El superhéroe mexicano que todos deberían amar

Un alpinista de 38 años haría palidecer a Kalimán, El Santo y al Chapulín Colorado. Les comparto sus hazañas.

Víctor A. Espinosa
3 min readMar 20, 2018

Voy de vuelta en el avión. Aunque es de día, varios de los pasajeros descansan, duermen. Todas las miradas, excepto la mía, están cerradas. Sólo se refleja, sobre los rostros dormidos de los pasajeros, algunos halos de luz que logran escabullirse por las ventanas. Estoy escribiendo.

Mi viaje me trae de vuelta de Acapulco, donde celebré el 35 aniversario de bodas de mis padres y me llevé una sorpresa al leer sobre mi superhéroe mexicano favorito en una revista, mientras tomaba una copa en el bar del hotel.

Mis padres están dormidos. Mi madre tiene un sueño profundo, seguro que sueña con algo que las olas le han hecho recordar. Mi padre se mueve a ratos, inquieto, por una especie de sofocón resultado de la tristeza que año con año le invade tras dejar Acapulco: su lugar favorito en el planeta.

Yo no sueño. Estoy despierto recordando ese artículo sobre superhéroes mexicanos (pocos, pero existen) como Kalimán, el hombre del turbante que tenía poderes hipnóticos, El Chapulín Colorado (conocido por todos) o El Santo, que si bien no tenía poderes sobrenaturales, tenía valor y una habilidad en el ring como ningún otro.

Pero además de ellos, añadían en su lista a un hombre sin capa y a quien tuve la dicha de conocer. Este sujeto haría palidecer a Batman, Superman, Capitán América o Spiderman sin problema: se llama David Liaño. ¿Quién es? Un alpinista mexicano que ha escalado los siete picos más altos del mundo, incluido el Everest, y que sobrevivió a uno de las más mortales avalanchas en 2015.

Tiene además el Récord Guinness por ser la primera persona en escalar el Everest desde los lados norte y sur en la misma época de ascenso.

David Liaño desde el Everets | Foto cortesía del alpinista

Hace ya años lo entrevisté (él en Nepal, yo en Ciudad de México) para escribir un perfil que jamás publiqué. En aquel momento era la primera persona (otra vez, la primera) en lanzar un tuit desde la cima del Everest. Llegué con ese tema a la entrevista, pero toda su historia detrás superó a los 140 caracteres.

Nuestra conversación se extendió varias horas, varias madrugadas y varios cafés.

Descubrí en David una historia de lucha, superación, autenticidad, consistencia y una actitud siempre positiva ante la vida.

Es por ello que les he preparado el perfil de David en varias entregas con el objetivo de que conozcan sus hazañas extraordinarias y se inspiren para hacer lo propio en su vida diaria. A mí me inspira, siempre.

Estoy mirando por la ventana. Comienza a caer la tarde. En el horizonte se atisba la Ciudad de México y las aeromozas anuncian el descenso próximo. Debo dejar de escribir, pero no sin antes animarlos a dar lectura a las siguientes entregas sobre este superhéroe, recibir sus comentarios y agradecerles por todas sus lecturas a las crónicas desde Melilla.

Abrazos y hasta la próxima.

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