Wonderland is made of yellow bricks

Alessandra Pereyra
AA-batteries only
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3 min readJan 17, 2015

Todo inicia con las ganas de empezar de nuevo. De seguir ideas absurdas y frescas. De seguir con esas ganas de dejar una huella y continuar avanzando.

Luego de casi 9 años de trabajar en Xenda, que antes fue SR&DPeru, me encuentro a horas de partir hace un nuevo rumbo, y hacia una nueva aventura.

En esa casi década de trabajo, el mundo ha cambiado bastante. Las ideas con las que nació Xenda (tener un ambiente de trabajo distinto, ágil, divertido) son ahora cada vez más comunes y me llena de orgullo haber podido empujar (aunque sea con un grano de arena) ese movimiento.

Con miles de errores y fracasos, y otros tantos de aciertos y éxitos, cada día que pasa se hace cada vez más notorio que el siguiente paso para seguir creciendo es dejar el nido que con mucho esfuerzo construí.

Son momentos extraños, con nostalgia y algo de tristeza, cuando debes dejar claves y procesos. Realizar un brain dump de miles de detalles e información que siempre pensaste tener ahí, contigo, porque siempre estarías ahí. Hasta que eso se detiene.

Pero también llega la emoción. Partimos mañana Gustavo Leon (@hpneo) y yo hacia México y no puedo estar más que contento de poder trabajar codo a codo con quien luego de luchar en varios proyectos, discutir, pelear y enfocarnos en crear cosas nuevas, he visto convertirse en uno de los mejores desarrolladores que conozco y en quién confío plenamente el apoyo en hacer realidad las ideas que planificamos, además de llamarlo amigo.

Vamos entonces a un nuevo rumbo y a nuevos retos para enfocarnos exclusivamente en CodePicnic. Tras un año de creación, muchas horas de esfuerzo, y tal vez con una de las herramientas más geniales que he creado en estos casi 18 años creando software, estamos listos para darle toda la vida necesario.

Las circunstancias, como de costumbres, no se rigen a un plan maestro de vida, sino a estar pendientes de las corrientes y tratar de tomar posibilidades.

Y tengo temor. Mucho. Temor a equivocarnos en el camino, y fracasar (como otras veces he hecho). Temor a no estar listos aún y que tal vez esperar un poco más habría sido mejor. Temor a no estar al nivel de las expectativas tan altas que siempre me he puesto.

Y eso me alegra y me llena de emoción. Porque el temor es bueno cuando no te detiene. El temor me lanza a una piscina llena de posibilidades, y me obliga a nadar, nuevamente. Me hace construir planes en el espacio, construir ideas, dudar de ellas y construir un camino nuevo, paso a paso.

El 2015 me alejará del Perú por, al menos, unos 6 meses. Pero me acercará a redescubrir una vez más lo que es crear algo de 0. De despertar un día y ver, esta vez con más experiencia, más cicatrices, y gracias al apoyo de todos los que han hecho Xenda posible, que se pueden crear cosas geniales más aún, sin comprometer en lo que creemos. Que siempre se puede hacer más.

Y es entonces como se cierra el última día donde reviso mi correo regular plenamente, y esta vez activo otro como predeterminado. Donde el horizonte plantea tantos retos e historias nuevas, que dormir es casi imposible. Pero está bien, porque nunca he sido de dormir tanto, y hay mucho que crear y contar.

Nos vemos al otro lado del espejo.

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Alessandra Pereyra
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Products Builder. Problem solver. Loves reading, writing and a good wine. Writes when the time is right.