-Andrés de Jesús Vélez Franco- Primates más amenazados por la deforestación
La acción humana está afectando a la supervivencia de los primates. Tanto es así, que algunos científicos estadounidenses han mostrado su preocupación por la posible extinción de estos animales, a consecuencia, sobre todo, de la agricultura, la deforestación y la caza ilegal.
Debido a la deforestación para la explotación de recursos naturales, la agricultura, la caza o el comercio ilegal son algunos de los factores que amenazan la supervivencia de los primates, no humanos, y que los abocan hacia la extinción.
Los cazadores asesinan a los primates para obtener alimento y para vender su carne; los comerciantes los capturan para venderlos vivos; mientras que aquellos que talan árboles, los granjeros y otros destruyen su hábitat.
Así como la caza y comercio de monos ha puesto en un riesgo enorme a muchas especies. Inclusive las especies nuevas, recientemente descubiertas, están severamente amenazadas por la pérdida de hábitat y podrían desaparecer.
Los investigadores han detallado, en un artículo para la revista Science Advances, las consecuencias de la desaparición de estos primates para la biodiversidad y han asegurado que el 60% de estas especies se encuentran amenazadas, mientras que el 75% presenta una población cada vez menor.
La creciente huella agrícola es la mayor amenaza, con la que se destruye un 76% del hábitat vital de todas las especies de primates del planeta.
Expertos de 21 países, quienes advierten que el descuido en la respuesta a las amenazas que enfrentan las montañas, ahora exacerbadas por el cambio climático.
La suma de estas amenazas podría provocar las primeras extinciones de primates tras más de 100 años.
Las poblaciones más afectadas se encuentran en zonas de Brasil, Indonesia, Madagascar, Tanzania y la República Democrática del Congo.
En total, 114 de las 394 especies de primates del mundo han sido clasificadas en peligro de extinción en la Lista Roja de la IUCN.
25 especies de primates se encuentran en la lista de peligro, sus hábitats se encuentran entre los lugares más biodiversos del mundo, en 34 regiones catalogadas como altamente prioritarias por Conservación Internacional, que cubren apenas el 2.3 por ciento de la superficie de la Tierra, pero que albergan más del 50 por ciento de toda la diversidad de plantas y animales de la Tierra.
Hay ciertas poblaciones del primate que quizá ya están en un proceso que se llama deuda de extinción, es decir que van directamente a desaparecer de forma local dado que los grupos poblacionales están desconectados y viven en fragmentos o parches de bosques aislados y no tienen posibilidad de reproducirse con miembros no familiares, por lo que al reproducirse solo entre familia terminan degenerando su genética y acabando en la extinción local.
La lista de primates amenazados incluye 11 especies de Asia, siete de África, cuatro de Madagascar, tres de Sudamérica y muestra que los primates no humanos se encuentran amenazados sea cual sea el lugar en el que vivan.
La pérdida del hábitat, debido a la desaparición de los bosques tropicales por la agricultura, la tala y la obtención de leña, continúa siendo el factor más importante en la disminución del número.
Con la desaparición del bosque se van también las especies de plantas de las que se alimentan.
Los primates no humanos son una de las especies más importantes para la salud de los ecosistemas ya que mediante la dispersión de las semillas y su interacción con el hábitat dan soporte a una gran cantidad de vida vegetal y animal que configuran los bosques del planeta.
Además, la deforestación tropical genera el 20% del total de emisiones de gases de efecto invernadero, que producen el cambio climático, y que es mucho mayor a la emisión que generan los carros, camiones, trenes y aviones juntos. Adicionalmente, el cambio climático está alterando el hábitat de muchas especies y dejando a aquellas con menor número, más vulnerables a la extinción.
Los cambios en las temperaturas, las mareas, la vida marina y los deshielos implican cambios en el hábitat animal que traerán consecuencias sin precedentes.
Una de las organizaciones que actualmente trabaja en su protección es la Asociación Salvemos Selva, que ha logrado hasta el momento salvaguardar 450 hectáreas de bosque mediante acuerdos voluntarios de conservación con campesinos a través del turismo de naturaleza y meliponicultura.
Proteger los bosques tropicales que quedan en la Tierra, estaremos salvando a estos primates al mismo tiempo que ayudamos a prevenir el cambio climático.