MECÁNICA
Tu coche no arranca bien: ¿Culpable? ¡El tubo de admisión!
Aprende a diagnosticar esta avería y ahorra en reparaciones
El tubo de admisión es una pieza fundamental para el buen funcionamiento de tu coche. Si está roto, te dará problemas para arrancar y mantener el motor en marcha. En este artículo, te explicaré cómo diagnosticar un tubo de admisión roto y cómo sustituirlo tú mismo para que te ahorres el dinero del taller.
Síntomas de un tubo de admisión roto:
- Ralentí inestable: El motor se revoluciona o se apaga cuando está parado.
- Pérdida de potencia: El coche no tiene la fuerza habitual al acelerar.
- Aumento del consumo de combustible: El motor no funciona de forma eficiente, lo que se traduce en un mayor consumo.
- Ruidos extraños: Se escuchan silbidos o soplos provenientes del motor.
- Luz de avería de motor encendida: En algunos casos, la luz de motor se enciende para avisar de la falla.
Diagnóstico:
1. Inspección visual: Abre el capó y busca el tubo de admisión. Revisa si hay grietas, rajas o deformaciones.
2. Prueba de sonido: Pon el motor en marcha y escucha atentamente si hay ruidos de aire provenientes del tubo. Puedes usar un spray de agua con jabón para rociar el tubo. Si hay fugas, se formarán burbujas.
3. Prueba del humo: Con el motor apagado, desconecta la manguera de entrada de aire y conecta una manguera de humo. Introduce humo en el tubo de admisión y observa si sale por alguna parte.
Sustitución del tubo de admisión:
Herramientas necesarias:
- Llaves inglesas y/o destornilladores (según el tipo de sujeción del tubo)
- Abrazaderas para tubos
- Spray limpiador
Pasos a seguir:
1. Desconecta la batería: Es una medida de seguridad para evitar cortocircuitos y lo recomiendo en general para trabajar el motor (es posible que necesites un salvamemorias para no perder los datos de la radio).
2. Localiza el tubo de admisión: Es fácil. Es una pieza de plástico que literalmente tiene forma de tubo. Va desde el filtro hasta el colector de admisión.
3. Desconecta las mangueras: Retira con cuidado las mangueras de aire y sensores que estén conectados al tubo.
4. Afloja las abrazaderas: Utiliza las llaves o destornilladores adecuados para aflojar las abrazaderas que sujetan el tubo. Normalmente serán hexagonales con posibilidad de destornillador Philips.
5. Retira el tubo de admisión: Una vez aflojadas las abrazaderas, puedes extraer el tubo con cuidado para no partir los plásticos (al ser viejos se rompen fácilmente). Puede que se agarre un poco.
6. Limpia las superficies: Limpia las superficies de contacto del nuevo tubo y del colector de admisión con el spray limpiador. El desengrasante para piezas de Motul funciona muy bien y no daña las gomas.
7. Coloca el nuevo tubo: Instala el nuevo tubo en su posición y asegúralo con las abrazaderas.
8. Vuelve a conectar las mangueras y sensores: Conecta con cuidado las mangueras y sensores que desconectaste anteriormente. Puedes aprovechar para ver si están bien.
9. Conecta la batería: Ya puedes conectar la batería.
10. Arranca el motor y comprueba todo: Arranca el motor y escucha si hay ruidos, silbidos, o fugas. Si todo está correcto, ¡listo! Tu coche ya está reparado.
Consejos adicionales:
- Si no sabes bien cómo realizar la sustitución, consulta el manual de tu coche o busca ayuda de un mecánico.
- Asegúrate de comprar un tubo de admisión compatible con el modelo y año de tu coche.
- Trabaja en una zona bien iluminada y ventilada (Lo agradecerás si se te cae la dichosa llave de 10mm).
- Ten cuidado al manipular las piezas del motor. Como te he comentado antes, algunos plásticos viejos se rompen solamente con mirarlos.
¡Recuerda! Con un poco de conocimiento y herramientas, puedes ahorrar dinero en reparaciones sencillas de tu coche. ¡No dudes en poner en práctica estos consejos y darle un buen mantenimiento a tu vehículo!
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