Cómo ahuyentar talento en 7 cómodos pasos

Saigesp
6 min readJan 16, 2017

Internet, y en especial Linkedin, están repletos de consejos para atraer a los mejores trabajadores a su empresa. ¿Pero qué pasa si queremos deshacernos de ellos? ¿Qué hay que hacer para que esos listillos se vayan por su propio pié, sin coacciones ni molestias? Pues aquí le presento unos consejos que le ayudarán a hacer salir corriendo a los mejores trabajadores — y puede que a otros, sin apenas esfuerzo ni remordimientos.

1. Pague sueldos bajos

No tengo que explicar este punto porque es ampliamente conocido, pero aún así hay que matizarlo para sacarle todo el jugo posible. Pagar sueldos bajos a los trabajadores hará que se planteen largarse, pero no con la celeridad que usted necesita, así que necesita aderezarlo con otros complementos que hagan que escueza más. Por ejemplo, realice gastos superfluos en la empresa, que todos puedan ver y que nadie entienda. ¿Conoce algún cacharro de moda que no tenga ninguna utilidad? Cómprelo y póngalo en un lugar visible, para que esos cabrones lo vean cada mañana y recuerden en qué se gasta el dinero la empresa -no en ellos. ¿Tiene personal técnico y administrativo en su empresa? Compre a los segundos los mejores ordenadores, los de la manzanita, y deje a los técnicos con los más baratos que encuentre, eso les hará mella en el alma y lo recordarán cada día a cada hora. ¿Tiene un espacio donde coman los empleados cada día? Puede comer con ellos, por supuesto, pero aparezca con la comida más cara que encuentre, exótica a ser posible, y comente, que bueno, que no tiene nada que ver con el restaurante de estrella Michelin al que fue el otro día con un cliente -porque si hay una cosa que les jode especialmente a estos envidiosos es ver su éxito personal, lo bien que ha sabido montárselo en la vida. Presuma de coche, enseñe fotos de sus vacaciones en Cancún, hable del pedazo de tele que se va a comprar, etc., y no se olvide nunca de repetir que la empresa no tiene dinero para subir sueldos, que “la cosa está mu’ mala”.

2. Sea creativo con la filosofía de empresa

Con creativo no me refiero a novedad, sino a aleatoreidad. Hoy somos una empresa joven y lo más importante es que haya buen ambiente entre los trabajadores. Mañana diga que lo más importante es que todo el mundo esté en su sitio a su hora, que para eso les paga. Pasado, que lo importante en esta vida es ser feliz y hay que esparcir amor por las axilas. El siguiente quéjese del tiempo que pasan hablando entre ellos, que esto no es una cafetería y aquí se viene a currar. Y así hasta el infinito. Pese a que parece una tarea fácil, no se confíe, no puede caer en repeticiones, debe ser muy impredecible, o si no sus trabajadores le pillarán el truco y se acomodarán. Deben estar alerta, sentir dudas de si pueden ir a desayunar con usted o por el contrario esconderse cuando oigan sentir sus pasos. Y esto cuesta, créame.

3. Juegue con sus expectativas

Una vez le haya cogido el tranquillo a la filosofía de empresa, hacer lo mismo con las expectativas le resultará fácil. Debe usted jugar con ellas, crearlas y destruirlas con un hábil movimiento de manos, como si dirigiese una orquesta de sentimientos. Hable de mejoras en el mobiliario de la empresa y aparezca con lo más barato que encuentre -pero sin pasarse, no se descubra. Anuncie nuevos proyectos fascinantes que en realidad son las “sobras” del mercado. Cree departamentos innovadores pero sin financiación, o incluso sugiera usted que el empleado lo haga en sus horas extra, si tanto le interesa -esto es infalible, verá su objetivo cumplido en la cara del empleado en segundos. Y ya si quiere marcar un hito inolvidable prometa bonus económicos a final de año a condición de tener buenos resultados -seguro que ya huele por donde voy ;)

4. Asigne tareas inútiles

La búsqueda del significado en nuestro trabajo es una pieza clave para ser felices, así que ataque a la yugular en este punto (pero consiguiendo que el trabajo se haga, claro). ¿Hay algún creativo en la empresa? Póngale la tarea más repetitiva que encuentre, a ser posible en Power Point. ¿Alguien a quien contrató para trabajar con un software en concreto? Implante otro y oblíguele a usarlo -la frase “es por tu bien” es mano de santo frente a las quejas-. Y puede ir mucho más allá. Cuando alguien acabe un trabajo, felicítele -esto le confundirá- y al mismo tiempo laméntese en voz alta de que al final hubo que tirar todo, que qué pena. Pida trabajos, informes o lo que sea que requieran mucho esfuerzo y preparación -si lo acompaña remarcando lo importante que es, mejor-, y luego cuando se los entreguen diga que ya no hacen falta, o mejor aún, que no recuerda haberlos pedido. Y ya para rematar, justo en ese instante recuérdele al trabajador el resto de tareas que tiene pendiente. Hundirá su moral, no falla.

5. Presuma en redes sociales de lo que no hace

En este punto sus empleados más talentosos tendrán un cabreo considerable, pero seguramente lleguen a casa y se desahogarán con su pareja o amigos, cosa que no puede permitir. Aproveche las tecnologías actuales y presuma en redes sociales -o donde le sea posible llegar a sus empleados fuera de horario- de ser una empresa molona, con un trato exquisito a sus empleados y con unos proyectos que les van a catapultar a la cima de su sector. Presuma de lo importante de formar a trabajadores -sin hacerlo, claro-, comparta artículos sobre cómo atraer talento a su empresa -este no, obviamente-, hable en entrevistas o vídeos de youtube de cómo ser un jefe adorado por sus trabajadores, y en definitiva, haga que sus empleados tengan que explicar a su entorno una y otra vez lo hipócrita de su comunicación corporativa (¿Oye ya los gritos de “¡¡Pero encima mira lo que ponen en Twitter!!”?)

6. Boicotee la formación

A pesar de todo, alguno intentará aferrarse a su posición, porque son muy cómodos, usted ya lo sabe. Debe pasar ahora al plano de los tiempos largos, a hacer que se planteen qué van a hacer en su empresa los próximos años. Y aquí entra en juego la formación. Los empleados más listos ya estarán pensando en cambiar de empresa, pero si tienen la sensación de que están mejorando a nivel profesional, no tendrán mucha prisa en irse. Para hacerlos huir, debe tomar una actitud proactiva, anunciando cursos de formación en la empresa para todos los empleados -barra libre, pero después no dedicando tiempo ni recursos, e incluso, si tiene oportunidad, sugiriendo que lo hagan en su tiempo libre. Prometa pagar desde cursillos online hasta certificaciones, para luego rechazar cualquier petición aduciendo que en estos momentos hay otras prioridades.

7. Juegue con diferentes tratos entre trabajadores

Ahora que ya los tiene muy cabreados, es el momento de dividirlos y hacer que se comparen, para así evitar que se solidaricen entre ellos. Trate por igual al trabajador que se esfuerza poco que al que se esfuerza mucho -o si se atreve, trate mejor incluso al primero-. Y además del sueldo o la asignación de tareas, puede usted jugar con su trato personal. No salude a los trabajadores más implicados, exija más trabajo a aquellos que cumplen con sus tareas, y tape cualquier atisbo de liderazgo haciendo chistes sobre su incapacidad -esos cobardes no se atreverán a contestarle, créame. ¿Tiene becarios talentosos de esos que están ilusionados por su primer trabajo? Macháquelos con exigencias y emails fuera de tono. ¿Su empresa se divide por departamentos? Tenga diferente trato con cada grupo, fomentando las comparaciones. Hágase fotos con unos, mire mal a otros, etc.

Para finalizar

A estas alturas habrá conseguido eliminar a la mayoría de sus objetivos -y puede que a alguno más si lo ha hecho bien. En caso de que aún sigan en su puesto no se preocupe, es cuestión de paciencia, antes o después terminarán yéndose Aplique todos los pasos de forma aleatoria, combinándolos, ¡Sea usted creativo!¡Saque el empresario innato que lleva dentro!

Bonus: Empresa líder en el sector

Si además de ahuyentar al talento que ya tiene en su empresa quiere evitar que otros nuevos se interesen por ella, debe publicar las ofertas de trabajo con especial atención. Las frases “Empresa líder en su sector”, “Sueldo a convenir”, “Crecimiento personal” deben estar en todas sus ofertas de trabajo, sí o sí, no hay excusa. Puede aderezarlas con palabrejos de moda como disruptivo, intraemprendeduría (¡la virgen!), transversalidad, o cualquiera que lea en un post de Linkedin. Diga que busca personas que encajen, que lo difícil es encontrar buenas personas, y al mismo tiempo sea vago en las características del puesto y muy exigente con la experiencia del trabajador. Pida el CV en un formato raro, y no se olvide nunca de poner algún mensaje pasivo-agresivo, del tipo “Por favor no envíes tu CV si no cumples TODAS las características, no nos hagas perder el tiempo. GRACIAS”

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