¿FELICIDAD O ADAPTACIÓN SOCIAL?

Virginialopezr
2 min readJan 24, 2023

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Creo que muchos estaremos de acuerdo en que el nivel de vida en el que nos vemos sometidos hoy en día es sobreestimulante y nos obliga a llevar uno muy estresante y demasiado demandante. Y es por eso por lo que los jóvenes cada vez están sufriendo más trastornos asociados a la ansiedad y a la depresión.

Ante esta realidad, decidí pensar acerca de las diferencias que delimitaban esta realidad vivida por las generaciones actuales y la vivida por las anteriores. Y me di cuenta de que lo único que nos diferenciaba era el avance a gran escala de la tecnología. Pensé sobre cómo sería vivir en esa realidad no globalizada y sin acceso directo prácticamente indefinido a toda esa información y estímulos que nos aporta.

Y es que me di cuenta de que, nosotros, hemos estado sobreestimulados desde que nacimos debido a esto. Cuando somos niños, estamos continuamente explorando y descubriendo ese nuevo mundo y, si esos estímulos continúan ininterrumpidamente, caemos en la socialmente ignorada adicción a la tecnología.

Esta adicción nos provoca dentro del cerebro la liberación de una serie de hormonas como la serotonina, que es la comúnmente conocida como “la hormona de la felicidad”. Por tanto, esto nos hace estar más felices. Es, por decirlo así, una adicción a la felicidad. Pero, como todas las adicciones, no todo es felicidad; cuando somo adictos a algo cada vez necesitamos más, pero llega un momento en el que sucede un colapso en el cuerpo por que éste se sobresatura cayendo en una sobredosis. En este caso, la sobreestimulación provoca que no podamos físicamente ser capaces de estar al corriente de nuevas actualizaciones tecnológicas. Esto provoca frustración por no tener tiempo físico para poder dedicarle a todas sus actividades.

Los síntomas de esto son, los mismos que con cualquier adicción: no poder prestarle atención a otras obligaciones por no poder dejar de estar al corriente, uso excesivo de la tecnología, básicamente no saber que límites debe establecer frente a ella. A esto se le adiciona la presión social sistemática para estar constantemente conectados para enterarse de la última noticia. Cuando no podemos conseguir todo lo que ella demanda, nos baja la autoestima. Esto nos provoca inseguridad y un descenso de nuestra valoración personal apareciendo de este modo dificultades o problemas para integrarnos en ella.

Un ejemplo es cuando una persona que nunca ha tenido demasiado feedback positivo de la tecnología, de repente se siente insegura ante un exceso de atención.

Pienso que realmente o no se informa demasiado acerca de esto o no se esta lo suficientemente concienciado, pero, es un problema que afecta a todos los niveles en nuestra vida y en nuestro estado mental. Creo que es muy importante reflexionar acerca de esto y de los límites que quieres establecer y el espacio que quieres que aporte cada cosa a tu vida. Realmente, este comentario no tiene ninguna base científica, es completamente metafísico, pero creo que es un buen tema para meditar.

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