Odiar es adictivo. Perdonar es divino.

Santiago Sarceda
1 min readMar 1, 2021

--

Odiar es adictivo, y como cualquier adicción es un patrón formado por una recompensa implícita en la actividad.

La recompensa de odiar es la sensación de superioridad moral, de “tener razón”.

La única forma de dejar de odiar es aceptando dejar de “tener razón”. La única forma de aceptar dejar de “tener razón” es dejar de sentirse identificado con la opinión propia y aceptar todas las posiciones como válidas por el mero hecho de existir. Simplemente observar, sin juzgar.

Mientras exista el enfrentamiento de una visión por sobre otra, no hay posibilidad de cambio. La trascendencia de esa dualidad, la unificación, es resultado del perdón, del amor, que no es más ni menos que aceptación radical.

¿Por qué no podemos perdonar? ¿Por qué creemos que sólo enfrentando podemos cambiar las cosas? ¿Por qué perdonar y amar se entiende como una posición débil?

Todo lo contrario. Para perdonar y amar hace falta coraje, porque primero hay que perdonarse a uno mismo, abandonarse, animarse a ser vulnerable, aceptar que ni el otro ni uno mismo tiene «la razón». Estamos todos igual de confundidos, y en la confusión nos enfrentamos.

--

--

Santiago Sarceda

diseño • evolución • filosofía • tecnología • shoshin • zen • http://santiagosarceda.com/