LA PATRIA ES EL OTRO, SÍ SE PUEDE
Las frases “Sí, se puede” y “La Patria es el otro” son bien conocidas entre nosotros. Fueron impulsadas por las dos fracciones antagónicas de mayor protagonismo en la política argentina de los últimos años. Aunque de diferente espesura, las dos resultan encantadoras. La pena es que hemos decidido no compartirlas de a par, pensando casi exclusivamente en quién las dice y teniendo en cuenta sus contextos más acotados. Según del lado que elijas pensar, “Sí, se puede” es un canto a la esperanza, o una frase liviana y vacía de contenido. Lo mismo pasa con “La Patria es el otro”: una mitad pregona que es una declaración sublime a favor del semejante, el resto piensa que es una manipulación demagógica.
A mí me parece que las dos juntas servirían para tender una pasarela entre nosotros, en el caso de que pudiéramos resignificarlas. ¿Sería posible tomar las dos sentencias y renovar su sentido? ¿Qué formulaciones en torno a esas frases podrían enriquecerlas valorando lo que ya expresan? ¿Cuál podría ser el aporte de cada una para contribuir al establecimiento de organizaciones que se ajusten a los genuinos deseos de vivir mejor?
Haré a continuación un listado de propósitos escogidos al azar pero con los que seguramente podríamos identificarnos:
* Transformar y rediseñar los modos de ejercer la política, revisar nuestras representaciones y aun la economía. Qué digo, ¡principalmente la economía!
* Asegurar trabajos de calidad para cada uno de nosotros.
* Propiciar una organización eficaz que nos permita vivir y respetarnos en comunidad.
* Privilegiar y alentar liderazgos que representen el cambio verdadero.
* Elevar el estado de conciencia, redefinir valores y cambiar los hábitos.
* Consumir de modo responsable. Tener en cuenta la esfera que nos contiene y el entorno que habitamos.
* Despabilarnos, reencantarnos y volver a confiar en los sueños.
* Hacerlo juntos y entender que será posible.
Ahora volvamos a aquellas frases del comienzo y tratemos de aplicar generosamente sus múltiples significados a cada una de las sentencias que integran este listado final de propósitos aventurados. Y quedémonos con ellas, con las frases ahora robustas, renovadas, plenas de sentido, para lograr aquellas tareas que nos garanticen bienestar, equidad, progreso y armonía.
