E-commerce or else.
Si no estarás en fuera de juego en una pequeña fracción de tiempo.
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El e-commerce, que en otros países su evolución tomó diez o más años, en el Perú solo tomará un par de meses para duplicar el tamaño de las ventas a través de medios digitales. Nadie, ni las compañías de tecnología más importantes del mundo, había logrado transformar los hábitos de compra de las personas en tan poco tiempo como esta crisis.
Las personas evitarán exponerse a contactos innecesarios que pongan en riesgo su vida, y harán todo lo posible para que sean las empresas quienes lleguen a ellas.
La coyuntura que estamos viviendo ha disparado algunos cambios de comportamiento relevantes, según Ipsos el 48% de las personas post cuarentena no va a acudir a lugares masivos lo que tendrá como consecuencia que el uso de servicios por internet, en los niveles B — C, tenga incremento de 41% y 33% respectivamente.
Esta crisis ha llevado a los empresarios peruanos a usar su principal fortaleza: la capacidad de reinvención, esta característica, que los ha hecho sortear un sinnúmero de dificultades a lo largo de la historia, les permitirá afrontar este nuevo desafío con éxito.
Por eso ya estamos viendo cómo muchos han empezado a adaptase a esta nueva realidad y en todos los niveles: el productor de frutas y verduras, las bodegas, los mercados hasta las tiendas de ropa, restaurantes y grandes corporaciones. Este cambio forzoso en la experiencia de compra, que dependía en gran medida del espacio físico, la ha reorientado a una experiencia digital soportada en cualquier plataforma disponible: para algunos una lista de precios enviada por WhatsApp, para otros será estar en un marketplace y para otros empresarios, con una visión más de largo plazo, será el desarrollo de su propio e-commerce.
Este nuevo contexto, y casi sin darse cuenta, los ha obligado a adoptar una transformación digital que se venía conversando desde hace años, que se posponía o no se le daba la prioridad ni los recursos porque se creía que las personas nunca cambiarían sus hábitos de compras porque se pensaban que estaba reservado solo para rubros muy específicos.
El comercio electrónico en 2019 movió US$ 4 mil millones según la Cámara Peruana de Comercio Electrónico y tenía, antes de la crisis, una expectativa de crecimiento para el año 2022, que se preveía antes de la crisis, de US$ 14 mil millones. Cifra que será superada ampliamente después de estos nuevos hábitos de compra. Y ya para abril la Cámara de Comercio de Lima estima que las ventas por canales digitales aumentarán en algunas categorías hasta un 100%.
Todo esto a pesar de que muchas personas han visto limitada la posibilidad de hacer compras online por el poco abastecimiento de las empresas, debido a que la mayoría de estos comercios electrónicos dependen de sus propios locales para despachar, lo que ha generado que el 20% de las personas no haya finalizado una compra por esta razón, sumado a los largos periodos de entrega, que hicieron desistir de la compra al 55%, según CCR Cuore. Una oportunidad que no ha sido aprovechada por la poca preparación previa o por canales que no han podido ser gestionados de manera adecuada.
La gente tiene urgencia de abastecerse y ha estado buscando, sin mucho éxito, una alternativa que genere menos problemas, pero una vez que se levanten las limitaciones de movilidad y se vayan implementado las fases de reactivación económica post cuarentena, la intención de compra en canales digitales aumentará considerablemente, siendo este nuevo hábito de compra el que más crecerá de todos los canales de venta disponibles hoy.
Esta crisis es un mar de oportunidades y el comercio electrónico está llena de ellas, hoy es una alternativa para muchos empresarios de recuperar en algo las ventas afectadas por estos días de cuarentena.
Es importante reflexionar ¿cuánto es el decrecimiento actual en facturación y ventas? ¿es el e-commerce un canal que me ayudará a cubrir parcial o totalmente esas ventas y quizá vender más de lo que hacía antes?
Si la respuesta es afirmativa, hay que pensar que el e-commerce ya está entre nosotros y no es una acción a corto plazo. Las personas generamos hábitos rápidamente por necesidad, una vez que la gente se acostumbre a comprar por canales digitales va a ser difícil que lo dejen porque tiene ventajas asociadas al cuidado de la salud que durará hasta que haya un tratamiento o una vacuna disponible, además, esta modalidad permite evitar el contacto y exposición innecesaria en espacios públicos.
Por eso nos preguntamos, ¿cómo aprovechar el impulso que esta crisis ha traído para inspirar el crecimiento de los negocios mediante la implementación de nuevos canales de venta, en un nuevo entorno y con una serie de oportunidades para ser explotadas? El e-commerce es la solución más ventajosa de esta coyuntura y la inversión en el desarrollo de canales propios verá su retorno rápidamente, contribuyendo a la recuperación de ventas que los empresarios han sufrido en lo que va del estado de emergencia.
El e-commerce ha llegado para quedarse.