La forma del Gobierno del Futuro

Rudi Borrmann
6 min readNov 19, 2015

--

Esta campaña del miedo que en las últimas semanas vimos por parte del oficialismo, la idea simplista y binaria de que con el candidato X se viene el fin del mundo y que sólo de un gobierno depende el destino de un país, demuestra justamente la desconexión absoluta que tiene el kirchnerismo con esta época. La evolución de la democracia, sumada a las herramientas que internet ha generado y a la explosión del movimiento emprendedor abren un universo de posibilidades en el rediseño de la menos innovadora de las organizaciones: el gobierno.

Jack Ma es el fundador de Alí Baba, el mayor sitio de comercio electrónico del mundo. En una reciente entrevista con Jack Rose durante el Foro Económico Mundial en Davos, Ma cuenta que Alí Baba ha creado 40 millones de puestos de trabajo, sólo en China… y en 15 años. Otros ejemplos: Airbnb, la cadena de hoteles más grande del planeta no es dueña de ningún hotel. Whatsapp, con sólo 50 empleados y con 6 años de vida vale el doble que YPF. KickStarter financió proyectos artísticos por más de 300 millones de dólares, el doble de la inversión que tiene el Fondo Nacional de las Artes en Estados Unidos. Esto, por supuesto, es sólo una fracción de lo que Ignacio Peña llama un verdadero “tsunami”, impresión 3D, nanotecnología, biotecnología, big data, internet de las cosas, etc, tecnologías exponenciales que cambiarán el mundo, como bien lo describen Peter Diamandis y Steven Kotler en su libro “Abundancia: El Futuro es mejor de lo que pensas”.

No se trata de un estado más grande. O más pequeño. Sino de un Estado más inteligente. Se trata de crear un gobierno del siglo XXI, para toda la sociedad, que promueve la participación, y crea alianzas innovadoras para la resolución de problemas. Aneesh Chopra, primer Director de Tecnología de Estados Unidos

El mundo digital y sus distintos usos y aplicaciones están en el centro de un vasto movimiento de transformación de nuestra economía, redefiniendo nuestros espacios públicos y privados, construyendo vínculos sociales. El Gobierno del Siglo XXI debe, necesariamente, ser digital y abordar una agenda de innovación inclusiva en línea con los principios de libertad y justicia.

Cambio de época

En su libro “El Fin del poder”, el economista Moisés Naím analiza la atomización y fragmentación que el poder está teniendo. Con ejemplos como los movimientos en Egipto, Siria y Túnez, la renuncia del Papa Benedicto, la aparición del Tea Party en Estados Unidos, o los movimientos populistas en América Latina. Hoy hay más restricciones para ejercer el poder y es más fácil perderlo. Naím también argumenta que las complejas organizaciones internacionales de colaboración producen una fragmentación enorme, y la única respuesta que puede permitir un reordenamiento de la gobernanza mundial es la innovación política.

Inventamos prácticamente todas las instituciones políticas importantes que poseemos, y no hemos inventado ninguna más desde entonces. Inventamos el partido político, la democracia y el gobierno representativo. Inventamos el primer sistema judicial independiente de la historia… Inventamos el procedimiento de revisión judicial. Inventamos la superiodidad del poder civil sobre el militar. Inventamos la libertad religiosa, la libertad de expresión, la declaración de derechos constitucionales. Podríamos seguir y seguir. Todo un legado. ¿Pero qué hemos inventado después que tenga una importancia comparable? Henry Steele Commager

Uno de los ejemplos más potentes de las innovaciones dentro del sector público tiene que ver con la apertura, una de las características fundamentales de la web.

Hace cuatro años cuando empezamos a trabajar en el proyecto de gobierno abierto para el Gobierno de la Ciudad usábamos el ejemplo de la máquina expendedora para introducir a los equipos en el concepto de apertura. ¿Lo conocen? La idea es simple: el gobierno es una gran máquina expendedora (en este caso de servicios públicos) y los usuarios de la máquina pagan esos servicios con sus impuestos. Ahora, si la máquina no nos da los servicios que queremos tenemos que esperar 4 años para cambiarla ya que el modelo es cerrado. La versión opuesta a este modelo suele ser la idea de una gran bazar o un mercado, en donde la oferta es dinámica, cambiante y diversa.

La tecnología, las herramientas y los ejemplos para sostener esta apertura ya existen. Gobiernos de niveles nacionales y subnacionales están explorando estas nuevas formas de inteligencia colectiva que plantean principalmente un desafío cultural, no tecnológico. Las administraciones públicas están llenas de emprendedores y de innovadores, con conocimientos sobre los temas que nos afectan a todos. Hay que imaginarlo con una gran startup, con cientos de posibles nuevos productos y servicios listos para lanzarse. El desafío está en conectar a esos innovadores entre ellos, pero también diseñar los puentes para nuevas formas de colaboración con la ciudadanía. Especialmente con el sector emprendedor, científico y académico.

Datos, materia prima para la innovación

Datos abiertos, de alta calidad y sin censura son clave para la democracia. Angus Deaton, Premio Nobel de Economía 2015

En la primavera de 2009, el entonces primer ministro británico Gordon Brown tuvo una reunión con Tim Berners-Lee, el padre de la web. La reunión fue a puertas cerradas y Berners-Lee le acercó un mensaje muy claro a Brown: después de la creación de internet, la próxima gran revolución era la de la información, y el gobierno es justamente una de las organizaciones que acumula mayor cantidad de datos, ofrecerlos en formatos que puedan ser leídos por una máquina representa la posibilidad de pensar al gobierno como una plataforma sobre la que se puede innovar. Pensemos en nuevos servicios, en aplicaciones, en trabajos universitarios, investigaciones científicas, análisis periodísticos, nuevos negocios. Aumenta la transparencia, claro, pero más importante aún, aumentan las posibilidades de progreso y desarrollo social.

La conversación de Berners-Lee con Brown fue la génesis del portal de datos abiertos del Reino Unido data.go.uk, una biblioteca de datos estructurados de distintas áreas del gobierno británico. Hoy existen cientos de catálogos similares en organizaciones de gobierno, universidades, e incluso el sector privado.

La agenda de datos abiertos toma cada vez más velocidad y en la última Asamblea General de Naciones Unidas, el mensaje fue claro: los datos abiertos son clave para que alcancemos los objetivos del milenio y podamos erradicar la pobreza.

La Comisión Nacional de Energía de Chile ya publica información en formatos abiertos, poniendo a disposición datos estadísticos, indicadores, mapas, normas legales, estudios, en un único punto.

Para el sector agrícola se ha creado GODAN (Datos Abiertos para la Agricultura y la Nutrición) una gran coalición internacional que en menos de dos años ha logrado nuclear a más de 140 organizaciones (desde Kellogs a FAO) bajo el claro objetivo de enfrentar los desafíos del planeta para alimentar a una población global creciente. Enfrentar estos desafíos exige datos de buena calidad y oportunos sobre salud y nutrición, vitales para planear e implementar políticas públicas más efectivas.

El Laboratorio de Gobierno de la Universidad de Nueva York lleva a adelante el proyecto Open Data 500, que mapea a organizaciones que hacen uso de datos abiertos en sus actividades, ya hay versiones del proyecto para México, Australia, Italia y Corea.

La revolución de los datos sólo será tal si es inclusiva. Según UNICEF, hoy el 30% de los nacimientos vivos del planeta no se registra.

Para pensar en la innovación que podrían generar estos datos basta usar un ejemplo con el que muchos interactuamos diariamente: el GPS. Esta tecnología era originalmente exclusiva para el uso militar y un accidente aéreo en los años ochenta llevó al presidente Reagan a declarar su apertura una vez terminado el desarrollo. ¿Podemos calcular el impacto que el GPS ha tenido en la humanidad? ¿Los negocios que ha generado, el progreso, el impacto en industrias de todo tipo, en la forma en que se mueve el mundo?

El Gobierno del futuro debe ser abierto por diseño. Es el único camino que le permitirá hacer uso inteligente de las nuevas tecnologías, incorporar las ideas ciudadanas, empoderar a los emprendedores y potenciar la innovación pública para enfrentar entre todos los grandes desafíos del milenio.

--

--

Rudi Borrmann

People, ideas and projects on Digital, Data and Public innovation,