La revolución de la industria automovilística

Xabi Crespo
4 min readOct 5, 2015

Estas últimas semanas han estado cargadas de noticias sobre el sector automovilístico. En el lado conservador del ring tenemos a Volkswagen, una empresa sobradamente establecida que vende unos 10 millones de vehículos cada año y sobre la que se ha conocido que ha estado engañando a consumidores y autoridades durante los últimos 5 años falseando los datos de las emisiones contaminantes en algunos de los motores que fabrican. Al otro lado del ring está una empresa con poco peso en el sector pero que está haciendo mucho ruido. Estoy hablando por supuesto de Tesla Motors, una compañía que prevé vender unos 50.000 coches este año y que acaba de presentar su última joya, el Tesla Model X.

Es curioso lo que está pasando, e incluso se podría discutir si hay algún tipo de conexión entre los dos hechos. Tesla es ahora mismo una empresa de I+D. Ellos lo saben y por eso no están preocupados por haber tenido unas pérdidas de 300 millones en el último año. Tampoco lo están sus inversores. Saben que la visión de la compañía a largo plazo es el camino correcto a seguir en la industria. Los Tesla son vehículos completamente eléctricos y tienen una autonomía de más de 400 km. Son caros, sí, pero estamos hablando de las primeras unidades de una compañía joven. Lo importante es el potencial que tiene, y esto debería hacer temblar a la mayoría de compañías automovilísticas.

Digo que puede haber cierta relación entre ambos casos, puesto que está claro que Volkswagen no ha podido seguir el ritmo marcado por la compañía californiana y se haya visto forzada a hacer trampas para conseguir los objetivos que les marcaron las autoridades. O puede que Tesla no haya tenido nada que ver, pero seguro que han sentido que estaban perdiendo la cabeza de carrera en la industria y no tenían potencial para recuperarla.

Saber por qué los alemanes no han sido capaces de desarrollar motores más eficientes no es el tema que quería tratar. Sobre lo que pretendo reflexionar es que mientras los responsables del gigante teutón tendrán que pagar multas multimillonarias por intentar ganar potencia en sus coches de manera ilegal y poco ética, en la presentación del Tesla Model X prácticamente no se habló sobre el rendimiento del coche. Durante 30 minutos, Musk fue describiendo pequeños detalles que convierten a este vehículo en una pieza tecnológica con un único objetivo: facilitarle la vida a sus usuarios. Que si las puertas abren solas, que si es muy sencillo acceder a todos los asientos, que si es cómodo ir en cualquiera de los sitios…

Personalmente no me fijo especialmente en las características del motor de un coche porque sé que la mayoría de ellos son más que suficientes para satisfacer mis necesidades diarias, y como yo, supongo que una gran parte de los usuarios. Lo que necesitamos es algo cómodo, manejable, y en Tesla parecen entenderlo. Algunas opiniones van más allá, y es que hay quien cree que Tesla no pretende vender un vehículo a cada familia, sino que tenderá hacia el alquiler de vehículos autónomos. De ahí el mantra de la compañía: acelerar la transición del mundo hacía un transporte sostenible.

Más ejemplos de empresas tecnológicas que están intentando revolucionar la industria del transporte los podemos ver en Blablacar, actualmente en medio de un proceso judicial en España tras la denuncia de Confebus por competencia desleal, Uber, cesada cautelarmente también en todo el territorio español tras la lucha con los taxistas, o Alphabet y sus coches autónomos. Incluso Apple estaría también desarrollando su propio coche eléctrico según el Wall Street Journal. Todas ellas pretenden innovar disruptivamente, dejando atrás a todos aquellos que hagan oídos sordos a la realidad.

Es un cambio de tendencia en una industria con más de cien años de antigüedad, que parece que va a ser devorada por la industria tecnológica y sus veloces ciclos de innovación. Tras décadas durante las que los medios de transporte públicos estaban diseñados para llevar a grandes masas en rutas predefinidas, no parece estar tan lejos el día en que se generalicen los coches autónomos y compartidos. Es la revolución de la industria del automóvil y aquellos que basen su modelo de negocios únicamente en avances mecánicos o parches software se van a quedar fuera de ella.

--

--

Xabi Crespo

Espacio para la reflexión de un emprendedor, geek e ingeniero HW&SW. La curiosidad me puede.