TBB │#1 — Bienvenidos a La Roca

THE BOUNTY BAR
5 min readJan 20, 2022

¿Cómo inició todo?

No distingo el afán de consultarme esto siempre que estoy a punto de rellenar la copa. Cuando se mezcla el licor y el recuerdo no queda más que un habla torpe y un corazón alegre. El origen del Bounty… En palabras simples: era una mierda sólida que nadie quería pisar.

ALEXANDR_ZHARIKOV/GETTY

Los inicios del bar son recuerdos que podrían ahogarse luego de tantas copas; ya sabes, demasiados cocktails y noches interminables sobre esta barra. A pesar de todo, estoy bien consciente de sus inicios. Tales recuerdos no perecen ni ante la muerte cercana que nos vigila bajo estas estrellas.

Todo empezó en la misma roca que estás pisando. De hecho, ese fue nuestro primer hito: Lograr pisarla con el pie desnudo; sin el traje espacial.

De buenas a primeras no era más que otro asteroide circulando la galaxia, oscilando de un lado a otro bajo el ritmo de la constelación. Era un lugar desolado, ideal para que hubiera reuniones sin muchos curiosos indeseables cerca. Aparcábamos las naves para cualquier contingencia rápida o intercambios de diversa índole… Se fueron creando muchas razones para frecuentar el asteroide, incluso algo tan simple como hacer un alto en el camino a sabiendas que debido a su ubicación se podía encontrar compañía de lo más variopinta. Encontramos en una porción rocosa un enclave estratégico cercano a varias rutas importantes y alguna que otra clandestina. Todo esto propició que se empezara a crear una especie de ambiente de bar de carretera pero sin bar. Esto era bastante complicado porque como digo, sin traje espacial no podíamos pisar la roca.

Para entonces se empezó a fraguar un contacto entre los más habituales. Algunos teníamos tigus y pasábamos el rato intercambiando trucos sobre cómo educarlos. Debatíamos sobre el consumo de las naves y las ropas nuevas de cada quien. A pesar de recorrer tantos tramos en la galaxia, en nuestro parón de aventura nos gustaba la calma. Empezó a incomodarnos el constante traslado de una nave a otra para poder tomar algo tranquilamente. Siempre surgían problemas. Todos queríamos ir a la Calico Hero de un compañero, pero siempre se dejaba llena de mierda, botellas, olor a alcohol y humo; luego nadie recogía nada así que simplemente dejó de venir. De esa aprendimos y nos preguntamos:

“¿Este peñasco tendrá escrito el nombre de alguien?”

Nos pusimos manos a la obra, fuimos al registro de propiedades y BOOOOM! ni siquiera estaba inscrito, así que remitimos las coordenadas, pusimos los contratos en marcha y en menos de lo que esperamos éramos dignos y orgullosos propietarios de un peñasco en medio de la nada, pero nos daba igual solo lo queríamos oficializar para mayor tranquilidad; para que nadie nos arrebatara la esencia de “Terra Nullius”.

¡Hey, T-B3BO! Una cerveza, por favor.

El siguiente paso era algo tan evidente como complejo. La idea de construir un campo de retención de gases para crear una atmósfera respirable se nos escapaba un poco de las manos; tanto por la escasez de compañías que lo hicieran en la zona como por la cantidad de Atlas en el bolsillo de cada uno.

A todo esto, picando de nuestro ingenio y gracias al boca a boca que suelen manejar los cazarrecompensas, utilizamos algún que otro soborno a cambio de información, hasta logramos contactar a una pareja bastante peculiar: una ustur y una oni mierese sin clan alguno. Iban en su PX6 y se dedicaban al sector de desarrollo tecnológico. Nos propusieron uno de sus productos que permitía una atmósfera circular y dependiendo del tamaño del asteroide ellos gestionaban la instalación. Luego de observar detalladamente con mi ojo desconfiado, supe que en efecto, eran una pareja de fiar. La tecnología se desarrolló originalmente para la exploración minera de grandes asteroides; pero la idea de juerga y bar despertó la pizca aventurera de esta pareja. De cualquier manera, estaban lejos de ser un dúo precisamente convencional.

Luego de un par de trabajos, balas y sangre de…

[bebe cerveza] Gluh, gluh, gluh.

En fin, nos las arreglamos para juntar el $Atlas necesario, realizar la compra y voila! Ya teníamos atmósfera propia, licor en la copa y un riñón rezando por conservar su bienestar.

La luz es el canal más veloz del universo, pero ni eso parece ganarle al boca a boca de los cazarrecompensas. El lugar se fue conociendo rápidamente y cualquiera podía poner sus pies aquí dentro sin el temor de estallar al instante. Las cosas parecían darse ya por sí mismas, y cuando nos dimos cuenta ya habían paredes hechas y el suelo era más que roca. Nos quedaba la aventura de bautizar el lugar, pero preferimos dejarlo para ver a dónde nos llevaba el flujo cósmico.

El lugar fue cogiendo fama, creando un entorno muy neutral donde podías encontrar facciones militares, mineras, políticas, mafiosas y demás, compartiendo todos al mismo tiempo una mesa, música y un trago; todos entremezclándose al son de la música y los cocktails.

El bendito tablón de anuncios fue la pieza definitiva. “Busco una PX4 en buen estado”; “Abro subasta de mi OpalJetJet”, se podía ver un sin fin de cosas muy similar a un marketplace. Todo hasta que en algún momento algún visionario dejó de poner objetos y se vio el primer rostro encima del tablón. Un cartel de “se busca”, acompañado de una recompensa. Para entonces no teníamos problemas con este tipo de clientes; de todos modos, varios de los fundadores habíamos sido cazarrecompensas y creo sinceramente que eso ayudó a la evolución de ese tablón de anuncios. Los distintos grupos profesionales que representan nuestra clientela mostraron gran aceptación por la idea y entonces lo vimos claro: THE BOUNTY BAR.

The Bounty Bar

Entonces, camarada. Ahora que te he contado una parte ¿suena fácil, no? No salgas corriendo a montar tu propio bar sin antes haberte ajustado el pantalón. Créeme, No podría ser lo que es hoy sin los imprevistos con los que tuvimos que lidiar; pero en una historia breve lo importante es mencionar las generalidades de la obra. Nada más abrí la ventana hacia un trasfondo lleno de aventuras, de las tantas que existieron para abrir las puertas del bar. Siguen existiendo, por cierto. La aventura desespera a la quietud y aniquilará a quien se quede estático. Te invito a conocer el resto. Si sigues entero el día de mañana, compartamos asiento y barra, para seguir detallando trago a trago, la historia de The Bounty Bar.

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Muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Esperamos que hayáis disfrutado de la primera entrega de trasfondo de TBB. Nos encantaría que nos dijerais qué os ha parecido el artículo en alguna de las plataformas en donde estamos presentes. Más información justo debajo.

¡Arriba esa copa! ¡Salud!

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THE BOUNTY BAR

The first bar of the Star Atlas metaverse, where bounty hunters hang out and have fun!