Multas, velocidades y recaudación

Rubén
4 min readApr 25, 2016

--

Está siendo noticia hoy un estudio de Fundación Línea Directa sobre las multas que ponen los Ayuntamientos españoles. Y lo que leo es preocupante.

Por una parte, el 60% de los conductores encuestados manifiestan exceder los límites de velocidad de forma habitual. Y efectivamente, las multas analizadas por el estudio corresponden con este patrón: el 44% de las multas que ponen los Ayuntamientos son por este motivo.

No es novedad. Hasta el Ministerio de Fomento sabe que las velocidades máximas no se cumplen. Pueden verlo en sus mapas de aforos y velocidad; si la velocidad media se acerca mucho o sobrepasa el límite legal, es que hay quien circula por encima, que las matemáticas no mienten. Hay tramos con velocidades medias por encima de 130 km/h. Y en 2014, más de un tercio de los vehículos ligeros que pasaron por una estación de aforo circulaba por encima de 120 km/h en autovías interurbanas.

Elaboración propia, fuente: Ministerio de Fomento http://www.fomento.es/NR/rdonlyres/3117986D-DCA2-4788-9298-97E2EB5CC569/133454/datosRCE2014.pdf

Mi sensación es que la norma de velocidad máxima se incumple sistemáticamente fuera de ciudad… Y también dentro. Los datos parecen ratificarlo.

Puesto que es tan cotidiano el incumplimiento, el control de la velocidad se percibe recaudatorio, dado que tanta gente lo supera de forma habitual sin percibir riesgos ni de accidente ni de multa. El 90% de los conductores encuestados así lo indica.

Pero lo que me preocupa es que se incumpla y se perciba como recaudatorio también en ciudad.

En una autovía o autopista, donde el acceso de peatones y ciclistas habitualmente está prohibido, un conductor que exceda el límite se pone en riesgo a sí mismo y a otros conductores y pasajeros. Desde luego, esto puede ser un peligro, pero estas personas van protegidas dentro de sus carcasas de metal o al menos los cascos de sus motos.

Existe consenso sobre que bajar los límites de velocidad reduce accidentes y sus consecuencias, en cualquier tipo de vía. Pero también sobre que las vías secundarias son las que concentran la accidentalidad grave en España. Por tanto, es en ellas donde conviene poner el acento para perseguir este tipo de excesos. Como hemos visto, el incumplimiento de los límites en las autovías/autopistas es escandalosamente habitual y las cifras de siniestralidad y sus consecuencias no parecen acompañar.

Cifras de siniestralidad 2015, DGT: http://www.dgt.es/es/prensa/notas-de-prensa/2016/20160104-nuevo-minimo-historico-numero-victimas-mortales-accidente-desde-1960.shtml

No tengo claro que el límite de 120 km/h en autopistas y autovías, a día de hoy, responda a criterios de seguridad. De ahorro de combustible, seguro; pero vista la accidentalidad en estas vías, puede que no influya tanto.

En ciudad necesitamos ir despacio

En ciudad, el exceso de velocidad supone un peligro para peatones y ciclistas. Para las personas que viven, pasean, y disfrutan de la ciudad. En caso de atropello, la gravedad de las consecuencias se dispara por encima de 40 km/h. Y en España muere un peatón al día por atropello.

Fuente: DGT http://revista.dgt.es/es/multimedia/infografia/2015/0810-A-mas-velocidad-mas-peatones-fallecidos.shtml#.Vx4cnzCLSM8

Bajar la velocidad máxima en ciudad y crear zonas calmadas también reduce el número de accidentes urbanos, no solo sus consecuencias, además de traer otras ventajas. ¿Por qué seguimos pensando que las multas de velocidad son “recaudatorias” en ciudad? ¿Por arrastre de lo que ocurre en autovías?

¿Los radares son recaudatorios?

Si tanta gente supera el límite de velocidad en autovías, ¿hay un problema con esa norma? Si la norma general sobre cumplimiento de velocidades queda deslegitimada, se piensa que es “recaudatoria”, y los conductores siguen pensando que su acatamiento es inviable o exagerado en ciudad, nuestras cifras de atropellos y fallecimientos en ciudad seguirán siendo una sangría.

Además, en ciudad, es adecuado evaluar si el calmado de velocidades se limitará a colocar señales, radares y policía, o se acompañará de otras medidas. En Londres, hay indicios de que solo con las señales no se alcanza un cumplimiento real de los límites: hace falta adecuar las calles para alcanzar el calmado real, y más aún, hay que hacer habitual y normal circular despacio por ciudad. Se trata sobre todo de un cambio cultural, nada fácil de alcanzar, pero necesario. Que las ciudades sean para las personas y el coche o la moto sean invitados.

¿Cómo hacer cumplir los límites en las zonas 30? (20mph en Londres). Estudio de Steer Davies Gleave.

Quizá haya que plantearse si nuestros límites de velocidad son adecuados y qué objetivos persiguen. Lo que no tiene sentido es mantener una norma que no se cumple en autovías, que puede que no tenga efecto significativo sobre la seguridad, y que encima hace parecer recaudatoria a una norma que sí es necesaria. Cuantas menos normas, y más sencillas, mejor. Pero que se cumplan.

--

--