Estudio sobre la libertad y la autenticidad

Sisel Gelman
9 min readFeb 1, 2019

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Este ensayo fue escrito durante el ciclo escolar 2016–2017 para la clase de Filosofía (IB-SL).

Magritte, René. Golconda . 1953. Óleo sobre tela. Menil Collection, Houston.

La Golconda de René Magritte muestra una lluvia de hombres, todos vestidos de la misma manera, cayendo a la misma velocidad, pero con sus caras dirigidas en diferentes direcciones. Todos son individuos atrapados en un sistema donde ninguno puede ser original, aunque se espera que lo sean. En el mundo en que vivimos, ser auténtico es sinónimo de ser libre de las leyes de la conformidad impuestas por la sociedad. Se presenta el problema filosófico de la libertad, en particular, ¿es posible ser auténtico sin ser libre? Al estudiar a Heidegger, Kant, y Sartre, se observa que el ser auténtico no es ser libre y ser libre no equivale a ser auténtico. Kant dice que ser libre es ser autónomo e imponer su propio imperativo categórico, Sartre dice que todas las personas son completamente libres para poder hacer las decisiones que quieran en el momento que lo deseen, y es evidente que las teorías de los filósofos no siempre encajan con la definición de autenticidad de Heidegger: cumplir con un objetivo de manera innovadora sin romper las reglas establecidas.

El trabajo de Heidegger se centra alrededor de la pregunta, ¿Qué es el ser? Este filósofo sentía que el problema primordial con la manera en que la pregunta había sido planteada anteriormente era que trataba el ser de los humanos igual al ser de los objetos. La respuesta era innecesaria responder. Las tres razones por las cuales la pregunta había sido descartada era, “1) El ser es el concepto más universal (y consiguientemente está exento de discusión); 2) Es además, si bien como consecuencia del primer prejuicio, indefinible; 3) Es, por último, el concepto más evidente, cualquiera lo entiende sin más.” (Rodríguez, 18) Es entonces cuando Heidegger insiste en que al ser humano se le debe describir como Dasein, para distinguirlo de las otras formas de ser.

El Dasein no es tan solo un ente que se presenta entre otros entes. Lo que lo caracteriza ontológicamente es que a este ente le va en su ser este mismo ser. La construcción del ser del Dasein implica entonces que el Dasein tiene en su ser una relación de ser con su ser. Y esto significa, a su vez, que el Dasein se comprende en su ser de alguna manera y con algún grado de exactitud. (Heidegger, 32)

El mundo se debe estudiar no como una categorización de objetos ajenos al Dasein sino una proyección de sus habilidades. La relación primordial entre el mundo y el ser Dasein es el “uso”. En la vida cotidiana sólo se utilizan las cosas¹, a este estado se le conoce como Zuhandenheit.² Cuando el útil falla, el Dasein recuerda conscientemente que el objeto existe y se tiene una relación intelectual para solucionar el problema, conocido como Vorhandenheit.³ Para el Dasein hay otras dos maneras de estar en el mundo en referencia a su relación con otros Dasein (en lugar de objetos): un estado de das Man⁴ y un estado de autenticidad. El das Man es un estado de carácter impersonal donde no se cuestiona el estatus quo . No hay originalidad. Es necesario no ser auténtico en ocasiones donde la acción en proceso ya se está haciendo de la manera más eficiente, pero el problema que hay es el peligro de caer en una situación donde la moralidad es ignorada para incrementar la eficiencia. La autenticidad en cambio es cuando un Dasein sale del estado de das Man. Encuentra una nueva manera de hacer algo sin romper las reglas establecidas y sin perder la esencia de lo que esa acción es. El propósito del estado de autenticidad es crear vínculos valiosos entre las personas o encontrarle un sentido fundamental a una actividad.⁵ El Dasein es libre en la medida en que puede abrir nuevas posibilidades, nuevos modos de ser-en-el-mundo; y es auténtico cuando lo hace. Los hombres en la Golconda no son auténticos ya que no encuentran forma alguna para hacer su trabajo de manera nueva. No pueden hacer nada excepto caer.

Kant, en comparación con Heidegger que habla sobre la autenticidad, expone sus teorías sobre cómo ser verdaderamente libres. La libertad para Kant es la autonomía, poder seguir el Imperativo categórico. Kant se preguntaba si hay voluntad libre en las acciones de las personas. Un imperativo es lo que nos dice cómo actuar, es la ley que la voluntad se impone a sí misma. El Imperativo Hipotético es aquel donde la acción se determina a partir de una situación, o determinadas circunstancias correspondientes a un fin particular. Se observa que en esta situación no hay voluntad porque la voluntad de la persona no es la que determina qué hacer, sino el fin. La meta⁶ es la que está controlando las acciones de la persona. El Imperativo Categórico sería la prueba de que el hombre tiene voluntad propia. El Imperativo Categórico es un mandamiento universal que rige todas las acciones de una persona. Es universal porque no requiere de las circunstancias para ser válido: no está encadenado al deseo de producir un resultado específico en una situación. Existen tres formulaciones del Imperativo Categórico: 1) Actúa como si la máxima de tu acción pudiera volverse la ley universal. 2) Trate a la humanidad en su persona y en la que los demás siempre como un fin en sí misma y no un medio. 3) Actúa como si fueras un legislador universal en un reino universal de los fines. (Kant) La explicación breve de las tres formulaciones es actuar de la manera en que se quisiera que todos actuaran, sin utilizar a los demás como medios para alcanzar metas. Es así como Kant rechaza cualquier doctrina que le de a la moralidad un propósito fuera de sí misma, ya que él quiere una metafísica de la moralidad completamente aislada de la teología, la física, o la hiperfísica. (Russell, 678) Ser libre para Kant consiste en encontrar el imperativo categórico y seguirlo. Una persona será libre cuando pueda imponerse sus propias reglas. Kant dice que está seguro de que la libertad existe porque si no fuera real, no habría cosa alguna como la virtud. (Russell, 677) Los hombres en la Golconda pueden ser libres ya que es posible que ellos tengan la habilidad de decidir qué es bueno y que no lo es, aunque eso llega al tener un Imperativo Categórico, el cual ellos no han podido explorar y descubrir porque solo caen del cielo.

En comparación con la libertad delimitada de Kant, la libertad que Sartre propone es una libertad absoluta. Durante siglos, los filósofos tenían una visión del ser humano donde la esencia viene antes de la existencia, como en el caso de Kant. Aquí el ser humano es humano aún antes de que exista.⁷ Para los existencialistas, es el ser humano mismo quien decide qué ser: “El hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y después se define.” (Sartre, 11). La existencia precede la esencia. Sin esa esencia universal, no existe el determinismo, y se concluye que el humano es entonces completamente libre. “El hombre está condenado a ser libre.” (Sartre, 17) No hay ninguna razón específica para que el universo exista o para que sucedan las cosas, y bajo estas circunstancias no existen reglas absolutas que todos tengan que seguir. Todos son completamente libres para seguir una moralidad inventada por sí mismos, algo con lo que Sartre estaría de acuerdo. Seguir “las respuestas” de otros fue llamado por Sartre como la mala fe, que es cuando alguien no acepta que el universo no tiene respuestas y cree que otros humanos perdidos sí las tienen. Vivir de forma auténtica, aceptando el peso completo de la libertad, es la mejor manera de vivir porque todas las decisiones se tomarán para darle sentido personal al universo: la única ocasión donde existe una razón para ser. Los hombres de la Golconda no tienen otra opción que ser libres. Ellos tienen la posibilidad de escoger quiénes son, aunque limitado de cierta manera por sus restricciones físicas de caer del cielo.

Las teorías de estos filósofos sobre lo que es la libertad no encajan de manera perfecta con lo que es la autenticidad, noción que va encontra de la creencia que la libertad y la autenticidad van de la mano. Se cree que el que es auténtico es libre, y por eso se pudo tomar la decisión auténtica que se tomó. Kant concuerda con Heidegger en que se necesita cumplir con las leyes establecidas, pero divergen en acordar si las leyes tienen que ser impuestas por la sociedad en el estado de das Man o por uno mismo en el Imperativo Categórico. Kant diría que no se puede ser libre en el estado de autenticidad heideggeriana.⁸ Ahí no se encontraría la libertad kantiana porque el humano no es autónomo. Satisfacer las leyes de la sociedad en una nueva manera sigue siendo una obediencia a las reglas impuestas por alguien más. El individuo no está reflexionando e imponiéndose reglas personales sino está creyendo que los demás tienen la razón y ya encontraron los lineamientos que le permitirán vivir libremente. Heidegger en cambio diría que en la mayoría de las situaciones donde se presenta la libertad de Kant no hay autenticidad. Las personas no inventan nuevas maneras de seguir las leyes, sino deciden qué leyes seguir y qué leyes no. Las leyes que sí se siguen, se siguen en un estado de das Man. El Imperativo Categórico presiona a las personas para escoger qué está universalmente bien o mal, a escoger cómo las cosas se tienen que hacer sin importar la situación. Si algo no es correcto para una persona al seguir el Imperativo Categórico, no lo hará aun si todos los demás sí. Kant no toma en cuenta la temporalidad del Dasein, la cual lleva a la creación de nuevas condiciones para la existencia moral. Pero no seguir una ley no es ser auténtico sino ser rebelde. Es claro cómo buscar ser auténtico no trae la libertad de acuerdo con Kant. En la libertad de Sartre, la autenticidad (como es descrita por Heidegger) es muchas veces innecesaria. No hay necesidad de buscar la autenticidad cuando hay otras actividades que pueden darle igual sensación de cumplimiento a la persona buscando sentido. Si algo en el universo tiene sentido es porque el individuo se lo dió a sí mismo, y si ese es el caso, la autenticidad sin que alguien le haya dado sentido no tiene ningún valor.

Conclusión

Las preocupaciones de los filósofos son comprensibles, la búsqueda de la libertad y de la autenticidad ha obsesionado a los seres humanos durante mucho tiempo. El problema con la manera en que las teorías de Heidegger y Kant se oponen es que no se toma en cuenta que para ser auténtico se necesita ser libre. Para ser auténtico y seguir las reglas de una manera singular y nueva se necesita un cierto nivel de libertad para escoger hacer algo diferente. En un estado totalitario de das Man, nada puede cambiar. Todos tienen que seguir el status quo. Si no hubiera libertad en absoluto, las personas no podrían dudar de lo que se hace, o por qué se hace y no se podría tomar la decisión de buscar nuevos caminos auténticos para darle más valor a lo que se hace. En las filosofías de Sartre y Heidegger, lo que se busca es encontrarle sentido a lo que se hace. Ambos filósofos, trataban de encontrar lo que trasciende lo vacío y lo simple, para encontrar en un caso la razón de ser, y en el otro la forma en que somos con el mundo. La libertad de Kant está incrustada en la libertad de Sartre: si todos son libres por la falta de leyes naturales, entonces todos tienen que crear por sí mismos la moralidad que seguirán.⁹ La libertad es poder autoimponerse reglas. Es por esto que se puede concluir que la definición de libertad más completa es la de Sartre, ya que puede sustentar las definiciones de otros filósofos, y como no ser libre no es una opción¹⁰, se reconoce que ser libre no equivale a ser auténtico pero ser auténtico sí se puede considerar como ser libre. Si no hay manera de no ser libre entonces no hay momento donde una persona sea auténtica pero no libre. Se puede ser libre y no auténtico pero no viceversa. Para ser auténtico (Heidegger) y escoger cambiar lo que es conocido como común, se necesita tener la posibilidad de tomar decisiones propias y actuar conforme a ellas. No hay manera de escapar la libertad.

[1]: No se llega al proceso lógico de tratar de descifrar el mundo.

[2]: Traducido como “estar al alcance de la mano”, en el sentido de “ser disponible”, de “ser utilizable” (Volpi).

[3]: Traducido como “estar ahí delante de la mano”, es el “simple estar presente” (Volpi).

[4]: Sin una traducción exacta, comúnmente se define como “el Ellos”, “El Uno”, “El Ser”.

[5]: Recuperar los vínculos auténticos ayuda a encontrar la respuesta a la pregunta de qué es el ser.

[6]: La meta es determinada por las situaciones.

[7]: Como individuo particular.

[8]: Para Heidegger el individuo no se cuestiona el propósito de las leyes o normas.

[9]: Algo parecido a lo que Kant decía.

[10]: Aún en casos extremos donde se cree que no hay libertad alguna, sigue habiendo la decisión de escoger hacer algo radical como el suicidio.

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