Mamá, quiero ser YouTuber

Victor Abarca
7 min readMay 17, 2015

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Hoy he llegado a los 500 suscriptores y esa es la cifra mágica en la que YouTube pasa de tomarte por un amateur a “posible YouTuber”, es decir, una persona que vive por y para la red social de vídeos de Google.

Cuando llegas a los 500 suscriptores te ofrecen la posibilidad de tener una URL personalizada como los Youtubers de verdad, de esas con el nombre legible en lugar de números y letras en mayúscula y minúscula aleatoriamente.

En este artículo quiero hablaros de mi experiencia durante estos tres primeros meses de vida del canal y porqué decidí empezar con esto de subir vídeos.

Lejos del típico “empecé subiendo vídeos para mis amigos y así todo se hizo viral”, os contaré que lo mío fue un experimento de marketing. Trabajo como responsable de marketing de una empresa que se dedica a innovar en telecomunicaciones en la nube y cuando los Excel y Adwords me dejan tiempo, busco nuevas formas de llegar a diferentes públicos a través de nuevos canales. El problema es que mi empresa no genera contenido audiovisual, pero sí tiene capacidad para hacerlo. Antes de mover recursos en esta dirección, quise ver qué se puede lograr con una cámara de un MacBook, con ingenio y con un tema que además de conocer bien, me apasionara: los videojuegos.

Debo decir que los cinco canales de YouTube más famosos de España tratan sobre videojuegos, casi todos de forma humorística, pero a fin de cuentas, videojuegos.

Me encuentro con un gran reto: por un lado el público al que deseo llegar consume contenido referente a videojuegos, pero por otro lado la competencia es altísima y muy instaurada. Además, YouTube suele promocionar de forma activa estos canales tan relevantes que tienen más audiencia que programas de televisión en Prime Time.

La estadística es mi content manager

A nivel de marketing ya tenía el dónde iba a publicar los vídeos, y el tipo de vídeos que quería hacer. Me faltaba cuándo iba a comenzar a publicar y sobre todo, de qué iba a hablar en mis primeros vídeos.

La respuesta llegó a mi buzón del Mail una mañana mientras estaba en París (no se puede ser más bucólico). Por ser un gran aficionado a Nintendo, podía comprar la nueva consola de Nintendo un mes antes de que saliera en España. Esta promoción está únicamente disponible para unos pocos, y en Internet vi que algunos afortunados que como yo habían recibido esa misma propuesta, estaban ya vendiendo online sus consolas multiplicando en un 130% lo que les había costado.

Cuando me llegó la consola a casa de una forma muy amateur, porque Youtube va de eso y no de grandes super producciones, hablé frente a la cámara de las especificaciones de la consola, cómo era y otras características.

Subí el vídeo y lo etiqueté correctamente, entonces los seguidores empezaron a llegar con cuentagotas y las visualizaciones del vídeo iban siendo muy modestas.

Estuve recogiendo datos, comentarios e ideas durante una semana y así, la semana siguiente me senté frente a la cámara de nuevo con un guión perfectamente planificado de qué quería hablar en el vídeo siguiendo una estructura clara de otros canales que comparan productos e hice el vídeo que me traería más de 14.000 visualizaciones en pocas semanas.

El vídeo en el que comparaba la consola de Sony con la de Nintendo fue creciendo en visualizaciones, comentarios y valoraciones positivas, y YouTube lo fue posicionando cada vez en lugares más relevantes.

Jamás pensé que un vídeo de más de nueve minutos de duración con una persona explicando características frente a una cámara y sin más detalles técnicos fuera a tener tantas visualizaciones.

Poco a poco fui creando nuevos contenidos siempre midiendo, calculando y valorando qué les gusta a los suscriptores. Durante los dos primeros meses de vida del canal me convertí en un aténtico experto en la analitica de Youtube e intentaba con cada vídeo adivinar los resultados que tendría. Muchas veces y como es habitual en Marketing, esos cálculos fallan y no todos los vídeos tienen tan buenos resultados.

De hecho, el vídeo que antes mencioné es el único en alcanzar esa fantástica cifra de visualizaciones. Sin embargo no me desanimé creando contenido, porque aunque cada vídeo alcance las 1000 visualizaciones, si subo diez serán 10.000 visualizaciones, si subo 20 serán 20.000 visualizaciones y así progresivamente.

Conozco como funciona el long tail y la necesidad de crear un contenido con el que me sienta cómodo y que poco a poco genere visitas.

Mis amigos y parientes cercanos me recomendaron durante ese tiempo hacer vídeos más cortos, de un máximo de tres minutos, más ligeros, con más efectos, clips y ruiditos. Y sinceramente, no funcionaron.

Esos vídeos tan condensados y con tanta post-producción me llevaban unas 4 horas crearlos y después las visualizaciones eran inferiores a los vídeos más normales y simples.

Después de estos tres meses me he dado cuenta de que los suscriptores de YouTube y las personas que ven mis vídeos quieren toda la información posible que les pueda dar en un vídeo, aunque dure 20 minutos. Para ellos la duración no parece un inconveniente.

Cómo los suscriptores interactúan conmigo y con el canal

La experiencia en otras redes sociales como Twitter me decía que siempre que alguien interaccione contigo debes ser muy agradecido, responder a sus preguntas y en definitiva hacerle la ola. En YouTube no podía hacer menos: cada vez que un suscriptor me escribe un comentario le respondo en el mismo día dándole las gracias y con una extensión similar a lo que él o ella me ha escrito. Cuando me piden que les incorpore en algún vídeo, busco las formas sencillas de hacerlo sin perder la línea del canal.

En definitiva, es tanto o más importante crear contenido en YouTube como crear comunidad.

Google ofrece además la posibilidad de ver en el correo automático de cuando se suscribe alguien la cantidad de suscriptores y vídeos que tiene. Cuando creo que la cifra es razonable, dedico unos minutos en explorar su canal y si me gusta, dejarle un comentario y/o suscribirme como muestra de agradecimiento.

El publico gamer de YouTube es una comunidad muy exigente, y reclaman mucha atención, además de ser muy crítico con lo que dices.

Durante mi breve etapa por la red he tenido que lidiar con comentarios de todo tipo: xenófobos y homófobos hacía otros suscriptores o comentaristas, insultos hacía mi por posicionarme más con los juegos de una consola respecto a otra, étc.

En este tipo de casos siempre hay que seguir la premisa de “no alimentar al trol”. En Internet es muy fácil ocultarse bajo un avatar y ser destructivo, y es muy difícil mostrar tu cara con nombre y apellidos y dar una opinión.

Por este motivo, y puesto que yo juego en la liga de mostrar mi cara con nombre y apellidos, únicamente hago caso a aquellos que lo hacen del mismo modo, respondiendo sus críticas o comentarios de la forma más educada posible y siempre dando las gracias por comentar y plasmar su opinión.

Al igual que hay personas que te insultan, también hay personas que te piden la dirección de casa para mandarte regalos, o escriben declaraciones de amor y cartas en la mensajería privada de YouTube. A estos, siempre les respondo. Tener una audiencia fiel que comparte los valores del canal es mi objetivo.

Rentabilizando el contenido de Youtube

Debido al esfuerzo que estaba haciendo creando vídeos y contenidos para el canal de YouTube pensé en rentabilizar todo ese esfuerzo con publicidad.

Desde que inserté los anuncios de Adsense no he logrado gran cosa. Algunos días alcanzo los 0,7€ y otros días a penas llegan a unos pocos céntimos. Aún así es interesante tenerlo para ver cómo hace YouTube para mostrar su publicidad y sobre todo, analizar la viabilidad de algunos canales de YouTube que tienen miles de seguidores.

Sí, se puede vivir de YouTube.

Cualquier persona que sea constante, que sepa de un tema concreto y que tenga las herramientas para crear vídeos puede sacarse un sueldo mensual. Aunque para ello tendrá que trabajar muy duro y seguramente estos frutos no se vean hasta pasados unos años.

A fin de cuentas un YouTuber es una persona que vive por y para YouTube, para sus suscriptores, para su audiencia y para sus índices de publicidad.

Lo que he aprendido durante estos tres meses experimentando en YouTube

  • La competencia en la red social es muy fuerte y cada día hay nuevos canales, la única forma de diferenciarte creando un contenido similar es siendo constante.
  • Es tan importante crear videos como mantener activa una comunidad de suscriptores. Si el contenido es el rey, tus suscriptores son dioses. ¡Hazles caso!
  • YouTube Analytics es tu mejor aliada a la hora de crear tu siguiente “gran vídeo”.
  • No importa tanto la duración del vídeo si consigues responder todas y cada una de las preguntas que se pueden plantear para el público.
  • Nunca sabes quién puede ver tu canal: así que compórtate bien, se educado pero también sé original.
  • YouTube es una red social de vídeos donde las personas suben contenido: no tengas miedo mostrar tu cara, a cometer errores frente a la cámara. Eso es mucho mejor que mostrar únicamente tutoriales y gameplays.
  • Los comentarios negativos son aguas en un océano de comentarios positivos. Vuélcate en hacer una comunidad fiel. Ellos mismos responderán por ti. Tú solo tendrás que ver la revuelta desde lejos.
  • Atrae tráfico desde otras redes como puedan ser Facebook y Twitter.
  • Si trabajas para una marca, ya sea la tuya personal como YouTuber o pretendes trasladar esta experiencia a una empresa, no dudes que la imagen es igual de importante como el resto del contenido que muestras.

Esta experiencia en YouTube me ha hecho abrir los ojos hacía una plataforma que llevo consumiendo años y años, pero que jamás la había visto como una posibilidad laboral, personal o incluso de estrategia de marca para una empresa.

Ahora sé que se puede vivir de YouTube, no ganando céntimos, sino al cabo del tiempo manteniendo una constancia y teniendo muy claros los principios enunciados anteriormente.

Mamá, quiero ser YouTuber.

Por cierto, aquí está mi canal de YouTube y con vídeos más trabajados que los primeros. =D

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Victor Abarca

Hago vídeos en YouTube sobre cómo la tecnología y la cultura digital impacta en nuestras vidas.