Mi estilo literario: La incoherenecia

Tengo tantos escritos inconclusos, tantos escritos saboteados por la ambición.

Tanta es mi ambición por la coherencia que termino degradándome a lo obvio y predecible.

El giro de trama de esta historia no es muy diferente a las demás, simplemente una oración llega como una pieza de lego y me veo en la obligación de construir el resto de las piezas de manera artesanal.

Porque así es como se siente sobrevivir en un espacio donde las piezas no encastran; los tamaños no coinciden y resulta difícil construir, por más planos y proyectos que hayas hecho.

Mamá dice que aquel que se despide, en realidad busca que lo detengan, por eso avisé que me iba cuando ya estaba afuera.

¿Por qué las despedidas suenan a “sos el amor de mi vida”?

¿Acaso no se disfruta mejor de eso cuando estamos bailando, armando cajitas de cartón, practicando origami, preparando un postre, disfrutando de un masaje en la espalda, cuando sonreímos entre el humo o escuchamos salsa?

Es desgastante la contradicción de disfrutar de un beso, cuando la piel es demasiado sensible a la culpa.

Por más atractiva que fue la oferta vigente durante mucho tiempo, tuve que rechazarla.

Porque tomar la decisión correcta es casi como la maceración y fermentación de un buen vino, lleva años reposando para que en el mejor e inesperado momento, lo saborees.

La vida no se detiene por una mala decisión, el vino reposa.

Pero una gran parte de toda mi pasión se esfumó junto con ese pelo castaño y esa fragancia cítrica.

Hoy no me saboteo, hoy no corrijo, hoy no me pienso sobreexigir, porque la incoherencia es mi estilo literario favorito,