Empezar al principio
“¿Para qué meditamos? o ¿por qué nos hemos interesado por la meditación? …”
Miguel, experimentado meditador y formador de Bodhi, habla de cómo la meditación en realidad es una exploración y un modo de conocernos mejor a nosotros mismos.
Se habla muchísimo de la meditación hoy en día, y del mindfulness; parece que no hay panel informativo que no tenga algún cartel con este título. Esto es especialmente cierto en estos últimos años, al menos en Occidente. Prácticamente todos hemos sido expuestos a una experiencia u otra de la meditación. De ahí que cuando nos preguntan si sabemos meditar o si conocemos la meditación, la mayoría contestamos afirmativamente.
Pues otra pregunta que valdría la pena hacernos es: ¿para qué meditamos? o ¿porqué nos hemos interesado por la meditación? Existen muchísimos motivos posibles. Podemos acercarnos a la meditación con la finalidad de desarrollarnos como personas, de ser más eficientes en nuestro trabajo, de mejorar nuestras relaciones con la familia o amigos, o de querer superar una depresión, o simplemente de descubrir qué es aquello de lo que habla tanta gente. Todos estos motivos son completamente lícitos y respetables, y algo común a todos estos impulsos que nos llevan a la meditación es el sentido de exploración, estamos intentando descubrir algo, o incluso trascender algo. Por lo general, todo tenemos este anhelo, de un modo u otro.
Sabemos que hay algo ahí que nos puede ayudar y que aún desconocemos, un lugar por el que aún no hemos transitado, un territorio que queda por conquistar, algo más allá de nuestra experiencia habitual, e intuimos que descubrirlo nos podría beneficiar… De hecho, ese territorio o espacio que deseamos descubrir no es la meditación en sí, y no es algo externo, es simple y llanamente “uno mismo”. Parece mentira, pero aunque pensamos que sabemos perfectamente quien somos, este no es el caso. Por lo general tenemos a un gran desconocido que convive con nosotros. No nos paramos a observar nuestra forma de pensar, y estamos muy muy lejos de reconocer nuestro potencial como ser humano que somos. Básicamente desconocemos quienes somos profundamente.
Así que la meditación es precisamente esto, es la herramienta, pura y sencilla, que nos permite empezar a encontrarnos con quienes somos realmente, nuestra experiencia simple del presente, y de todo nuestro potencial. La meditación es simplemente este “proceso que nos lleva a conocer nuestra propia mente”, con toda su riqueza, y con toda su neurosis también.
Embarcarse en la meditación es empezar al principio, es comenzar a recorrer el proceso más noble que pueda transitar un ser humano.
