Salma Kanine
20 min readJan 16, 2024

Técnicas de compensación en aspectos comunicativos en TEA

IDEA.

En amigos en común, hemos observado cómo algunas de las personas con Trastorno del Espectro Autista de grado 1 suele utilizar técnicas de compensación en los aspectos comunicativos no literales para adaptarse al entorno, a veces haciendo incluso imperceptibles estas dificultades.

INTRODUCCIÓN:

El Trastorno del Espectro Autista (TEA), en esencia, consiste en presentar ciertas dificultades con la interacción y la comunicación social, junto a comportamientos repetitivos (a parte de los síntomas típicos de que afecten a la vida diaria o que no se expliquen por otras patologías) . Los comportamientos repetitivos pueden ser desde simples como mover los dedos, mover los brazos, mover el torso… hasta más complejos como pueden ser los intereses por la historia, hacer rituales, comer lo mismo, hacer muchas listas… ¿No parecen una infinidad de posibilidades? ¿Y que haya tanta variabilidad no parece relacionarse con la palabra espectro?

Como nos han explicado en clase, los trastornos psicológicos no son un blanco o negro, lo tienes o no, si no que son dimensionales, y la clasificación diagnóstica sirve más para la comunicación entre psicólogos y la elección de tratamiento que para cualquier otra cosa. ¿No recuerda a los sistemas de medidas establecidos? Seleccionados al azar realmente, como en el ejemplo de que un metro es un metro sencillamente porque así medía un palo aleatorio.

Por raro que suene, en la población general son habituales los niveles bajos de esquizofrenia, de psicopatía, rasgos TLP… pero, ¿por compartir rasgos es necesario un diagnóstico? Sin embargo, la palabra espectro es propia del TEA, y con razón, ya que dentro de esta psicopatología podemos encontrar personas con dificultades, capacidades, personalidades, intereses… totalmente diferentes entre sí, con la misma variabilidad prácticamente que en la población media. Cada persona presenta una combinación diferente de características, habilidades y perspectivas. Sin embargo, aunque algunas personas puedan demostrar gran capacidad para ciertas áreas, enfrentan desafíos en muchos aspectos de la vida diaria. Analizar esta diversidad individual nos ayuda a comprender en mayor profundidad las complejidades del TEA. Al final, en la práctica, hay tratamientos para muchos trastornos o patologías, pero, ¿no es finalmente necesario adaptarlos a cada individuo?

Hemos comenzado intentando observar e identificar las dificultades en la comunicación dentro del trastorno para así poder hilar con posibles estrategias de compensación. La mayoría de problemas en las habilidades sociales que presentan las personas con esta patología son por el lenguaje no literal, por lo que esa capacidad de adaptación al ambiente viene prácticamente determinada por el uso del tipo de estrategias que les ayudan a entender las cosas no explícitas. ¿No sería eso una capacidad lingüística?

Los grados de autismo no van por gravedad del trastorno como tal, sino por necesidad de ayuda, por lo que una persona clasificada como grado 1 realmente podría “sufrir” más el trastorno por tener una mayor necesidad de socializar, ser consciente de sus diferencias o por el sobreesfuerzo. ¿No parecen ser estos grados prácticamente determinados por el lenguaje?

Escuchando videos de youtube de personas con TEA hablando sobre sus dificultades hemos ido analizando qué aspectos habituales en las interacciones sociales pueden resultar problemáticas, así también intentando aprender cómo se podrían abordar desde fuera para facilitarles la comunicación y que técnicas de afrontamiento les pueden ser más útil.

Otras ideas las hemos sacado a raíz de las propias entrevistas y charlas con nuestros amigos con TEA, como cuando Esteban, uno de los entrevistados, nos preguntó si nosotros nos disculpamos y arrepentimos cuando ofendemos a alguien. Quería saber cómo es la forma habitual de proceder y las razones para ello, para ver si encajaban dentro de lo que él considera “correcto” hacer, y quizás utilizarlo en el futuro.

Debido a que el trastorno parece relacionarse de forma tan directa con el lenguaje, es difícil interpretarlo desde fuera si no entendemos su forma de comunicación. Esto ha llevado a muchos mitos, como es el caso de que en las personas con TEA tienen menos empatía (de hecho, al principio se le denominaba habitualmente “psicopatía autista”). Las investigaciones actuales nos han revelado cómo esto podría ser incluso contrario a lo que se creía.

La empatía tiene un lado cognitivo (entender los pensamientos que han llevado a la otra persona a sentirse así, cuándo se siente alguien de alguna forma…) y un lado emocional (sentir lo que la otra persona está sintiendo). Tiene sentido que si las personas con TEA presentan como parte de su sintomatología principal dificultades para entender el lenguaje no literal de los demás (y en la teoría de la mente), no lleguen a interpretar bien las situaciones emocionales de las demás personas (como podría ser que un amigo necesite consuelo). Una opción a esto podría ser comunicarle a esa persona de forma directa : “Me siento mal, necesito apoyo emocional ahora”. Investigaciones actuales parecen indicar que el aspecto emocional de la empatía en el autismo en realidad sería superior al de la media, e incluso en algunos casos llegar a la “hiperempatía”. ¿No sería coherente pensar que para poder ser empáticos en la práctica y llegar a “sentir” las emociones primero habría que desarrollar habilidades cognitivas? Y, ¿no podría eso ayudarnos a crear vínculos emocionales más fuertes con las personas con TEA?

De las ideas sobre estos problemas comunicativos hemos creado la entrevista que aparece a continuación, para así profundizar más, observar técnicas de adaptación más concretas y ver cómo se perciben internamente.

Entrevistamos a tres personas con TEA con estas preguntas:

Existe el mito de que a las personas autistas no les puede gustar relacionarse; sin embargo, a pesar de ser cierto que los niveles de reciprocidad social y emocional y los niveles de necesidad de socializar varían enormemente entre individuos, en autismo de grado 1 no suele ser cierto. Lo habitual es que sí, que haya un interés en relacionarse con sus pares. Lo que ocurre es que las recurrentes situaciones de rechazo (ya que la sociedad no entiende estas diferencias en la comunicación ni se tienen normalizadas otras características como las obsesiones o las estereotipias) provocan la preferencia por el aislamiento o un menor círculo de amigos en el que se sientan aceptados (como en nuestros 4 casos cercanos). Estas situaciones de rechazo suelen darse a causa de malentendidos de comunicación. ¿No sería entonces indispensable entender su forma de comunicación para mantener una relación sana con una persona con el trastorno?

MASKING (ENMASCARAMIENTO).

Una palabra muy actual en relación al TEA a la que ahora se le está dando mucha importancia es el “masking”, pero… ¿qué es el masking?

Básicamente es un proceso que realizan algunas personas con TEA, principalmente en el grado 1, para enmascarar parte de su sintomatología. Es principalmente inconsciente y generalmente se relaciona con las mujeres con TEA, ya que suelen ser quienes optan por este tipo de técnicas de afrontamiento. Las mujeres tenemos mayor interés en la integración social, por lo que algunas son capaces, mediante la observación, la imitación y otras técnicas, de camuflar su sintomatología, al menos hasta cierto punto.

Para identificar las dificultades de expresión en las personas que hacen masking, hace falta fijarse mucho, ya que puede ser muy sutil. En nuestro caso hemos tenido que informarnos bastante, prestar mucha atención y hablar entre nosotras para poder identificar algunas dificultades, partes de ese proceso de enmascaramiento o algunas estrategias. Una de las cosas a observar es si hay una discordancia entre el lenguaje verbal y el no verbal, como puede ser el sonreír cuando no va acorde a la situación, ya que muchas aprenden que sonreír suele servir para las situaciones sociales que realmente no están entendiendo o que en general consiguen más beneficios sociales con esa actitud (como nos comentaba Rafael que prefiere estar en “modo alegre”). Las expresiones faciales y el lenguaje corporal inadaptados a la situación suelen ser visibles en alguna medida, aunque a veces hace falta prestar mucha atención o saber qué buscar. Creemos que es un proceso demasiado complejo como para que podamos terminar entendiendo cada aspecto, sobre todo cuando incluso entre los profesionales dedicados a este ámbito existe tanta desinformación y/o desacuerdos.

El hecho de tener un diagnóstico tardío hace que ese enmascaramiento haya sido reforzado mucho más tiempo, por lo que sí a una persona con TEA se le ha diagnosticado de adulto, el trastorno debería ser menos visible, ¿no? Ese es el caso que vemos en nuestros conocidos. Concretamente, en Yulia, una amiga con TEA con un IQ de 146, es casi imposible ser capaz de identificar de primeras sintomatología del trastorno. Se ha estudiado previamente cómo el cociente intelectual se relaciona con una mayor capacidad de enmascaramiento, por lo que las personas con alta capacidad intelectual suelen desarrollar más estas estrategias de compensación para la comunicación. Una cuarta parte de lo que es el WAIS es el área de comprensión verbal, y con él se pretenden puntuaciones más o menos homogéneas en el resto de pruebas. Entonces, si alguien es muy inteligente ¿eso podría relacionarse con una menor percepción externa de las dificultades que sufre la persona?

En ella también se da un hecho curioso que se sale mucho del estereotipo de lo que es el trastorno, ya que es increíblemente social. También se ha estudiado antes como algunas mujeres optan por ser excesivamente sociables para compensar esas carencias, así aprendiendo cómo expresarse y cómo se expresan los demás mediante la exposición a situaciones sociales.

En Elsa, parece que entiende todas las bromas y suele reírse casi siempre, lo único llamativo es que es cierto que tarda bastante más que los demás en reaccionar. Preguntándole, por lo visto lo que hace es que si nos hemos reído al hablar, se queda pensando si lo que se ha dicho anteriormente tiene sentido lógico y si va acorde al contexto. Por ejemplo, si alguien dice que “se quiere matar”, ella dice que piensa que ha oído muchas veces esa frase antes y nadie lo ha hecho, además de que normalmente le parecería una reacción demasiado exagerada.

Otra técnica para no mostrar mucho las características del trastorno a la que suelen recurrir con frecuencia según La Guía de Buenas Prácticas en Niñas, Adolescentes y Mujeres con Trastorno del Espectro Autista sería ser muy inhibidas, y parece que como la timidez se considera un rasgo muy femenino, hace aún más difícil la detección. Ésto se puede mostrar siendo personas que piden permiso y disculpas con mucha frecuencia. Ocurre ya que al no entender qué pueden o no hacer, prefieren prevenir un comportamiento que pueda llamar la atención de los demás.

Mientras que en Yulia esto no parece darse, a Elsa la vemos participar bastante menos que la media en las interacciones sociales y se muestra más retraída.

Aparte de la menor evidencia de las dificultades con el lenguaje por la capacidad intelectual, en Elsa, otra amiga con TEA de grado 1, hemos visto cómo hay más recursos empleados en el camuflaje. Nos comentaba el otro día cómo suele practicar sus expresiones faciales y posturas frente al espejo, o cómo sigue ciertos pasos cuando recibe un regalo. Al no entender el por qué de estas normas sociales, ella sigue unos pasos que sabe que deben hacerse. Primero debe sonreír, dar las gracias y decir que le encanta, aunque le parezca horrible, después debe expresar una muestra de cariño como puede ser un abrazo, un beso o algún gesto. En ambas mujeres con TEA podemos analizar cómo dedican más esfuerzos para llegar a una comunicación óptima y entender las sutilezas del lenguaje.

Actualmente se estima que el 80% de mujeres con TEA permanece sin diagnóstico y que hay una mujer con TEA por cada 3 o 4 hombres. Sin embargo, hay autores que creen que el porcentaje podría acercarse a un 50/50. Si las mujeres desarrollan más estas estrategias, ¿no podría ser parte de la causa de esta menor detección del trastorno? A parte de que muchos estudios se hacen en hombres y los resultados se generalizan a las mujeres.

  1. PROBLEMAS A LOS QUE ESTAS ESTRATEGIAS PUEDEN LLEVAR.

Si las personas con TEA no muestran sus síntomas a la sociedad, esto debe haber sido castigado, o en cambio, que hayan sido reforzadas respuestas incompatibles. Entonces, siendo ellos mismos, no parece que se sientan seguros en la mayoría de ambientes sociales.

¿Podría ser a causa de que la sociedad, y el ambiente donde parece que se crían las personas con TEA sin diagnóstico, no suele aceptar su sintomatología y no llegan a comprenderlos?

Algunos estudios hablan de que a mayores niveles de masking, más probabilidad de presentar una depresión. Esto parece coherente ya que si se muestran menos así mismos, pueden pensar que el fallo está en sí mismos y que son aceptados solo por ese sobreesfuerzo y personalidad “falsa”. Esto lo podemos ver en Rafael, quien nos comentó que cuando socializa siente que debe optar por tomar una actitud más alegre, aunque de forma natural no le saldrían esas expresiones y comportamientos. ¿Puede ser que probablemente sea porque no le haya ido bien actuando de una forma que le salga más natural?

Intentar tener en cuenta todos los aspectos no literales de las conversaciones e inhibir ciertas conductas llega a consumir muchísima energía para las personas con el trastorno, por lo que en muchas ocasiones esto deriva en lo que se conoce como meltdown (una expresión intensa de la sintomatología que se exterioriza, como puede ser con estereotipias al sobrecargarse por así decirlo), shutdown (que hace referencia a cuando las personas con la psicopatología trás un periodo de mucha exposición a estímulos o mucho sobreesfuerzo en lo socializar, pueden sentirse muy cansados y necesitan aislarse de estímulos, pudiendo llegar incluso al mutismo) , o burnout (algo que puede ser más prolongado y afecta sobre todo al ánimo, incluso a veces pareciéndose a la depresión). Elsa, nuestra amiga con TEA nos comentó que muchas veces cuando llega a su habitación y se queda sola, empieza a gritar “pupupupupu…” mientras balancea la parte superior del cuerpo. Eso podría considerarse un meltdown, pero también puede ocurrir que se exprese como un ataque de ira, como nos comentó Esteban que le pasa a veces con sus padres. También nos comentó Elsa lo que creemos que sería un shutdown, en el cual tras un fin de semana emocionalmente complicado con su novio en Valencia, al volver estuvo 3 días sin salir de su cuarto o encender la luz.

También puede ser un problema el tiempo que algunas personas llegan a dedicar a mejorar estas estrategias, como le pasa a Elsa practicando expresiones en el espejo y pensando para qué situaciones. También nos decía sentir que en las interacciones sociales debía ser demasiado consciente de sus posturas y expresiones. En ella a veces vemos como tiene una expresión bastante neutra a no ser que sea un momento más evidentemente intenso en la conversación.

En las mujeres con TEA especialmente, todo esto puede derivar en otras consecuencias más graves como es el hecho de que hay un porcentaje considerablemente mayor de mujeres con TEA que sufren violencia de género o abusos sexuales en la infancia. Debido a que no entienden la circunstancias sociales y las posibles intenciones de la otra personas se exponen a posibles riesgos, motivadas muchas veces por esa necesidad de integrarse (pueden creer que es una norma social, que un acosador potencial es muy amigable…). Elsa trabaja de Relaciones Públicas para un pub, por lo que con algunos hombres comenta haber llegado a situaciones algo desagradables que comenzó no entendiendo. ¿Se podría decir que no entender segundas intenciones es una forma de inocencia? ¿Y la inocencia no nos hace más vulnerables ante ciertos peligros?

Al final, muchas técnicas pueden ser fingir, porque realmente para una persona con TEA, identificar las segundas intenciones o lo que no se ha dicho de manera explícita puede ser como adivinar los pensamientos de la otra persona. Las dificultades en la teoría de la mente (entender lo que piensan y sienten los demás) están directamente relacionadas con la capacidad de entender esta parte del lenguaje. Por lo que muchas veces, ¿no les es más fácil poner una expresión neutra en vez de esforzarse tanto en encontrar posibles explicaciones e intentar “adivinar”?

Una de las peores consecuencias a la que todo esto puede llevar debido a que el masking dificulta el diagnóstico, es a una mayor comorbilidad con otros trastornos cuando no hay un diagnóstico de TEA lo suficientemente temprano. En Yulia es el único caso en el que está presente otra comorbilidad, siendo la anorexia, razón por la cual fue ingresada en un centro de salud mental, y donde pudieron identificar el TEA como trastorno principal, en vez de un TLP como se creía. Ella nos comentaba como había un porcentaje muy alto de mujeres con TEA en el centro especializado en TCA. Cuando tienes un patrón obsesivo como ocurre en muchos casos de personas con TEA, es más fácil comenzar a desarrollar una obsesión por la comida y puede derivar en un efecto en cadena de otras sintomatologías. También los rituales son habituales en personas con anorexia nerviosa, y al tener alteraciones sensoriales las mujeres con TEA pueden llevar más restricciones con los alimentos (por que no les gustan las texturas, por salirse del horario…). En Yulia es curioso que nos comentaba como al tener ya sus propias limitaciones con la comida, ella no se restringía con el tipo de alimentos, si no que sólo limitaba la cantidad mediante la cuenta de calorías.

Cuando Yulia comenzó a ir al psicólogo por primera vez, a pesar de comentar la sospecha de su diagnóstico actual, el profesional le diagnosticó un Trastorno Límite de la personalidad sin considerar la posibilidad de un TEA, ya que en principio encajaba con la sintomatología (falta de gestión emocional, conductas autodestructivas, alteración de la identidad…) . Hablando entre nosotras, hemos debatido y analizado cómo puede llevar una patología a presentar rasgos de otra, que a primera vista es tan diferente.

Si Yulia lleva toda su vida (18 años) tratando de ocultar su forma de ser y esforzándose por compensar sus dificultades, ¿no es normal que tenga problemas a la hora de reconocerse e identificarse así misma, sin saber qué cosas pueden gustarle más, o cómo es parte de su personalidad? Muy similar este patrón de alteraciones perceptivas sobre uno mismo a lo que ocurre en muchos casos de pacientes con TLP, pudiendo existir en ambos casos problemas para definirse y saber que roles sociales “interpretar”. En el caso del sobreesfuerzo, ¿no podría esto haberle causado problemas para identificar unos límites sanos, así quizás construyendo un patrón de conductas autodestructivas? Otro aspecto a relacionar podría ser el factor emocional, ya que cómo en la mayoría de casos de personas con TEA aparecen ciertas dificultades como mínimo para reconocer sus emociones, ¿no podría esto derivar “fácilmente” o parecerse a una falta de gestión emocional? Los llamados meltdown que hemos mencionado antes podrían darse en forma de ataques de ira tras una sobreexposición a estímulos.

En Yulia podemos ver cómo este proceso de adaptación puede derivar en otros problemas que afectan a nuestra vida diaria, siendo muy habitual multitud de psicopatologías comórbidas con el TEA (ansiedad social, trastorno dismórfico corporal, depresión, anorexia…), a parte de parecerse a otros cómo pueden ser el TDAH e incluso la esquizofrenia.

A mayor escala, el hecho de que estas personas se vean en las circunstancias de tener que “camuflarse”, deriva en un menor reconocimiento de los síntomas por parte de los profesionales, y por tanto, en un menor número de diagnósticos correctos.

A esto se suma que los medios tampoco son representativos de la realidad, por lo ellos mismos tampoco se sienten identificados por las figuras famosas con TEA y pueden no sentirse validados en la sociedad. ¿Cómo sabes que puedes expresarte naturalmente si no has tenido la oportunidad de ver a nadie que sientas que se te parece? Y nosotros, ¿cómo vamos a normalizarlo si no lo vemos? La mayor parte de personas, al nombrar la palabra autismo, imaginan a un niño con mutismo, siempre en varones, y durante la infancia. El trastorno no va desapareciendo, va percibiéndose diferente conforme sea cada persona y sus circunstancias. Sin embargo, como la sintomatología es más visible en la infancia y los programas televisivos mayoritariamente también muestran eso, se nos olvidan los adultos que sufren las dificultades del trastorno. Comparando a nuestros amigos con figuras de la televisión como pueden ser el protagonista de The Good Doctor o Sheldon Cooper, vemos como en los pocos adultos que muestran en programas, la sintomatología se llega a estigmatizar tanto. Probablemente, que estas series existan ya es un avance para la representación, sin embargo, en el caso de Sheldon Cooper es parodiado y no mencionan el trastorno en la serie, y en el caso de The Good Doctor, el personaje parece tener todos los síntomas a un nivel casi extremo, cuando por algo es un espectro; aparte de que tendría comorbilidad con un síndrome de savant.

Esto genera muchos prejuicios sociales, y puede ocasionar que algunas de las personas con TEA opten por no hacer público su diagnóstico, incluso en entornos laborales. Nuestros amigos son muy abiertos con el tema, sin embargo, a las personas de su ambiente que no participan recurrentemente en su vida personal no suelen decirle que presentan TEA a no ser que aparezca el tema de conversación.

Los problemas para entender el lenguaje de las personas TEA y su forma de comunicación es un problema bastante grave ya que esto dificulta mucho la comprensión de lo que realmente es esta psicopatología. A día de hoy los investigadores hablan de que el ADOS (el test para el diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista que también es válido para adultos) podría estar obsoleto, ya que no sería suficiente en muchos casos. Esto se ve en el caso de algunas mujeres que no darían puntuación para un diagnóstico por el ADOS, pero que mediante una investigación de profesionales sobre el caso clínico, teniendo en cuenta su historia de vida se demuestra que si existe la presencia de esta patología.

  1. EJEMPLOS RELACIONADOS QUE SACAMOS DE LA ENTREVISTA.

Realizamos una transcripción de una de las entrevistas que les realizamos a personas dentro del Trastorno del espectro autista, de esta manera, la entrevista proporciona información más detallada y ejemplos específicos para apoyar la información inicial sobre las dificultades de interpretación social y las estrategias utilizadas para adaptarse a estas dificultades en la vida cotidiana.

Según la información proporcionada en la entrevista, a continuación se vincula con lo que hemos compartido anteriormente.

  1. Dificultad para comprender las emociones de otras personas.

En la entrevista, se menciona la dificultad de Rafa para interpretar si la gente es sincera con él o si se están burlando. También menciona problemas para saber si está molestando a los demás.

  1. Adaptarse a las situaciones para evitar dificultades

Rafa menciona que ha adaptado su vida de manera que evita situaciones en las que podría tener dificultades para entender las emociones de los demás. Sus amigos cercanos evitan ponerlo en esas situaciones y le expresan directamente lo que piensan.

  1. Observar emociones en los demás.

Rafa menciona que no tiene una forma concreta para identificar las emociones de los demás y que, en ocasiones, ha pasado por situaciones en las que no está seguro de si las expresiones de aprecio hacia él son sinceras.

  1. Dificultad en la expresión y comprensión emocional.

Rafa afirma que no tiene muchos problemas para entenderse a sí mismo emocionalmente, pero reconoce dificultades para expresar esas emociones a los demás. Utiliza símiles, especialmente relacionados con la cocina, para intentar comunicar sus sentimientos.

  1. Compensación a la hora de relacionarse.

Rafa menciona que no fuerza la expresividad en sus interacciones, pero sí se esfuerza por mantener un estado de ánimo más abierto al público cuando está con gente para facilitar la socialización.

  1. Interacción social y aprendizaje (películas, series,…).

Rafa comparte que ha aprendido mucho sobre la sociedad, las relaciones y la gente a través de películas y series, lo cual podría relacionarse con la idea de usar referentes para comprender comportamientos sociales.

  1. Dificultad con las indirectas.

Rafa menciona que no entiende las indirectas y que su problema radica más en las segundas intenciones que en la información directa.

  1. Comunicación directa.

Rafa menciona que tiende a explicar directamente sus pensamientos y sentimientos en lugar de fingir, prefiriendo la honestidad.

  1. Problemas con la interpretación literal.

Rafa señala que su capacidad para entender lo literal a veces choca con las interpretaciones más complejas que otros hacen de las situaciones.

  1. Problemas en las relaciones personales.

Rafa explica que considera que tarda entre 1 y 3 años en considerar a alguien como amigo, y utiliza el ensayo y error para entender los límites de las relaciones.

  1. Problemas en la interpretación social.

La persona entrevistada menciona que tiene dificultades para entender si la gente le dice las cosas de verdad o si se están burlando de él. Esto puede relacionarse con la dificultad para interpretar las intenciones y emociones de los demás que hemos mencionado anteriormente que se dan en el trastorno.

  1. Problemas con la sinceridad y los elogios.

La dificultad para entender si la gente es sincera o si le está diciendo cosas positivas por amabilidad y norma social se menciona en la entrevista. Esto se conecta con la idea de la interpretación literal y la preocupación por no entender completamente las intenciones de los demás.

  1. Usando un método preventivo.

La estrategia de advertir a las personas cercanas sobre su percepción de sí mismo, mencionando que se considera “tonto” y que pueden avisarle si está metiendo la pata, se asocia con un enfoque preventivo en la comunicación para evitar malentendidos.

  1. Usar símiles y metáforas en la comunicación.

El entrevistado menciona que utiliza símiles, especialmente relacionados con la cocina, para intentar expresar cómo percibe las cosas y hacer que los demás lo comprendan. Esto puede ser una estrategia para comunicar sus experiencias de manera más comprensible, a pesar de que a veces las metáforas que utilizan las personas con esta psicopatología son difíciles de comprender para el resto (por las dificultades en la teoría de la mente).

  1. Dificultades para interpretar libros y películas.

La persona menciona que no lee lecturas clásicas y que tiene dificultades para entender las motivaciones emocionales de los personajes en libros y películas. Esta dificultad podría relacionarse con la incapacidad para conectarse emocionalmente con otras personas y circunstancias, como ocurre con los personajes ficticios.

  1. Dificultades en el romance.

Se destaca la inexperiencia y las dificultades en el ámbito romántico, donde la persona tiene problemas para percibir el interés de otras personas y para entender las sutilezas de las interacciones sociales románticas. Dice llevar años sin algún tipo de relación romántica o sexual a pesar de estar interesado, lo cual parece deberse a estas particularidades y problemas en la comunicación.

  1. Usar datos interesantes en las conversaciones.

La mención de utilizar datos curiosos en conversaciones como una forma de aportar al diálogo se alinea con la idea de que la información concreta y objetiva les resulta más fácil de comprender y expresar.

CONCLUSIÓN.

Principalmente, para evitar que estas estrategias desemboquen en un sobreesfuerzo que pueda ser perjudicial para las persona con TEA, deberíamos explicarles este proceso a las personas que lo viven. ¿Sería conocerse el primer paso para la aceptación de uno mismo y mejorar en su adaptación?

Saber sobre su propia condición puede ayudar a que aprendan a gestionarse, así no extralimitándose y llevándolos a problemas cómo los “shutdown” , “meltdown” o consecuencias más graves o prolongadas.

Por parte de las personas que mantienen relaciones con personas con TEA, lo más fácil para mejorar la comunicación nos parece que es ser muy claros a la hora de hablar y decir las cosas. Desde aspectos como las indicaciones (darle instrucciones más concretas) hasta las muestras de afecto o peticiones. Si por ejemplo alguien necesita consuelo o ayuda de una persona con autismo, optar por expresarlo con palabras de una forma clara es lo más efectivo.

Ya que la forma de comunicación en las personas con este trastorno es diferente a las de la población media, entenderlo desde fuera parece todo un reto. Por ello, como una solución interesante, ¿podría ser útil para el avance científico una investigación de personas con el trastorno estudiando su propio trastorno?

A día de hoy, se están llevando a cabo investigaciones interdisciplinarias que combinan la psicología, la neurociencia, la genética, la pedagogía y la tecnología para desarrollar enfoques más completos y personalizados para el diagnóstico y tratamiento del autismo. Además, se han llevado a cabo estudios para evaluar la eficacia de diversas intervenciones terapéuticas y programas educativos diseñados para ayudar a las personas con autismo a desarrollar habilidades sociales, comunicativas y adaptativas. Pero, ¿será posible llegar a entender su forma de comunicación por completo?

No obstante, el autismo sigue siendo un tema muy complejo por el que queda mucho por investigar. Es necesario concienciar y educar a los profesionales sobre cómo tratar este proceso de masking y cómo darle solución a los problemas que pueden surgir como puede llegar a ser incluso desembocar a otro tipo de trastornos. ¿Es posible que la persona con TEA encuentre el equilibrio entre las exigencias sociales (y llevar a cabo estrategias de compensación) y sus necesidades psicológicas?

Hecho por: Salma Kanine Ait Zalim, Ángeles López Rosado y Carla Molina Romero

REFERENCIAS:

https://aetapi.org/download/guia-de-buenas-practicas-en-mujeres-con-tea/?wpdmdl=5661&refresh=6587f0bc96dd81703407804

ANEXO .

Entrevista con Rafael: