¿Cómo ir de procrastinadora profesional a floja exitosa?

Mayela Sánchez
3 min readJan 12, 2019

--

Empiezo este año con una oportunidad que es también un reto. Formo parte de un grupo de periodistas seleccionados para capacitarse en una cosa muy chula llamada Programa PRENDE, que para fines de este post simplifico en que consiste en regresar a la universidad a tomar clases y desarrollar paralelamente un proyecto de investigación.

Pero a la carga de tareas propias de la escuela tengo que sumar las actividades laborales de las que no puedo prescindir del todo y proyectos en los que quiero trabajar. Y me propuse volver a hacer ejercicio. Así que serán meses de mucho quehacer y -me temo- poco tiempo para todo.

Quizá esto no sería un problema si no fuera yo una procrastinadora profesional.

Como buena procrastinadora he probado -y abandonado o fallado- distintos métodos para eficientar el tiempo y suelo dedicar tiempo (cuando estoy procrastinando, obviamente) a leer notas, blogs, listas, o lo que haya sobre el tema.

A pesar de los malogrados intentos, todo ese tiempo consumido me ha servido para aceptar que no hay un único e infalible método, pero también que es útil conocer las experiencias de otras personas, para aprender de ellas o reconocerse en ellas. Por eso es que ahora me he propuesto ir compartiendo mi experiencia en la búsqueda de mi propio método; me gusta pensar que quizá a alguien le pueda resultar útil.

En estos andares me he hecho de un gurú. Se llama Raúl Pacheco-Vega y es como el Marie Kondo de la organización y el manejo de tiempo. Llegué a él por su experiencia en temas del agua, pero me he vuelto una admiradora de sus estrategias de planeación y organización. Lo que más aprecio es su generosidad para compartir su método de trabajo sin pretender imponerlo.

He intentado aplicar algunas de sus técnicas (algunas veces sin éxito) y ahora que estoy en la búsqueda de mi propio método me ha servido releer algunas de sus estrategias para repensarlas y replantearlas. En esa revisión me encontré con un tuit maravilloso de la respuesta que él da cuando le cuestionan si no gasta más tiempo planeando que sólo haciendo lo que tiene que hacer: I am just too lazy to look for things. (Una mejor explicación de esta respuesta y, en general, de su método de trabajo se puede leer aquí).

De ahí que ahora mi anhelo sea convertirme en una persona obsesivamente organizada, que no viva en el ácido todo el tiempo. En una floja exitosa, pues.

Estoy empezando con cosas básicas que me han funcionado:

  • Google Calendar para registrar mis horarios de clases, citas, proyectos y eventos personales. He hecho un calendario distinto para cada actividad y cada uno tiene asignado un color.
  • Tareas de Google Calendar para hacer una lista diaria de tareas a cumplir. Me gusta porque puedes ir tachando las tareas conforme las cumples y eso da una idea de logro. He intentado hacerlo a mano, pero siento que me funciona mejor verlo en pantalla, en el mismo espacio de mi calendario.
  • Como no siempre traigo mi computadora y no sé cómo ver la lista de tareas en la app de Google Calendar en el celular, descargué un complemento llamado Keep, que también funciona para hacer listas de tareas. Estoy intentando usar sólo ese complemento para enlistar todas mis tareas.
  • Sistema de colores. La idea es usar una sola libreta para todo y distinguir las anotaciones con bolígrafos de distintos colores, cada uno asociado a una actividad y en consonancia con los colores de los calendarios. Esto ya lo he probado mientras reporteo, pues uso una única libreta mientras trabajo varios temas a la vez. Distinguir cada tema por un color me ayuda cuando tengo que repasar mis notas o buscar un dato. La diferencia es que para reportear uso un bolígrafo de esos que son cuatro tintas en uno y así es fácil pasar de un color a otro; para este nuevo sistema, requiero más colores y ha resultado más engorroso.

(Todo está sujeto a prueba y error. Incluso el ejercicio de escribir sobre ello. Ja)

--

--