Nuestro Asu Mare, o cómo Cinepapaya validó su idea

Sebastian Burgos
3 min readMay 7, 2020

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Tomada desde algún dashboard antiguo de Cinepapaya.
Tomada desde algún dashboard antiguo de Cinepapaya

Me encanta contar esta anécdota, fue nuestro punto de quiebre, en ese momento no lo notamos pero marcó el verdadero inicio de Cinepapaya.

Un año vendiendo

Para nuestro Asu Mare llevábamos vendiendo entradas casi un año atrás (lee la historia de la primera venta), nuestros picos andaban por las 200 entradas al día, pero un promedio de 100 al día. Eran otras épocas, la penetración de tarjetas de crédito para compras online eran bajas, la gente aún nos tenía miedo, y solo estábamos vendiendo en Perú (habíamos lanzado Cinepapaya en Chile y Colombia sin ventas, pero esa es otra historia).

Habíamos pasado algunas películas taquilleras, pero sin mucho éxito, competir con la boletería física era difícil, pero sabíamos que nos dispararíamos en algún momento, en EEUU el modelo había funcionado y esperábamos que habíamos hecho la tropicalización correctamente, solo faltaba saber el momento adecuado.

¡Gracias Cachín!

Asu Mare, 11 de abril del 2013

Uno de los puntos más difíciles para una startup es validar su idea, nosotros validamos la idea de Cinepapaya ese día. Partamos desde lo conceptual, Cinepapaya era un e-commerce de compra de entradas al cine, básicamente buscabas la función que más te gustaba y comprabas la cantidad de asientos que querías, llegabas al cine, validaban tu entrada y disfrutabas de una buena película.

La idea que se tenía que validar era si realmente la gente necesita algo así, ¿la cola de los cines es un problema?, ¿prefieres ir al cine a comprarla?, ¿cómo compran los moviegoers?

Si bien es cierto la necesidad era clara, aunque los números no lo mostraban así, pero llego un día clave, el estreno de Asu Mare. Asu Mare logró en su momento ser la película que más personas llevó al cine en el Perú y ese efecto llegó a nosotros. Recuerdo claramente ese día que muy temprano empezamos con más de 200 entradas vendidas, durante todo ese año vendiendo muchas personas descubrieron la marca Cinepapaya y poco a poco comenzamos a generar confianza en esas personas o en sus amigos o familiares, el marketing boca a boca fue clave en nuestros inicios.

Recuerdo a Manuel trabajando en conjunto con todos y visitando cines para que todo fluyera correctamente, estábamos en tan pocos cines que era posible recorrerlos en una sola tarde. Terminando el día, sobre las 10 pm y con pocas esperanzas de seguir vendiendo estábamos en 999 entradas y fue Manuel quien compró la entrada 1000, la última del día.

Desde ese momento, fue muy raro volver a los números que teníamos antes, de hecho ese efecto nos ha pasado siempre. Cada vez que ha habido una película muy taquillera todos nuestros números cambian. Ese día descubrimos que la gente realmente necesitaba de nosotros para ir al cine, éramos una solución al problema de las colas y del miedo a no conseguir el asiento que realmente querías.

Si quieres que cuente una historia en especial de Cinepapaya, déjalo en los comentarios. Gracias por llegar hasta aquí.

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Sebastian Burgos

Tech Mentor. Startups. Tech Director at @fandango Latam. Father