Ecuador cierra la llave con visas para cubanos ¿Y ahora qué?

Sergio Alejandro Gómez
4 min readNov 27, 2015

El creciente flujo migratorio de cubanos hacia Estados Unidos por vía terrestre tenía a Ecuador como principal puerta de entrada, pero Quito decidió cerrar la llave y a partir del 1 de diciembre solicitará visas a los ciudadanos de la Isla que quieran hacer turismo.

El vicecanciller ecuatoriano, Xavier Lasso, aseguró este jueves en rueda de prensa que la decisión no es en contra de Cuba, sino que busca desestimular la oleada de personas que utilizan esta vía para migrar hacia el norte.

La constitución ecuatoriana aprobada en 2008 incluye un principio de ciudadanía universal, que en el caso de los turistas elimina el requisito de visado.

Cuba no sería el único país obligado a solicitar un permiso especial, ya que por variados motivos también lo deben hacer los viajeros de China, Afganistán, Bangladesh, Eritrea, Etiopía, Kenia, Nepal, Nigeria, Pakistán y Somalia.

Lasso indicó que Ecuador no renuncia a la ciudadanía universal y los cubanos siempre serán bienvenidos, pues esa es la política acorde a una nueva era de relaciones internacionales.

La respuesta de Quito es resultado del encuentro regional celebrado el martes en El Salvador para abordar la situación de miles de cubanos varados en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua.

Aunque la reunión no arrojó resultados concretos, trascendió que cada país implicado tomaría medidas entro de sus respectivas legislaciones para reducir la migración irregular.

Desde hace varios años, Ecuador es un destino clave para quienes buscan abandonar la Isla, así como para aquellos que se dedican a comprar mercancías y luego revenderlas en Cuba. Pero la mayor parte de las llamadas “mulas”, o al menos las más profesionales, se mueven con pasaportes españoles o de otras nacionalidades, así que el cambio afectará especialmente a los primeros.

La aerolínea Tame vuela tres veces al día entre La Habana y Quito, con capacidades en torno a los 120 pasajeros. También a la capital ecuatoriana se viaja haciendo escala en algunas naciones centroamericanas como Ciudad de Panamá y San Salvador.

La aplicación de un visado para filtrar ese flujo (el mismo que actualmente está retenido en Costa Rica) era una de las acciones más lógicas y con un impacto mayor en el corto plazo.

El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, aplaudió la decisión y dijo que era una de las “más importantes”, si bien no la única que se espera en los próximos días.

Ahora todos los focos están sobre Peñas Blancas y el destino de los miles que se han quedado varados luego de que Nicaragua tomara la decisión de no permitir el paso por su territorio.

Lo que suceda con estas personas marcará el rumbo de la crisis actual.

El canciller de Costa Rica, Manuel González, dijo este jueves que los gobiernos de Centroamérica estarían prontos a anunciar una logística que permita a los cubanos continuar su viaje.

Según el diplomático, en las últimas horas se estuvieron valorando rutas y precios de boletos aéreos que tendrían que ser sufragados por los propios migrantes, pero no precisó los destinos ni las aerolíneas con las que negocian.

El canciller tico aclaró que el problema no se solucionará “de un día para otro” y no descartó que los cubanos se tuvieran que quedar hasta año nuevo.

Costa Rica tiene el reto no solo de saltar el tapón de Nicaragua y despachar a quienes llevan cerca de dos semanas en su territorio, sino que la variante escogida sea sostenible en el largo plazo.

Porque si el grupo actual alcanza su destino, nadie duda que otros seguirán sus pasos y exigirán el mismo trato. Solo en Ecuador se calcula que hay cerca de 15 mil cubanos que potencialmente tendrían esas intenciones, a los que se sumarían muchos más desde distintos puntos del continente.

Por otra parte, el visado ecuatoriano debe reducir la cifra de viajes de la Isla a Sudamérica, pero todavía quedan múltiples variantes para lograr ese propósito, algunas legales y otras ilegales, que se conocen bien en la Isla.

La cifra será aún mayor si finalmente se establece un corredor seguro, a pesar de la reticencia que han mostrado algunos países centroamericanos por la falta de equidad en el trato de sus nacionales.

Según las medidas que se han anunciado hasta ahora, lo que se está buscando no es solucionar el problema de fondo sino llevarlo a niveles “tolerables”.

Pero si Estados Unidos (que sigue sin pronunciarse sobre el asunto) es capaz de procesar hasta 40 mil cubanos en sus fronteras cada año, por qué no otorga igual número de visas en La Habana. Los migrantes harían el viaje de 45 minutos en la seguridad de un avión.

¿Qué sentido tiene poner vidas en riesgo y generar crisis regionales como la actual?

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Sergio Alejandro Gómez

Periodista cubano dedicado al análisis de temas internacionales