Imposter Syndrome

SWIMMING IN THE DATA LAKE
3 min readFeb 13, 2018

--

[English here: My imposter Syndrome]

Existe una conocida característica que parece que aqueja a la gran mayoría de los que trabajan en la “Ciencia de Datos”. Se sienten un fraude. Que yo sepa no hay estudios científicos al respecto pero en encuestas informales en varias reuniones o charlas técnicas a las que suelo acudir, encuentro que la mayoría de las manos se levantan cuando se pide que indiquen si están de acuerdo con la siguiente afirmación:

Creo que soy un fraude y no merezco el éxito que tengo.

Para mí como psicólogo, es de sumo interés y creo que es una prometedora área de investigación (lástima que la psicología no sea en estos momentos mi principal área de trabajo) y me gustaría poner mis manos más pronto que tarde en algún estudio serio sobre el tema. Sin embargo, tengo que decir que me barrunto por dónde van los tiros y me atrevo a aventurar una causa fundamental para sentirse así.

El campo de la Ciencia de Datos, o “Data Science” como se dice comúnmente, es tan novedoso (en términos laborales, que no en la academia) y tiene un carácter tan híbrido, que no existe un camino formativo claramente establecido para ello. Uno no se saca una carrera como “Data Scientist” del mismo modo que se Licencia en Matemáticas o en Psicología. Y además creo que no sería bueno que eso ocurriese en algún momento, de modo que cada uno, según sus posibilidades y capacidades, ha de adquirir las habilidades que le faltan a base de esfuerzo y práctica.

Desde la matemática, por seguir el ejemplo, habría que aprender a programar y quizás rudimentos de metodología científica; desde la Psicología por el contrario, muy fuerte en metodología científica, habría que centrarse más en lenguajes de programación y actualizarse en modernas técnicas matemáticas y estadísticas.

Mi argumento es que nunca estás preparado para ser un científico de datos si no es trabajando en ello. Estudio y actualización constante desde el punto de partida de cada uno. De ahí la sensación de no ser lo que uno debería ser.

De la diferencia entre lo que uno es y lo que uno desea ser, nace la insatisfacción.

En un nivel personal, tengo que decir que esta sensación ha sido siempre una vieja compañera que extrañamente, desapareció en cuanto empecé a trabajar en puestos que requerían ese tratamiento “híbrido”. Puestos que requerían conocimientos de arquitectura de sistemas, definición de esquemas de datos, estadística y representación gráfica. Aún no se me llamaba “Data Scientist” pero todos empezaron a sentirse fraudes justo cuando yo dejé de hacerlo.

La razón es que llevo casi toda mi vida profesional dedicado de un modo u otro a los datos, y yo era “el rarito” del grupo. De primeras, nadie creía que un Psicólogo pudiese ser bueno en administración de bases de datos o en Inteligencia de Negocio. Suficiente estadística para superar a un programador y suficiente programación para superar a un estadístico, como dice la frase. Así que en aquella época, me sentí muy solo (mucho). El esfuerzo era doble porque siempre tuve que demostrar que valía, que no se me pagaba el sueldo en balde. Por suerte o por desgracia, creo que soy bueno en esto.

Así que lo voy a decir de manera muy gráfica: ahora soy feliz como una perdiz

Con gente que proviene de muy diversos orígenes y sectores, trabajando en equipos multidisciplinares, con muchas cosas por aprender, son tiempos divertidos y comencé a sentirme a gusto por primera vez en mi vida.

La ironía es que esto ocurra cuando todos los demás comienzan a sentirse mal.

--

--