merece y se desarrolle todo lo posible.

La danza no era considerada como una carrera, sin embargo, este año la UCAM ha conseguido desarrollarla como tal, y Claudio López es uno de los alumnos de la primera promoción de este grado. Él es el único hombre de la clase y reclama que sería mucho más gratificante que hubieran más hombres que enriquecieron las aulas.

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