Criaturas marinas, mosaico hallado en Pompeya.

Transformación de los mosaicos romanos, de la República al Imperio

Técnicas, motivos, propósitos

Said Carbajal
26 min readAug 24, 2016

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Introducción

Entre las antiguas artes visuales romanas existe una que se resiste a desaparecer por el paso del tiempo. No se exagera al aseverar esto, pues en los museos siguen de pie los mosaicos romanos después de todo. Es claro que el arte de las teselas comparte muchas características con la pintura. Sin embargo, el mosaico parece superar cualquier pintura, al haber demostrado tener una duración por mucho más significativa y esto no ha sido una casualidad.El momento en que la pintura y el mosaico se diferencian es cuando el mosaico además de un fin decorativo, adquiere una utilidad extra que no tuvo la pintura y se debe a esta utilidad que los antiguos romanos quisieron que perdurara, de alguna manera, esta obra musivaria.

Cómo lograron, los romanos, que se conservaran los mosaicos, para qué ellos los utilizaron, de qué manera los hicieron y cuáles fueron los cambios que se aprecian durante la República y el Imperio, es lo que vamos a examinar más adelante.

No pretendemos, en este trabajo, realizar un estudio exhaustivo sobre los mosaicos en general. Nuestro estudio está enfocado a los mosaicos de la antigüedad clásica, al arte musivario romano. Veremos cómo llegó a Roma y como luego se diversificó en las provincias llegando incluso a contrastar con el mosaico de Italia.

Este trabajo está fuertemente enfocado a servir como un manual para el estudiante de Letras Clásicas, a quien, en su interés por el mundo clásico, le podrá ser de gran ayuda, pues le permitirá tener un conocimiento más amplio sobre el arte romano, específicamente, sobre el arte musivario romano. Un tema no muy claro ni específico en la mayoría de los libros que hablan sobre el tema y que se encuentran a nuestro alcance.

La intención de esta nueva organización y recopilación de la información, es primeramente que el alumno pueda establecer una relación entre el arte y la filosofía romana, su modus vivendi y su tan valorada virtus. Esperamos que con nuestra sistematización de la información el estudiante pueda establecer más relaciones entre el pensamiento romano y el arte, pues esto, finalmente le permitiría una mejor comprensión de la sociedad que está estudiando.

Con todo lo siguiente, intentaremos demostrar que los mosaicos no fueron estáticos, es decir, que siempre cambiaron y para bien, puesto que la técnica y la ideología plasmada cada vez fueron más complejas. Podremos notar cómo con el pasar de los años, los mosaicos se difundieron, multiplicaron y diversificaron en todos los aspectos. Veremos cómo gracias a esta diversificación el mosaico se enriqueció con las ideologías ajenas a Roma y cómo más allá de ser una figura ilustrativa, el mosaico se ve impregnado de distintas ideologías políticas, sociales y culturales, mismas que le aportan una significación mayor como producto del arte y del pensamiento de una cultura abierta e incluyente.

Por este mismo hecho de que la cultura romana fue incluyente hay que aclarar, antes de introducirnos completamente al tema del arte musivario, que cuando se habla de arte romano, uno no puede referirse al arte producido en la ciudad de Roma únicamente, dado que Roma no se limitó a la península itálica. Roma llegó a ser un gran Imperio que comprendió grandes territorios que iban más allá de fronteras naturales como el mar o las montañas. Los romanos se expandieron de manera tanto diplomática como militar por todos los alrededores de la península, conquistando, entre otros, a pueblos galos, cartagineses y griegos.

Ahora que hemos aclarado que el arte romano abarcó varios territorios, podemos comenzar a hablar sobre el arte de los mosaicos. Comencemos por aspectos elementales, primero, la etimología de la palabra mosaico.

La palabra mosaico tiene su origen en el vocablo griego μουσειος (relativo a las musas) del que luego devino el término latino mosaicum, al mezclarse en la Edad Media quizás con algo relativo a Moisés.[1]

Los antiguos romanos denominaron opus tessellatum al arte de hacer mosaicos aludiendo al griego cuatro[2] y aunque ellos hicieron importantes aportaciones, cabe mencionar que no fueron los pioneros en esta técnica ya que antes se habían visto con los mesopotamios y también con los griegos.[3]

De hecho, se sabe que por lo menos desde el siglo IV, los griegos ya tenían mosaicos entre su decoración, obviamente con menos ornamento y detalle que los mosaicos romanos en su más alto desarrollo.[4]

No resulta nada raro decir que en este arte también hayan sido sus maestros los griegos, ya que lo fueron en muchas otras técnicas así como en muchas otras cosas que se convirtieron en parte de su vida diaria. Para saber de qué modo los romanos conocieron los mosaicos como tales, deberemos remitirnos al período histórico de las guerras púnicas, pues fue en la segunda cuando Roma tuvo el acercamiento que le uniría de muchas maneras con la Hélade permanentemente.

Durante la segunda guerra púnica el reino de Macedonia se vio involucrado al tratar de ayudar a Cartago para vencer a Roma. Ésta no lo olvidó y antes de comenzar la tercera guerra púnica con Cartago, inició un sitio contra el reino macedonio. Al caer Pella, la capital de Macedonia, Roma hizo suyo este reino y desde ese momento la relación entre Roma y la Hélade se hizo gravemente notoria.

Fue en este acercamiento, durante la República romana, que Roma conoce el mosaico, resulta necesario decir que el mosaico fue hecho desde la época helenística. Hay uno muy famoso que se encuentra precisamente en Pella, en este mosaico[5] podemos vislumbrar los comienzos de este arte.

Opus

Antes de hablar sobre las distintas técnicas mayormente utilizadas para la fabricación de mosaicos creemos importante introducirlos al tema de los opus. El opus, es el término romano dado a la técnica para crear algo, un opus esencialmente es un estándar, algo así como los pasos a seguir para llevar a cabo la fabricación de algún arte.

A los romanos les encantaba crear arquetipos, modelos ideales que tenían que llevar a cabo para la construcción, fuera de murallas, fuera de edificios públicos, fuera de creación artística. Los romanos fueron un pueblo que estandarizó todo lo que hizo, todo lo que era hecho por ellos tenía una base teórica.

Y ahora que hemos especificado a que se refería un opus, podemos pasar a hablar sobre la técnica de hacer mosaicos, para los romanos, el opus tessellatum.

Plinio el Viejo en su Naturalis historia nos da información sobre cómo era preparado el lugar donde finalmente sería dispuesto el mosaico. Según Plinio, el suelo de los edificios podía soportar de dos a tres capas de mortero.El mortero estaba constituido generalmente por cal, arena y grava. Se hacía una especia de zanja en el pavimento, se alisaba perfectamente para colocar una primera capa llamada statumen que se constituía principalmente de piedras grandes, esto para cimentar la obra.Posteriormente se colocaba una segunda capa llamada rudus que no era otra cosa más que grava con cal y finalmente se colocaba una última capa llamada nucleus que constituía la parte sobre la que el mosaico sería adherido.[6]

Los mosaicos eran puestos usualmente en el suelo de la domus de personas importantes para destacarles como individuos priviegiados dentro de la sociedad. Los mosaicos incluso eran colocados en lugares previstos para ser sitios de tránsito continuo en la casa, hacían destacar también el lugar más importante del tablinum.

Los suelos destacaban al producir un efecto de movimiento y además los mosaicos figurativos engalanaban, por ejemplo, el triclinium con temas alusivos a la comida y la bonanza. Los mosaicos en piscinas también hacían alusión a criaturas marinas.

Pero los mosaicos no se limitaban a estar en paredes y suelos de casas sino que también estaban en otros lugares como en las paredes de las termae, los baños públicos que devinieron lugares recreativos luego, y muy frecuentemente en las villae.

Logramos encontrar una gran variedad de mosaicos, cada uno elaborado para lograr su cometido, según el lugar para el que estuviera destinado. Hay que destacar, que algunos mosaicos, se hacían en talleres donde los mosaístas los elaboraban y luego ya los trasladaban al lugar donde sería puesto, estos mosaicos eran conocidos como emblemata. Los emblemata eran mosaicos en cierto modo de más alta calidad, pues contenían una imagen muy delineada que tenía teselas más pequeñas que el resto y en ocasiones una variedad cromática mayor al común de los mosaicos.Por lo general, alrededor del emblemata había otros mosaicos, pero estos sólo servían para enmarcar, embellecer más y resaltar la imagen central. Además de darle un toque más llamativo y extravagante a los pavimentos. Estos mosaicos hechos alrededor del mosaico central no eran figurativos, sólo se representaban orlas, motivos geométricos o motivos fitifórmicos. Aunque también podría suceder que el mosaico se hiciese in situ.

Los opus más ampliamente difundidos son cuatro: opus tessellatum, opus vermiculatum, opus sectile y opus signinum. Hay algunos otros opus pero estos son combinaciones de las técnicas ya mencionadas. Para hacer un simil podríamos afirmar que las técnicas restantes, opus spicatum, segmentatum y scutulatum, son el tipo compuesto de las columnas romanas, una hibridación. Hablaremos sólo de los más importantes debido a su expansión dentro de Roma, a su uso extendido y porque son de los que más nos han llegado en la actualidad.

Ahora es nuestro deber sumergirlos dentro de las técnicas que fueron empleadas para la fabricación de los mosaicos. Primeramente hablaremos del opus tessellatum. Como su nombre lo indica, estos mosaicos realizados con esta técnica utilizan teselas, de hecho tesela, es el nombre que recibe la mínima unidad constitutiva de un mosaico, independientemente de qué técnica es utilizada. Estas teselas son de forma cuadrada y del mismo tamaño todas. Los primeros indicios que se tienen de este mosaico datan del S. III a. C. Estas teselas, al comienzo eran hechas de mármol pero conforme pasó el tiempo fueron cambiando de materiales, llegando a ser incluso vítreas.[7]

Mosaico de la Nereida encontrado en la villa del Hinojal, Mérida, badajóz.

La segunda técnica de la que hablaremos es llamada opus vermiculatum, esta palabra proviene quizá del latín vermis que significa gusano, y podemos entender cómo es que este opus fue llamado así, pues los mosaicos hechos bajo esta técnica utilizan teselas muy pequeñas, incluso alcanzando las dimensiones de un milímetro. Esta técnica se creó por la necesidad de los mosaístas de lograr darle al mosaico la apariencia de una pintura, y de hecho lograron su cometido ya que en los mosaicos donde vemos esta técnica se logran apreciar sombras y detalles increíbles, inclusive, logra percibirse cómo las figuras fueron dibujadas por un pincel. Este opus ve su expansión en Italia durante el S. II a. C. Al respecto podemos tomar un pequeño fragmento de Elvira y Frejeiro en su ensayo sobre pintura mural y mosaico: “El conocido mosaico del gato, de misma Casa del Fauno, llega en sus partes más finas al empleo de teselas milimétricas”.[8]

Gato atrapando a un pollo, La casa del Fauno, Pompeya. S. I a. C. Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

La tercera técnica de la que hablaremos es la del opus sectile y aquí quiero citar a Elvira y Frejeiro: “Sólo la Casa de Fauno, ofrecía un espléndido muestrario de mosaicos […] Los dos triclinium que flanqueaban el tablinum del atrio tuscánico pavimentado éste y el fondo del impluvium de placas de mármoles de lujo recortadas como rompecabezas”.[9] De aquí podemos deducir que en esta técnica se emplean grandes pedazos de piedra o de mármol que van encajándose unos con otros, este tipo de técnica usualmente era empleado para cubrir el pavimento. Los mosaicos sólo estaban constituidos por motivos geométricos, ya posteriormente se representaron motivos zoomórficos.[10]

Tigre atacando a un becerro S. IV. Palazzo Massimo, Roma.

Como cuarta técnica hablaremos del opus signinum que no es más que un mosaico fraguado con arena de ladrillo, su fabricación es muy sencilla y por su bajo coste fue muy popular en Italia. Antes de ser fraguado se colocan las teselas formando así un motivo generalmente geométrico y sencillo, se llegaron a utilizar colores como el rojo, el azul y el negro. Se tienen referencias de este tipo de técnica alrededor del S. IV a. C. y difundiéndose por todo el Imperio alrededor del S. I a. C. Aquí podemos citar a Becatti quien dice que “La tradizione più genuina della decorazione pavimentale itálica e soprattutto latina è rappresentata dall’opus signinum, dai pavimenti di cocciopesto reppublicani, che rispecchiano la semplicità del gusto e un funzionale e pratico sfruttamento dei materiali a disposizione. Pavimenta barbarica e subtegulanea, come li chiama Plinio.”[11] De este modo podemos afirmar que inicióse esta técnica durante la República y que, por sus materiales, resulto ser un opus práctico y funcional.

Agusteum, Cartagena, (Murcia).

Y con repecto a Plinio él dice “Creo que las primeras terrazas son las que ahora llamamos bárbaras y subtegulánea; con tejas y en Italia con cañas, esta fue la pavimentación, se puede deducir por el mismo nombre que lleva pavimentum”.[12] Además de esto, Plinio dice, hablando de una acusación que se le hace a Vitelius por envenenar a un hombre con un plato muy hermoso “[…] ¿Qué no ha de imaginar el arte? Usamos las piezas rotas, que añadidas molido a la cal, se vuelve más fuertes y duraderas las obras conocidas como Signias”.[13] Aquí se aprecia lo que decíamos acerca de la forma en la que se ponían los mosaicos antes de fraguarlos y, cómo con esto estas obras se volvían más duraderas; no hay que dudar porque fue una técnica muy famosa en Roma.

Al haber ya, hablado a ustedes sobre todas las técnicas para la fabricación de mosaicos, será conveniente iniciar la presentación de algunos ejemplos de mosaicos republicanos que nos muestren los inicios de este arte en Roma.

Mosaicos durante la República

Mosaico de Pella

Como bien dijimos antes, durante la República, se dio la apertura de una estrecha relación entre romanos y griegos, misma que permitió que los mosaicos entraran de lleno al mundo romano.

Como muestra de los inicios de los mosaicos, tenemos un mosaico de tipo costumbrista que está compuesto de guijarros, algo así como pequeñas bolillas unidas entre sí mediante tierra aplastada. El mosaico es de Pella y data de alrededor del S. IV a. C. y contiene motivos de caza, una pantera y un toro se vislumbran en este mosaico.[14]

Como vemos, en esta obra, la técnica no ha sido refinada, no hay una variedad cromática muy explícita, pues se usan pocas variantes de los colores pero sobre todo, a simple vista podemos notar que aunque los trazos están bien delineados, los guijarros se aprecian uno a uno por su tamaño.

Y esto de inmediato nos remite a pensar, que en los inicios, el mosaico no tenía el avance técnico que después tuvo. En el cual, la distancia de tesela a tesela y los cambios de color en las teselas milimétricas eran mínimos y esto le hacía ver como una pintura con colores mucho más vívidos.

Durante esta época, las teselas utilizadas son bastante más gruesas y para tonalidades rojizas se usaron simples ladrillos cocidos. Sin embargo es también este momento en el que hacen aparición las teselas vidriadas que tanto habrán de usarse en el arte musivario bizantino.[15]

Revisemos ahora otro mosaico, éste de la época republicana tardía, proveniente de Cartagena. Sabemos que los mosaicos también estuvieron en los pavimentos de la República, sin embargo fueron más comunes en el Imperio. Aquí un ejemplo de un pavimento republicano en Hispania.

“Mosaico de CRO”, detalle del pavimento en Cartagena, (República tardía)

Los restos de este mosaico, que fue un pavimento, fueron encontrados cuando iban a iniciar una nueva construcción en la zona. Entre los restos se observan trozos yuxtapuestos que parecen ser parte de lo que fue un motivo geométrico en blanco y negro. Mismo que formaba orlas de svásticas y cuadrados que enmarcaban un tema central, que por desgracia está totalmente perdido.

Esta secuencia parece seguir el modelo de otros pavimentos con opus signinum de Cartagena. Se aprecia ahí mismo una inscripción [CRO] de controvertida lectura e interpretación. Se cree que pudiera ser un nombre relacionado con algún edifico o una dedicatoria para alguna familia. La aparición de epígrafes latinos en el pavimento se volvió muy común entonces.[16]

Mosaicos durante el Imperio

A diferencia de la época republicana, en el Imperio los mosaicos generalmente tuvieron la finalidad de ser pavimentos. Buscaban en ellos, más que una ornamentación, una utilidad práctica. Por ello, en ocasiones el mosaico nos mostrará un pleno conocimiento y aplicación de la técnica. Otras veces nos mostrará un declive en la técnica utilizada, pues debido a que harán énfasis en la utilidad, el mosaico se convertirá en un arte industrial y la inversión en los detalles no será la misma que en otras épocas sino hasta el inicio del Imperio Bizantino, donde finalmente retomarán las técnicas para ornamentar los templos principalmente.

No por decir lo anterior, queremos decir que el mosaico retrocede en cuanto a técnica, más bien, sucede que los propósitos le hacen cambiar en su realización.

Entonces habrá mosaicos que reflejen la cúspide artística y estos serán mosaicos por encargo, y habrá mosaicos que sean realizados para pavimentar exclusivamente.

Pasemos ahora, con un ejemplo musivario de la época imperial, esta vez abordaremos un mosaico de Mérida que nos permitirá entrever aspectos que examinaremos enseguida.

“Cazador y jabalí”, detalle de mosaico de villa de El Hinojal, Mérida 326–400 d. C.

El mosaico de la caza del jabalí es claramente del tipo helenístico. Los mosaicos con motivos de caza se vieron frecuentemente en el norte de África, en Italia y además en Hispania. El origen de este tipo de mosaicos, apunta a la época helenística donde se representaron frecuentemente estas escenas también en la pintura.[17]

Este mosaico se encontraba dividido en tres alfombras, la alfombra central nos presenta un cazador con lanza en mano que intenta atacar a un jabalí. Esta imagen se encuentra enmarcada por bordes de roleos de acanto y estos en cada lado del cuadrado se ven interrumpidos por un busto femenino. Estas mujeres se han identificado por las inscripciones que llevan a su lado; Hestas, Viranus, Autumnus e Hibernus. Cada mujer representa una estación del año.

Al ser un mosaico helenístico, éste adquiere su relevancia en la cultura helenística, donde la caza era valorada como algo exclusivo de los dioses y héroes.

La intención de la persona que fuera poseedora de una obra de este tipo buscaba definitivamente enaltecerse representándose a sí mismo como un héroe clásico en una figura desmitificada del mito de Meleagro.[18]

A continuación otro ejemplo de mosaico Imperial que también es de la “Dehesa de las tiendas” en Mérida. Este mosaico también tiene un motivo similar al mosaico de la caza del jabalí, pues en este veremos a un jinete tratando de cazar una bestia. El mosaico tiene por nombre “la venatio” y lleva la técnica del opus tessellatum, es de la primera mitad del siglo IV d. C.

Este mosaico fue creado durante una época de cambios en el poder del Imperio de la dinastía Constantiniana y luego la Valentiniana. Los motivos de cacería se pusieron de moda durante la dinastía de los Severos, obviamente ya se representaban mosaicos con temas de cacería en Oriente, de hecho los romanos introdujeron esto a su cultura y algunas clases sociales le supieron sacar provecho.

Esta forma en que está representado el caballo es algo muy típico en los mosaicos de cacería de los siglos IV y V d. C. A comienzos del siglo III d. C. es cuando las clases ricas y poderosas de Roma, pero sobretodo los aristócratas, comienzan a hacer de la caza su actividad favorita, una actividad que sólo la élite podía disfrutar. A partir de este siglo es cuando los mosaicos[19] reflejan la vida de los aristócratas, de la gente rica, en sus tiempos de ocio y libertinaje. Conforme el paso del tiempo, los motivos fueron cambiando, ya no se representaban hombres cazando animales pequeños, ahora se represenaban varones cazando animales cada vez más exóticos y esto reflejaba la necesidad de la aristocracia por sentirse y verse aún más ostentosa, pero también para resaltar su virtud de ser varones cazadores.

Esta virtud de los hombres tiene que ver con la glorificación que ellos le daban a la caza, a tal punto que en mucha ocasiones, ellos eran los encargados de dictar qué motivos querían agregar o quitar a sus mosaicos y se lo decían a su mosaísta privado, ya que ese mosaico iba a ser visto y vanagloriado por el varón dentro de su residencia privada. Era imprescindible entonces hacerle recordar siempre que la caza reflejaba esa virtus masculina, ese triunfo de la caza, ese triunfo por haber derrotado a las fuerzas del mal.[20]

En este mosaico logramos ver que el uso de esa diadema y ese tipo de vestimenta es propia de la aristocracia en esa época, además el uso de teselas vidriadas en la montura del caballo hace evidente que este mosaico fue mandado a hacer por un varón adinerado que quería representarse como todo un ganador ante la bestia que dominaba.[21]

“Veniatio”, Dehesa de las tiendas, Mérida. S. IV d. C.

Para finalizar nuestra presentación de mosaicos, hablaremos un poco sobre El África romano.Cuando hablamos de África, es obvio que el contexto en que nos centramos es el Imperio Romano, como podemos apreciar en los mosaicos africanos, hubo un choque de culturas, África sufre cambios y alteraciones en cuanto a todos su motivos e ideologías que hacen de los mosaicos africanos una prueba bastante interesante en donde veremos la hibridación de la tradición clásica con las culturas locales, el retorno a la tradición mitológica clásica, el abandono de ciertos motivos, etc.

Según Bendala “A comienzos del siglo II se encuentran todavía en África mosaicos de pavimento concebidos como una decoración de elementos geométricos que rodean cuadritos de tamaños diversos, imitando en ellos composiciones pintadas helenísticas y de tema mitológico”[22] podemos apreciar cómo en los dos primeros siglos del Imperio los mosaicos en el Norte de África ya eran bastante conocido e imitaban las composiciones helenística, como al principio de la vida de los mosaicos dentro de Roma durante la época republicana donde los mosaicos eran copias de arte pictórico, no había nada nuevo, sólo había repeticiones, pero poco a poco los mosaicos fueron adaptándose y fueron transformándose.

La composición unitaria de los pavimentos y la independencia con relación a los modelos pintados habían aparecido ya en Roma en los mosaicos negros con fondo blanco, que habían conocido su mayor momento de auge en el siglo ii en la producción de las regiones donde los romanos habían dominado.

“A pesar de su carácter literario podemos afirmar que pinturas reales sirvieron de base a la descripción e imaginarlas semejantes a esta representación en mosaico […] Aunque el mosaico tenga todavía un origen pictórico y se inserte como un panel independiente en el conjunto del pavimento, la composición esta disociada, lo que resulta típico del arte del siglo III”[23] podemos ver el contraste de cómo durante el siglo pasado, S. II d. C., los mosaicos en África reproducen temas mitológicos de tradición helenística, basados en arte pictórico de la cultura helenística, pero posteriormente en el S. III d. C. La tradición clásica ya no llena las necesidades de de los mosaicos y entonces tradición y arte musivario van separándose, el mosaico ya no se conforma con ser copia pictórica de una obra ni se conforma ya con insertarse como un motivo independiente a todo el resto del mosaico.

Vemos, pues, cómo el mosaico africano asimila los modelos pictóricos que circulaban por las distintas precepciones de mosaicos en el medio artístico mediterráneo y que forman un amplio fondo figurativo, común a todo el Imperio.

En África, comienza una tendencia en los mosaicos con motivos marinos, vemos que los mosaicos con temas acuáticos son muy extendidos en África y que, el catálogo de peces que apreciamos en algunos mosaicos africanos viene de la tradición helenística.

Observamos que los mosaicos marinos, a partir del siglo iii sufren evoluciones; no se preocupan por representar efectos de transparencia en el mar, el mar se vuelve uniforme y los peces sólo se han puesto sobre aquel mar, se colocan trazos de forma ondulada y paralelamente para que haya una estilización de las aguas. Aquí se apuesta por la uniformidad y no tanto por exaltar el fondo marino.

La civilización clásica y helenística tuvo una hegemonía alrededor de todo el mediterráneo y es en la parte occidental de la cultura romana en donde la creación artística se mantiene en un estado de florecimiento, incluso después de la caída del Imperio. En los siglos III y IV hay un ascenso importante de algunos centros poblacionales en los límites del Imperio; y estas poblaciones tuvieron gran producción artística que, uniendo el arte local con la tradición clásica dio como resultado nuevas tendencias y motivos originales que habría que rescatar y estudiar.

“La presencia de artistas locales, y ciertamente de calidad, en los talleres de mosaístas de África esta atestiguada, para los siglos III y IV, incluso fuera de las grandes composiciones”[24] Es en este momento cuando comienza a verse un auge en cuanto a las obras artísticas musivarias tanto más cuanto por los artistas mosaístas que se encargan de hacer posible la fabricación de los mosaicos en los talleres de África. Apreciamos la multiplicación de talleres al Norte de África y esto refleja el éxito de los mosaicos en este lugar, y sobrevivió ya que hubo transformaciones ideológicas.

“En el siglo III el mosaico blanco y negro desaparece en provecho del mosaico coloreado. En África, el pavimento blanco y negro, a la manera de Roma, fue empleado en el siglo II e introdujo el gusto por las composiciones unitarias, se difundió poco y fue reemplazado por la expansión del mosaico policromo unitario, mientras que en Roma el mosaico se refugiaba en las repeticiones”.[25]

Al parecer el siglo III a. C. fue un siglo de transformaciones para el mosaico en las provincias africanas pues mientras en Roma seguía habiendo copias, los mosaicos africanos ganan color y ahora no se conforman con las repeticiones, ahora los mosaicos africanos son innovadores.

Algunas poblaciones africanas vivían cerca del mar y por ende se dedicaban a la pesca y al comercio. En estas poblaciones hubo producción artística pero esta producción está ligada a motivos mitológicos marinos, como el cortejo de la Venus.

Al ver que hay una gran cantidad de producción artística basada en esta clase de mitología en particular podemos deducir que esta clase de arte responde a modelos helenístico–romanos y que estos modelos reflejan gracia y elegancia, sin embargo, la influencia local provoca que la creación artística cambie y ocasione que en algunas obras de arte se apueste por el gusto local haciendo las figuras más brutales y acentuando deformidades, e incluso toman la libertad de crear estos mosaicos con policromías bastante extravagantes.

“El nacimiento de un estilo –africano- particular debe ser buscado más bien en el mosaico de tema local. Invade en seguida los temas mitológicos, sobre todo marinos, dándoles carácter aparte”[26] Apreciamos cómo los temas marinos son muy relevantes para los pueblos africanos de esa provincia, tal vez por su cercanía con el mar.

Se puede distinguir en distintas partes de África del Norte distintos tipos de transformación en cuanto a mosaico “Hay que distinguir claramente la producción Mauritania y de Bizacena de aquella de Tripolitana. Esta última más ligada a los modelos helenísticos, probablemente suministrada por Alejandro. En cambio, en las otras regiones, el mosaico adquiere, sobre todo en los siglos II y IV, incluso en el siglo vi, caracteres particulares tanto en el estilo como en los temas. Estos serán con frecuencia ligados a la estructura económica y social de la región”[27]

“El mosaico […] en los límites occidentales del Imperio, la tradición antigua se pierde totalmente […] En la provincia limítrofes, a finales del siglo IVy a comienzos del V, la producción artística no solamente se hace rara, sino que incluso no sobrepasa el nivel del artesanado popular […] no consigue ya hacer nacer una tradición diferente. […] La tradición antigua se pierde sin que se pase por ello a una nueva visión formal”[28]

Conforme pasa el tiempo vemos cómo las representaciones en mosaico bajan de calidad, ya no recrean como los siglos anterior, ahora el mosaico se vuelve algo rígido, no se siguió la tradición clásica pero la hibridación con temas locales provocó que a largo plazo los temas se desgastaran y se vovlieran cambiantes de acuerdo a la época y a las tradiciones de los pueblos en los que el mosaico se reproducía lo que conducía al desvanecimiento de las formas ya que se vuelven obsoletas y al no crear nuevas formas pues las antiguas se pierden, y al perderse lo ya creado en el lugar no les queda más que recurrir a la tradición clásica nuevamente.

“Los mosaicos que representan trabajos agrícolas, cacerías, establos de caballos, cada uno llamado por su nombre, nombres que traducen ambición y amor, están igualmente ligados al medio local.”[29] Con esto podemos afirmar que lo que se preocupa a la hora de representar es la cultura local, las tradiciones locales, creemos que es importante evidenciar esto ya que en algunas cuestiones utilizan la tradición clásica pero cuando se trata de mosaicos dentro de las villae y de los espacios particulares, se preocuparon por representar la vida cotidiana de las personas, sus costumbres y sus aficiones.

Durante los siglos IV y V en algunas villae lograron sobrevivir los motivos y los modelos en cuanto a la iconografía clásica, esto lo podemos observar en algunas villae situadas en Britania, Tunecia, Argelia, etc. Dentro de estas villae se han encontrado mosaicos que representan aspectos de la mitología antigua; estas representaciones son algo típico de esta época pero es interesante observar que a finales del Imperio e inicios de la edad media continúen con la producción de obras paganas aún cuando algunos líderes se decían cristianos; Además habría que recalcar cómo en una época tan tardía para el Imperio, la producción artística clásica llegó bastante lejos, llegando a la periferia del imperio.

“Toilette de Venus” (Según J. Balty), mosaico de Shahba Philippopolis
“Busto de Tetis” (según D. Levi) mosaico de la piscina debajo del baño E, Antioquía.
Barcos conducidos por erotes (según P. Piccirillo), mosaico en la iglesia de San Esteban, Umer-Rasas.
Imagen del Nilo (según A. Daviault, J. Lancha, L.A. López), mosaico de Fuente Álamo.
Dionisos y los piratas tirrenos (según M. Blanchard-Lemée), pavimento de Dougga.
Ulises y las Sirenas (según M. Blanchard-Lemée), pavimento de Dougga.

Conclusiones

Terminada ya nuestra presentación y recorrido por el mundo de los mosaicos, finalmente no hay mucho que podamos agregar. Ya se explico con detenimiento el proceso de la formación de los mosaicos y los diferentes tipos de ellos.

A lo largo de un recorrido por mosaicos republicanos e imperiales, hemos visto como el mosaico cambió mucho de un lugar a otro, de un tiempo a otro, siempre teniendo diferentes propósitos.

A pesar de todo, los mosaicos continúan y es por algo. Se destacaron por haber sido multifuncionales, prácticos pero además hermosos. Más que un simple arte, han demostrado ser un medio de transmisión de ideologías y pensamientos de cada época. Han demostrado ser algo útil en la vida diaria. Los mosaicos son una prueba de la mezcla entre las culturas, pero además son el resultado de la conjunción de pensamientos, son una muestra de cómo una cultura puede enriquecer a otra y la otra retroalimentarse de lo que le brinda un pueblo.

Finalmente con este trabajo esperamos que puedan tener una perspectiva distinta sobre este arte musivario para así comprender que el arte es el reflejo de una sociedad que lo realiza. El mosaico nos muestra la vida de los romanos y además de quienes tuvieron contacto con ellos. Probablemente seguirán por más tiempo porque estas pinturas en piedras son más que ornamentos y nos dicen cosas que muchas veces solas las palabras, no podrían explicar.

Apéndice

En este apéndice se realizará una breve descripción sobre los estilos de mosaicos romanos, nos pareció conveniente anexarlo aquí pues no se ajustaba la distribución de la información, por ello, aquí la información adicional.

Mosaicos alfombra

Los mosaicos de alfombra, como su nombre lo dice, trataban de imitar la decoración de pisos que hacían las telas. Muchas veces los mosaicos alfombra copiaban los diseños y colores, tratando de imitar las texturas.

Su fin único fue el de ornamentar las partes de la casa a las que haría lucir elegante para que los invitados pudieran ver y admirar desde diferentes perspectivas.

Mosaicos helenísitcos

Los mosaicos helenísticos se caracterizaron porque los temas a los que recurrieron, fueron tomados de la cultura helenística. Los motivos de esta clase de mosaicos, se vieron claramente influenciados por los héroes homéricos, la mitología griega y en general la ideología helena.

Mosaicos costumbristas

Como su nombre lo indica, los mosaicos costumbristas, reflejaron la vida cotidiana de los romanos, se representaron en ellos, las actividades de la vida diaria, así como la flora, la fauna y eventos representativos de los romanos. Escenas del circo, de los gladiadores, de los músicos, fueron muy recurrentes dentro de esta categoría.

Notas

[1] Diccionario del Origen de las cosas

[2] Garcia y Bellido, Antonio, Arte romano, Madrid, Consejo superior de investigaciones científicas, 1990, p. 201. El nombre tessellae del griego τέσσαρα- 4, por la forma, luego por ello la designación del opus tessellatum.

[3] Idem.

[4] Idem. En tal sentido cabe afirmar que era ya empleado en Grecia, por lo menos, desde comienzos del S. IV a. C.. Las casas de Ólynthos, ciudad destruida en el 348 a. C., han dado pavimentos de mosaico con composiciones figuradas hechas de guijos blancos, negros, rojos y verdes.

[5] Becatti, Giovanni, Kosmos: Studi sul mondo classico, Roma, L’erma de Bretschneider, 1987, p. 542.

[6] García Sandoval, Juan, “Musivaria arte y técnica: Taller de mosaicos romanos”, Revista ArqueoMurcia: Revista electrónica de arqueología de la región de Murcia, Núm. 2, Gobierno de la región de Murcia: Servicio de Patrimonio Histórico, 2004, p. 39–40.

[7] Ibidem., 45.

[8] Blanco, Antonio, “Etruria y Roma republicana”, Historia del arte, 16–12, Barcelona, Grupo 16, 1989, p. 13.

[9] Blanco, Antonio, “Roma Imperial”, Historia del arte, 16–13, Madrid, Historia 16, 1989, p.4.

[10] García Sandoval, Juan, opera citata, p. 44.

[11] Becatti, Giovanni, opera citata, p. 543.

[12] Plinio el Viejo, Historia Natural, XXXVI, 61, en http://historia-del-arte-erotico.com/Plinio_el_viejo/libro36.htm, 05/06/12.

[13] Plinio el Viejo, Historia Natural, XXXV, 46, en http://historia-del-arte-erotico.com/Plinio_el_viejo/libro36.htm, 05/06/12.

[14] “La caza del León”, detalle de un mosaico de guijarros. Pella, Macedonia (375–350 a.C.).

[15] García y Bellido, Antonio. Arte romano, Madrid, Consejo superior de investigaciones científicas, 1990, p. 465.

[16] Ramallo Asencio, Sebastián, “Pavimentos republicanos en Cartagena”, Anales de Prehistoria y Arqueología, 7–8, Murcia, Universidad de Murcia, 1991–2, pp. 199–206.

[17] Gómez, Joan, Edición y comentario de las inscripciones sobre mosaico de Hispania: Inscripciones no cristianas, Roma, L’erma di Bretschneider, 1997, pp. 71–72.

[18] López Monteagudo, Guadalupe, “La caza en el mosaico romano: Iconografía y simbolismo”, Antigüedad y cristianismo: Monografías históricas sobre la antigüedad tardía, Núm. 8, Murcia, Universidad de Murcia, 1991, pp. 497–500.

[19] .Ibidem., p. 501..

[20] Ibidem., p. 504.

[21]Idem.

[22]Bendala, Manuel, El arte romano. Madrid, Anaya, 1990, p. 238.

[23]Ibidem, p.243.

[24]Ibidem, p.247.

[25]Ibidem, p.258.

[26]Ibidem, p.260.

[27]Ibidem, p.266.

[28]Idem.

[29]Ibidem, p.328.

Bibliografía

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  • Fuentes de consulta
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  10. Walker, Susan, Arte romano, Madrid, Akal, 1999.

Realizado por: CB y CL

Para Said, a quien agradezco haberme
acompañado en la realización de la investigación
y en estos días de tantas cosas.
A Elizabeth, quien me enseñó disfrutar
el esfuerzo y la dedicación al elaborar
estas fatigas humanas.

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Said Carbajal

Letras Clásicas FFyL, UNAM. Lorenzo Jovanotti rifa. Leo mucho a los clásicos. Del team de Epicteto, Marco Aurelio y Séneca. Mexicano, 27, CDMX. ΦΙΛΟΥΣ ΒΟΗΘΕΙ